Los 100 municipios críticos del conflicto armado

      
Un estudio de la desaparecida Cnrr identificó las regiones y las comunidades más golpeadas por el conflicto armado. Además presentó una guíapara la reparación colectiva.

  
Un estudio de la antigua Cnrr encontró que en 100 municipios se concentra el conflicto.

De los 1.125 municipios que hay en Colombia, en 100 de ellos están concentrados los mayores casos de violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, porque allí los grupos armados ilegales provocaron desplazamientos masivos, masacres, dejaron minas antipersonales, asesinaron a líderes sociales y destruyeron a comunidades organizadas.

Así lo advirtió uno de los últimos estudios realizados por la Comisión Nacional de Reparación y Reconcialiación, Cnrr, que antes de su disolución presentó junto a la OIM, Usaid y con el apoyo de Immap, una guía para que el gobierno nacional realice las reparaciones colectivas que contempla la Ley de Justicia y Paz. Además presentó el Programa Institucional de Reparación Colectiva, Pirc, un documento que recomienda y plantea rutas sobre cómo hacer lareparación a partir de consultas realizadas con seis comunidades afectadas.

VerdadAbierta.com presenta un resumen de las regiones con más víctimas, los colectivos más golpeados y las comunidades que formularon proyectos para que el Estado las repare:

(Vea mapa interactivo al final del texto)

1-.Sur de Bolívar, Yondó y El Bagre
Es una de las regiones más ricas y mejor ubicadas del país. El informe señaló que históricamente ha sido disputada por los grupos armados ilegales por la serranía de San Lucas, donde hay explotaciones de oro, así como por el acceso que ofrece el río Magdalena, su cercanía a la refinería de Barrancabermeja y por ser paso obligado para las comunicaciones del país.

Esta zona comenzó siendo cuna del Eln en 1970 y en los siguientes veinte años de las Farc, principalmente de los Frentes 24 y 46. Según lo han confesado varios ex paramilitares en Justicia y Paz, a finales de los años noventa los hermanos Carlos y Vicente Castaño ordenaron la ‘exportación’ de paramilitares al sur de Bolívar.

Allí tuvo su origen el Bloque Central Bolívar, Bcb, que extendió sus tentáculos por varios departamentos a cargo de Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, Rodrigo Pérez Alzate alias ‘Julián Bolívar’ e Iván Roberto Duque Escobar alias ‘Ernesto Báez’. (Lea: Los tentáculos del Bloque Central Bolívar).

Según datos de Acción Social y del Observatorio de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, a partir de 2000 la situación de derechos humanos en la región se convulsionó provocando 99.531 personas en situación de desplazamiento, 38 víctimas en masacres, 169 víctimas de minas antipersonal y homicidios contra alcaldes, concejales, periodistas, sindicalistas, y líderes comunitarios.

2-.Montes de María
Compuesta por varios municipios de Sucre y Bolívar, fue una zona disputada desde finales de la década de 1990 por guerrilleros y paramilitares en su puja por el control de las rutas de comunicación y del narcotráfico hacia la Costa Caribe.  En 1997 la violencia se incrementó en la región tras la incursión del Bloque Norte de las Auc  a cargo de Rodrigo Tovar Pupo alias ‘Jorge 40’, que llegó matando a los líderes de la región (Lea Un pulso a las verdades en Montes de María).

Según datos del informe de la Cnrr, entre 1997 y 2009 en esta región los grupos armados ilegales cometieron 45 masacres, entre ellas la de Macayepo, Mampuján y El Salado, desplazaron a 219.603 personas y 242 personas fueron víctimas de minas anti-personal.

3-.Catatumbo
Esta zona comprendida por los municipios El Tarra, Tibú, Convención, San Calixto, Teorama y El Carmen, en Norte de Santander, es estratégica por su relieve montañoso, cercanía con la frontera venezolana, ríos y conexión con el Nudo de Paramillo, el norte de Antioquia, el Bajo Cauca Antioqueño, el Magdalena Medio, sur de Bolívar y Cesar.

Entre las décadas de 1970 y 1980, en esta región delinquió la guerrilla hasta que la Casa Castaño envió en 1999 a un grupo de paramilitar que luego se conoció como el Bloque Catatumbo a cargo de Salvatore Mancuso. Allí las Auc cometieron masacres e incluso crearon un crematorio ilegal para desaparecer a sus víctimas, según lo confesó en varias versiones libres Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’.  Este grupo dejó por lo menos 8 mil víctimas en esta región del país.

El estudio encontró que a partir de 2002 el Catatumbo presentó las más altas tasas de victimización con 25 masacres en las que fueron asesinadas 203 personas, mientras que en otros casos se registraron 430 víctimas de minas antipersonal; en la región 71.825 personas fueron desplazadas, de las cuales solo en 2002 lo hicieron 21 mil personas.

