Los olvidos de ‘Juancho Prada’

      
Respuestas a medias, contradicciones y excusas, han sido las respuestas que han recibido las víctimas de este ex paramilitar. Algunas coinciden en que no se sentirán reparadas hasta que Prada responda sus preguntas.

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‘Juancho Prada’ se encontró con sus víctimas en la audiencia de afectación. Foto: El Heraldo   

Más de 40 personas víctimas del Frente Héctor Julio Peinado se encontraron con su victimario: Juan Francisco Prada Márquez, más conocido como ‘Juancho Prada’. El espacio fue la audiencia de identificación de afectaciones de víctimas que se realizó en Bogotá y se retransmitió a Aguachica, Cesar.

Una tras otra, varios familiares de víctimas asesinadas pasaron a preguntarle al paramilitar por las verdaderas razones de sus muertes, pero en la mayoría de los casos el ex jefe paramilitar se limitó a decir que no conocía a la víctima ni las circunstancias de su muerte, porque no se encontraba en el lugar de los hechos.

Mientras que en otros casos solo dijo que existía información de posibles nexos de la víctima con la subversión. Solo en un caso reconoció haber conocido a la víctima.

“Cómo se denomina jefe del bloque”, le dijo una víctima molesta ante las evasivas del paramilitar, “sino sabe ni responde por nada de lo que hacían los hombres que estaban a su mando”. Otras simplemente prefirieron salir de la audiencia sin preguntar.

No se sabe si no tiene la información, le falta la memoria o es simple cinismo del ex jefe paramilitar, pero las víctimas han dicho que sienten que no se ha cumplido con el compromiso de verdad. “Hasta que no me diga la verdad sobre la muerte de mi papá yo no me voy a sentir reparada, así tenga que seguir asistiendo toda la vida a los estrados judiciales”, dijo otras de las víctimas al ex paramilitar.

Esta es una etapa del juicio, antes de la sentencia, en la que la justicia le permite a las víctimas preguntar por sus familiares y en la que le anuncian a cada una la reparación económica y simbólica que tendrán por parte de los victimarios.

Pero esta no es la primera vez que los encuentros con su victimario resultaban tan poco productivos en términos de verdad. Las víctimas recordaron que una y otra vez le han preguntado por los crímenes que cometió en el sur del Cesar y en los municipios de Ocaña, Norte de Santander, y Aguachica, Cesar, cuando estaba al mando del frente Héctor Julio Peinado, pero no han obtenido respuestas satisfactorias.

En el proceso de Justicia y Paz ‘Juancho Prada’ ha sido tal vez el menos mediático de los ex jefes paramilitares, nunca ha concedido una entrevista y sus declaraciones han pasado desapercibidas, pero dentro de sus crímenes se cuentan masacres, asesinatos de políticos y líderes sociales, desplazamientos, desapariciones en Norte de Santander y sur del Cesar, y además se le acusa de ser el responsable del exterminio del movimiento social que surgieron en Aguachica a comienzos de losnoventa.

Las contradicciones de Prada
Algunas víctimas denunciaron ante los magistrados de Justicia y Paz que Prada no sólo estaba entregando respuestas a medias, sino que sus declaraciones se contradecían con versiones anteriores.  

Este es el caso de la familia de Martín Larrota Duarte, periodista de la emisora Palma Estéreo asesinado en febrero de 2004 en su lugar de trabajo. Alias ‘Juancho Prada’ dijo, como en anteriores oportunidades, que el ex paramilitar Alfredo García alias ‘Arley’ fue quien lo informó de supuestos nexos del periodista con la subversión.

Los familiares de Larrota aseguran que Prada dijo en el proceso que se le sigue en la justicia ordinaria que el crimen se ejecutó para “silenciar” al periodista. “No tuve ningún contacto con él. Le mandé a decir con ‘Mauricio’ que le dijera que dejara de hablar tanta cháchara por la emisora. Él no paró bolas a eso y le avisaron como dos o tres veces. Eso siempre se hacía y la tercera ya no más, se procedía”, dijo en una audiencia de Justicia y Paz en octubre de 2011.

Pero la sorpresa de los familiares fue mayor cuando Prada dijo ante la audiencia que él nunca había conocido al periodista, ni su trabajo en la emisora, la única de San Alberto, Cesar. Según las víctimas, el paramilitar había reconocido conocer a Larrota en versiones anteriores.

Además, cuando las víctimas preguntaron por una carta que el periodista le envío a Prada dos días antes de su homicidio, en la que renunciaba a pagar una extorsión al frente paramilitar, ‘Prada’ se limitó a decir que nunca recibió dicha carta.

