Los crímenes en Antioquia

      
Antioquia ha sido un triste escenario de la barbarie paramilitar:
descuartizamientos, hornos crematorios, motosierras… Los combatientes de
las ACCU y las AUC no vacilaron en emplear diversos métodos de crueldad
para atacar a sus víctimas.


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Tales crueldades han sido develadas durante las confesiones de varios ex jefes paramilitares, sus lugartenientes y militantes rasos, quienes han descrito con detalles insospechados los mecanismos que emplearon en diversas acciones militares para causar sufrimiento a quienes consideraron sus enemigos. En sus recorridos no se salvaron niños, niñas, adolescentes, mujeres, ancianos, indígenas, afrodescendientes y hasta extranjeros. Todos sufrieron con rigor la perversión de la guerra.

VerdadAbierta.com presenta una selección de esas historias.

Las cicatrices de El Aro

Relato de la lenta e impune masacre de los habitantes de un caserío al norte de Antioquia, en octubre de 1997, y de cómo en los siete días que duró, ninguna autoridad llegó a auxiliarlos.

   
Masacre de Segovia

Crónica sobre una de las primeras masacres paramilitares ocurrida en la población antioqueña a finales de la década de los 80.

   
Confirmados nexos de Auc y miembros de la Brigada XVII en masacre de San José de Apartadó

La condena a 20 años de prisión al ex capitán del Ejército Guillermo Gordillo Sánchez por su participación en la masacre de San José de Apartadó, en 2005, confirma los nexos de miembros de la Brigada XVII de Carepa, Antioquia, y paramilitares de las Auc.

   
Sindicalistas en Antioquia, blanco de los ‘paras’

Una investigación realizada en Antioquia muestra que los sindicalistas de empresas estatales fueron víctimas de amenazas y asesinatos por los paramilitares, con lo que pretendían acabar con el sindicalismo en esa zona del país.

   
Defensores de derechos humanos en la mira de los paramilitares

En la década de los 80, un informe de Human Rights Watch daba cuenta de que la Procuraduría había registrado más de 240 asesinatos políticos por parte de las MAS, entre cuyas víctimas se encontraban funcionarios electos, finqueros y líderes comunitarios.