4-. Sur Oriente Antioqueño
Esta región integrada por varios nueve municipios de Antioquia y dos de Caldas es apetecida desde hace varios años por los grupos armados ilegales por su cercanía con el Valle de Aburrá. En esta zona además el gobierno desarrolló en la década de 1970 dos proyectos de impacto nacional como fueron el complejo hidroeléctrico del Peñol, San Rafael y San Carlos y la autopista con conexión Medellín-Bogotá, siendo estas dos ciudades enclaves económicos del país.

Para esa época en la región delinquieron las Farc y el Eln, y a partir de finales de la década de 1970 los paramilitares provenientes de la Casa Castaño, llamadas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, Accu.

En Antioquia, principalmente en los barrios más pobres de Medellín, los paramilitares delinquieron con lo que se conoció primero como el Bloque Metro a cargo de Carlos Mauricio García alias ‘Doblecero’ y luego como el Bloque Cacique Nutibara a cargo de Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’. A partir de 2002 la zona fue escogida por las fuerzas militares como epicentro de operativos, entre ellos, la Operación Orión realizada por la IV Brigada entre el 16 y el 20 de octubre de ese año.

Según el informe, ese año se disparó el número de víctimas en la región con 57 masacres en las que fueron asesinadas 319 personas, 755 pisaron minas antipersonal y 171.180 fueron desplazadas, de las cuales 37.926 abandonaron sus tierras en 2002.

5-.Urabá antioqueño y chocoano
Esta esquina del país es rica por ser puerto marítimo, contar con sistemas montañosos y selváticos y conectar con Centroamérica, siendo una de las rutas utilizadas por los grupos armados ilegales para comercializar la cocaína. Sus tierras fértiles han sido por años propicias para el cultivo del banano y de forma más reciente, de la palma aceitera.

En la década de 1970 y 1980 la guerrilla delinquió en esta región y a partir de 1995 los paramilitares, que fueron enviados por la Casa Castaño. En el Urabá antioqueño delinquió un grupo a cargo de Hébert Veloza alias ‘H.H.’, conocido como el Bloque Bananero, mientras en el Urabá chocoano lo hizo el Bloque Élmer Cárdenas a cargo de Freddy Rendón alias ‘El Alemán’.

Según datos del estudio de la Cnrr, entre 1997 y 2009 fueron cometidas 44 masacres en las que fueron asesinadas 412 personas,  448 personas pisaron minas antipersonales, y 323.228 personas fueron desplazadas, de las cuales 128.405 abandonaron sus tierras entre 2000 y 2003.

Pilotos de reparación
Teniendo en cuenta a las comunidades más afectadas por el conflicto armado, la Comisión hizo un trabajo de campo y le pidió a las víctimas que expresaran cómo quieren que el gobierno nacional las repare de forma colectiva. Entre sus primeras peticiones están el derecho a la verdad, la justicia y garantías de no repetición, la dignificación de las víctimas, la verdad colectiva y la memoria.

También solicitaron la restitución de bienes colectivos, rehabilitación comunitaria, formación y recuperación de la capacidad productiva, y garantías de acceso a educación, salud y trabajo, además de contar con obras de infraestructura y espacios de desarrollo cultural. Los siguientes son algunos casos emblemáticos por donde, según la Comisión, el gobierno debería comenzar la reparación colectiva:

Las Atcc, La India, Santander
La Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare, Atcc, es considerada una comunidad víctima, después de que durante varias décadas tuvo que hacerle frente a los grupos armados ilegales que delinquieron en el Magdalena Medio. Primero por la guerrilla, principalmente el Eln, luego el movimiento Muerte a Secuestradores, Mas, después por las Farc y luego por las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio.

Desde la década de 1960 hasta principios de 2000 las Atcc, que tiene como influencia 36 sectores veredales de seis municipios de Santander, con sede principal el corregimiento de La India, en Landázuri, fueron víctimas de masacres, torturas, amenazas y asesinatos.  Entre estos hechos se recuerdan los asesinatos de Josué Vargas Mateus, presidente de la Atcc; Saúl Castañeda, secretario de la Atcc; Miguel Ángel Barajas Collazos, asesor de la Atcc y la periodista Sylvia Margarita Duzán, ocurridos el 26 de febrero de 1990.

El Salado, Carmen de Bolívar, Bolívar
La población del Salado sufrió uno de los capítulos más crueles de la historia de Colombia. En febrero de 2000 un grupo de paramilitares entró a este corregimiento del municipio de Carmen de Bolívar y asesinó a 66 personas entre hombres, mujeres y niños, acusándolos de guerrilleros. Según lo documentó Justicia y Paz, los paramilitares violaron a las mujeres y asesinaron a las víctimas en lapsos de media hora tocando instrumentos como si se tratara de una ‘fiesta’.

