Día 1

      

Aunque según algunos reportes judiciales, la masacre ocurrió entre el 10 y el 13 de abril de 2001, en realidad se inició desde el 5 de abril, cuando paramilitares empezaron a secuestrar y hacer retenes ilegales en la periferia a El Naya.

El grupo de ‘paras’ que hizo la masacre salió el 5 de abril, a las 11:00 de la noche, en tres camiones carpados de Venecia, en Trujillo, al norte del Valle. Dos días después se reunieron en el Cerro La Teta, el jefe del Bloque Calima, Éver Veloza, y sus lugartenientes alias ‘Mario’, ‘Chilapo’, ‘Sisas’, ‘Geovani’, ‘Nechi’, ‘Doble Cero’ y ‘Pájaro’.

{youtube}vcty4G22dwI|250|187|true{/youtube}‘HH’ llega al Valle del Cauca con la tarea de recuperar varios corredores de la región supuestamente en manos de la guerrilla. “La masacre del Naya nunca se planeó como masacre. La mejor forma de atacar al enemigo era metiéndose en su casa. Y el Naya era un sitio en donde descansaba la guerrilla”. Con esa idea los paramilitares planearon la incursión, sin diferenciar entre combatientes y civiles. Entrevista exclusiva de María Teresa Ronderos y Gerson Arias de Verdad Abierta. (‘HH’ II parte)

La Defensoría del Pueblo asegura que desde allí 500 hombres armados, disfrazados de militares y con brazaletes de las Auc emprendieron el recorrido por las 17 veredas de El Naya. ‘HH’ quien encabezó la masacre asegura que solo fueron unos cien hombres. (Ver entrevista con HH II Parte)

Lo primero que hizo ‘HH’ antes de entrar al Naya fue dividir en dos el grupo de paramilitares para que pudieran bloquear la salida de personas y controlar el ingreso. Un grupo estaba al mando de Luis Fernando Arce Martínez, alias ‘Chilapo’ y otro era de Jair Alexander Muñoz, alias ‘Sisas’.

Los paramilitares llegaron a Buena Vista, en donde ‘HH’ le entregó un grupo a alias ‘Chilapo’, y ordenó que otro grupo, al mando de ‘El Cura’ o alias ‘Mario’, se encargara de hacer los controles en los puntos de entrada al Valle.

El 9 de abril los paramilitares retuvieron y secuestraron a personas que después les sirvieron de guías. En uno de esos retenes, en Patio Bonito en el corregimiento de Timba, capturaron a alias ‘Peligro’, un guerrillero del Eln que les serviría durante los cuatro días de su recorrido señalando supuestos colaboradores de la guerrilla.

La voz del terror corrió veloz. Enrique Guetio, el ex gobernador indígena de El Naya que había sido secuestrado un año antes, avisó a los campesinos. Y empezó la huída de los habitantes de Timba y Santander de Quilichao.

{youtube}Q32LXOxeObc|250|25|true{/youtube}Radio Súper reconstruyó, con los sobrevivientes de la masacre, cómo fueron estos cuatro días en los que un grupo de más de cien paramilitares recorrieron el Valle del Río Naya asesinando mujeres, campesinos indefensos, menores de edad. Esta es la crónica del primer día de la masacre, narrada por sus protagonistas. (Crónicas del Cauca I parte)

En la mañana del 10 de abril, llegó el grupo de ‘Chilapo’, a El Ceral a las seis de la mañana. Allí entraron a un restaurante administrado por Audilio Rivera y Lisinia Collazos que era frecuentado por raspachines y campesinos y pidieron desayuno. Una vez satisfechos, encerraron a Lisinia en una habitación junto con sus dos hijos. En el restaurante estaban Cayetano Cruz, un alguacil indígena del cabildo Paez de La Playa, Daniel Suárez, un finquero y su esposa, Blanca Flor Bizu, y sus dos sobrinos. (Escuchar audio Crónicas del Cauca I parte)

Daniel Suárez era propietario de un prostíbulo y también de varias fincas en las que sembraba coca. Los paramilitares interrogaron a Suárez y ahí admitió que tenía negocios de droga con la guerrilla pero que lo hacía presionado. De hecho algunas personas aseguran que unos paramilitares fueron hasta su casa y le robaron la droga que allí tenía. A Daniel Suárez lo amarraron, torturaron y lo mataron, a su esposa la violaron y la asesinaron a bala junto con las demás personas que estaban en el restaurante.

Lisinia, que logró sobrevivir con sus dos hijos, escuchó cómo los paramilitares destrozaron el restaurante y empezaban la matazón. “Escuché ruidos de motosierra” dijo Lisinia.

{youtube}qbDy-O8kHDc|250|187|true{/youtube}El número de muertos de esta masacre siembre ha sido un misterio. Pero se ha comprobado que cada uno de las víctimas fueron asesinadas de una manera cruel. ‘HH’ le confesó en esta parte de la entrevista a los periodistas de Verdad Abierta que sus hombres degollaron a muchas personas por el macrabo pragmatismo de que no alertaran a la guerrilla. También que asesinaron a mujeres indefensas. “Sólo se habían degollado tres”. (Entrevista ‘HH’ III parte)

‘HH’, en entrevista con Verdad Abierta se molestó cuando se le preguntó por el asesinato de mujeres y niños en esta masacre. Y dijo con desdén que “sólo se habían degollado tres mujeres”…. (ver entrevista ‘HH’ III parte)

A Audilio, a quien le pidieron que les entregara unas bestias, también lo torturaron, lo mataron y lo tiraron a un costado de la carretera que conduce a la vereda La Silvia.

De El Ceral los paramilitares siguieron a Los Robles y de allí a La Silvia. Muchas de las personas que huyeron cuentan que en las carreteras se topaban con ponchos y carrieles ensangrentados. También veían charcos de sangre a las orillas de los caminos al filo de las montañas. Ese día empezó a correr el rumor que los paramilitares asesinaban a las personas y las lanzaban a los desfiladeros.

Además se asegura que ese día los ‘paras’ asesinaron a Humberto Arias Osorio, sobrino de Daniel Suárez, y Gonzalo Osorio López, ambos jornaleros que trabajaban en fincas de la zona. También tenían signos de tortura.

En Palo Solo mataron a Edwin Herney Velasco, un trabajador que vivía en la comunidad de la Esperanza, cerca de Timba.