Igual le ha ocurrido a los familiares de Luis Fernando Rincón, ex alcalde de Aguachica, quienes 13 años después de su asesinato aún esperan que el ex paramilitar revele los políticos que estuvieron detrás de la muerte del ex alcalde.

Aunque en las primeras audiencias Prada decía no recordar a Rincón, solo con la insistencia de su familia, durante el proceso reconoció a Rincón y aceptó haber ordenado su homicidio.

Los crímenes del Héctor Julio Peinado
Según ha documentado la Fiscalía, este frente, comandado por alias ‘Prada’, cometió todo tipo de delitos en el Sur de César y algunos municipios de Norte de Santander. Sin embargo, el delito de mayor incidencia fue el homicidio. Hasta el momento los desmovilizados han reconocido 827 asesinatos, pero la fiscalía tiene registros que este grupo armado cometió más de 880 homicidios solo en Aguachica.

También que, con amenazas, obligó a la población a que señalara a las personas que supuestamente tenían alguna afinidad con la izquierda o auxiliaran a la guerrilla. Todo aquel que se oponía a su presencia era considerado objetivo militar.

La Fiscalía documentó que las Autodefensas del Sur del Cesar o Frente Héctor Julio Peinado causaron un daño colectivo en esta región del país. Según un estudio del PNUD entre 1993 y 2005, Cesar fue el séptimo departamento en analfabetismo en jóvenes, porque muchas escuelas rurales fueron cerradas por los paramilitares.

“Afectó la cultura de legalidad impactando la percepción que frente a ésta asumieron los jóvenes; también se afectaron otros aspectos como la gobernabilidad, el tejido social, derechos como el de asociación y a la vida, creando sentimientos de inseguridad, terror y zozobra en relación con la población”, dice en un aparte de la legalización de cargos ante la magistratura.

Aunque ‘Prada’ no admitió que la violencia sexual se usara como arma de guerra del grupo armado, miembros del Héctor Julio Peinado han admitido 9 violaciones o abusos contra las mujeres.  Según la Fiscalía los derechos de la mujeres se vieron afectadas por la situación de inseguridad“no podían salir sin la compañía de un hombre a las calles, no podía usar minifalda y era obligadas a cocinar y a lavar para los paramilitares”, dijo el fiscal encargado del caso.

¿Quién es ‘Juancho Prada’?
Prada nació en 1953 en Galán, Santander, pero desde los once años vivió en el municipio de Río de Oro, en el sur del Cesar. En diez años, la familia Prada comenzó a ser próspera y reconocida en el Cesar por las tierras y el ganado que tenían.

En 1988 la guerrilla secuestró un hermano, pagaron la recompensa y su familiar tuvo que salir del país por amenazas. En 1995 Juan Francisco decidió impulsar la idea de tener un grupo de autodefensas que ya venía desarrollando su primo Roberto Prada Gamarra.

Para esta época ‘Juancho Prada’, como le decían en la región, ya tenía un músculo financiero. Los Prada hicieron acuerdos con otros viejos grupos de autodefensa que había en la región entre ellos Los Masetos de la finca Riverandia de Rodolfo Rivera, Los Paisas y los grupos paramilitares a cargo de Luis Ofrego Ovallos Gaona, de alias ‘Camilo Morantes’ y de alias ‘Manaure’.

El contacto delos Prada con los hermanos Carlos y Vicente Castaño se concretó a finales de los años 90 cuando los Castaño convocaron a varias reuniones para agrupar los diferentes grupos de autodefensas del país bajo la sigla Auc, Autodefensas Unidas de Colombia.

En 1998, los Prada y los grupos de ‘Camilo Morantes’ y Mario Zabala, todos con presencia en Cesar, se sumaron a las Auc como Autodefensas de Santander y Sur del Cesar, Ausac.

Con la fusión, los Castaño aprovecharon que ‘Juancho Prada’ conocía en detalle su territorio para enviar grupos de paramilitares entrenados en fincas de Córdoba y así incursionar la Costa Caribe, el Catatumbo y el Magdalena Medio.

Entre 1999 y 2000, los Prada ayudaron a asentar a los Bloques Central Bolívar y Catatumbo, comenzaron a llamarse Autodefensas Campesinas del Sur del Cesar (Acsuc) para diferenciarse de los paramilitares de ‘Camilo Morantes’ y Mario Zabala’, y en 2004 se aliaron con el Bloque Norte de ‘Jorge 40’ por diferencias con el Bloque Central Bolívar.