Tras la masacre, los saladeños se desplazaron y el pueblo quedó desarticulado y sin tierras. El 8 de julio de 2011 entregó 63 títulos a campesinos del Salado y dijo que esta zona será piloto en el proceso de restitución de tierras que comienza este 2012 con la aplicación de la Ley de Víctimas.

La Libertad, Sucre
En este corregimiento de Sucre, los pobladores fueron víctimas de torturas  y maltratos por parte del Bloque Héroes de los Montes de María, a cargo de Rodrigo Mercado Pelufo alias ‘Cadena’ y Marco Tulio Pérez alias ‘El oso’. Según lo documentó Memoria Histórica, los paramilitares establecieron castigos públicos, impusieron trabajos forzados, se apoderaron de las fiestas patronales e hicieron valer por las armas privilegios económicos y sociales. (Lea: La barbarie de ‘Cadena’ en San Onofre’).

En esta zona del país además cometieron violencia sexual contra las mujeres y homosexuales, obligándolas a cumplir papeles de sumisión y en el segundo caso, a protagonizar peleas públicas que eran ridiculizadas en plazoletas.  Según lo documentó la Comisión, “Libertad es un caso emblemático de la violación de derechos colectivos. La violencia ocasionó daños nefastos en la comunidad que terminaron por profundizar la pobreza, transformaron las tradiciones culturales, deterioraron la convivencia, fracturaron el tejido social…”

La Gabarra, Norte de Santander
En este corregimiento de Tibú, la población sufrió masacres y desplazamientos por parte del Bloque Catatumbo a cargo de Salvatore Mancuso.  Este grupo paramilitar incursionó esta región en 1999 cuando las Auc enviaron paramilitares a Norte de Santander con el pretexto de combatir a la guerrilla y de paso controlar las rutas de narcotráfico de la zona.

Según el informe de la Comisión, las masacres ocurridas el 29 de mayo y el 27 de agosto de 1999 dejaron 100 víctimas y provocaron el desplazamiento de por lo menos dos mil personas que terminaron buscando refugio en Venezuela, el país vecino. En Justicia y Paz, ex paramilitares como Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’ confesaron que las Auc instalaron crematorios en el Catatumbo para desaparecer a sus víctimas. La Fiscalía documentó además por lo menos 25 casos de violencia sexual contra las mujeres, que eran reclutadas como esclavas sexuales de los paramilitares.

El Tigre, Putumayo
Los paramilitares del Bloque Sur Putumayo llegaron a esta región del país en 1997, por encargo de la Casa Castaño. Para finales de la década de 1990 ya delinquían en Puerto Así, El Placer, La Dorada, Santa Ana y Orito donde cometieron masacres y desplazamientos.

El Tigre, inspección del municipio de La Hormiga, ha estado desde la década de 1980 en disputa por los grupos armados por tratarsede un corredor estratégico de movilidad y de tráfico de la cocaína. Según el informe de la Comisión, este poblado fue estigmatizado como zona guerrilla y con ese pretexto las Auc cometieron una masacre allí el 9 de enero de 1999.

Esta fue además una zona donde los paramilitares cometieron delitos sexuales. Abusaron de mujeres y niñas, y atentaron además contra comunidades étnicas como el Cabildo Embera y el Consejo Comunitario de Negritudes de la Vereda Villa Arboleda. Este grupo paramilitar dejó por lo menos 5.500 víctimas en Putumayo.

Buenos Aires, Cauca

Por más de veinte años este municipio estuvo en la mira primero de las Farc y luego de los paramilitares del Bloque Calima, a cargo de Hébert Veloza alias ‘H.H’. Según datos del antiguo Acción Social, de este pueblo fueron desplazadas 7.559 personas entre 2000 y 2002 tras el conflicto por el control de los cultivos de coca y amapola y el dominio de corredores estratégicos.

En medio del conflicto, la comunidad sufrió un daño colectivo. El informe de la Comisión señaló que los habitantes perdieron sus cosechas y animales, así como el acceso a la educación después de que los paramilitares se tomaron el colegio. “La ruptura en el tejido social y cultural de la comunidad son daños reconocidos por las mismas víctimas, quienes afirman que durante la presencia del grupo perdieron la posibilidad de realizar actividades cotidianas”, indicó el informe.

Universidad de Córdoba

En varias versiones libres, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso confesó que para comienzos de 2000 la Universidad de Córdoba fue objetivo de asesinatos contra profesores y estudiantes que pertenecían a sindicatos, siendo tildados por las Auc de tener presuntos vínculos con la guerrilla.

“La Universidad de Córdoba fue durante años escenario de hechos violentos y hostilidades en contra de su personal”, señaló el informe de la Comisión. “La presencia constante de miembros y aliados de los grupos de autodefensa, con mayor fuerza a partir de 1997, fue un factor que suscitó la constante violación de derechos”, indicó.
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