Reclamantes deciden no ir al acto de restitución de Santa Paula

      
Después de una reunión de urgencia, en la que evaluaron el asesinato del  reclamante Éver Cordero, 46 líderes de víctimas de Córdoba decidieron no asistir a la restitución de Santa Paula y exigir más seguridad al gobierno.

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Éver Cordero, el líder asesinado en Valencia. Foto cortesía de Tierra y Vida.

El imposible retorno de los campesinos a Santa PaulaEl fraude de los Castaño para despojar

 

Tras la muerte de Éver Cordero, un líder de víctimas de Valencia, ocurrida en la mañana de este martes 9 de abril en ese municipio, y como acto de protesta por la creciente inseguridad que padecen, varios líderes campesinos de Córdoba decidieron no asistir a la ceremonia de entrega de las parcelas de Santa Paula a familias desplazadas por la violencia.

Si bien Cordero no había iniciado un proceso formal de restitución de tierras en Córdoba, fuentes de esa unidad le contaron a VerdadAbierta.com, que ya se había acercado para hacerlo antes de ser asesinado por desconocidos.

Casi ocho años después del proceso de la desmovilización paramilitar, la inseguridad que hoy reina en Córdoba no permite que se cumpla este fallo y se dé un retorno de las víctimas.  Antes de Cordero, Hermes Vidal Osorio, otro líder de víctimas de Valencia, fue desaparecido y su cuerpo fue encontrado el 28 de marzo pasado.
Según contó un amigo de Cordero, su muerte es un reflejo de la difícil situación que enfrentan los reclamantes de tierras en Valencia en donde pocos se atreven a reclamar por sus tierras.

Cordero además de ser el presidente de la Mesa municipal de víctimas pertenecía a la organización Tierra y Vida, quedirige Carmen Palencia. Según fuentes de la Unidad de Restitución de Tierras, Cordero no había iniciado ningún proceso en esa dependencia pero estaba en conversaciones para hacerlo.

De acuerdo a testimonios de campesinos de la región, luego de haberse conocido el fallo, se les han acercado personas para ofrecerles dinero a cambio de las tierras que la justicia les acaba de restituir.

De la misma manera, según los campesinos, varios reclamantes han sido amenazados e incluso algunos han sido presionados con dinero para que renuncien a sus derechos.  

“Cerca a la oficina de Restitución de Montería hay personas pendientes de quién entra y quién sale”, narró a VerdadAbierta.com un habitante de la región, quien aseguró que de esta manera se pretende intimidar a los campesinos que van a presentar su solicitud de restitución.

La noche anterior a la visita de Santos a Córdoba, 46 líderes de víctimas, de restitución y de desplazados, decidieron no ir al acto de entrega de los 60 títulos de propiedad de las parcelas que les fueron usurpadas por los hermanos Castaño Gil, a mediados de los ochenta, porque consideran que no tienen las garantías para ejercer sus derechos en esta región del país.

Según conoció VerdadAbierta.com, los líderes prepararon un documento de ocho páginas en el que piden que las autoridades cumplan las medidas de seguridad, entre ellas el aumento de escoltas para los reclamantes amenazados. También explican que familias como la de Mario Cuitiba,  víctima de despojo en Santa Paula y a quienes les tocó desplazarse de la región por amenazas, están desamparados y sin ayuda en otra ciudad.

El presidente Juan Manuel Santos y su ministro de agricultura, Juan Camilo Restrepo, están en Córdoba en la  entregará de las tierras a estas familias,  que fueron beneficiarias de un supuesto programa de reforma agraria empredido por Fidel Castaño en 1991 a través de Funpazcor, la Fundación para la Paz de Córdoba, que dirigió su cuñada Sor Teresa Álvarez Gómez.

Sin embargo, tras la muerte de Fidel, en 1993, los hermanos Vicente y Carlos dieron la orden a Funpazcor para reversar las donaciones y obligaron a los campesinos a revendérselas a sus testaferros.

En la sentencia del juez, además de confirmar que las personas que tenían en su propiedad estas tierras, 272 hectáreas, eran ocupantes de mala fe, el estado debía garantizar la seguridad de los campesinos para su retorno.