“Las Farc no tenemos financiadores”

      

Así lo asegura ‘Ramiro Cortés’, comandante del Frente 29 que operaba en Nariño y Cauca, junto a su segundo al mando, ‘Javier’. En entrevista con VerdadAbierta.com hablaron también de su participación en política y del fantasma de la UP.

entrevistas zvtn policarpa 1‘Ramiro Cortés’ pasó de ser el tercero del Frente 29 a ser el comandante, tras la muerte de ‘Aldemar Galán’ en el bombardeo de Guapi. Foto: María Clara Calle.Las Fuerzas Militares buscaron el cuerpo sin vida del jefe de finanzas del Frente 29, conocido como ‘Javier’ o ‘Chugo’, tras el bombardeo que realizaron en Guapi, Cauca. Era mayo de 2015. Hasta ese momento, las Farc habían cesado el fuego y el gobierno nacional se había comprometido a no atacarlos por aire.

Pero los compromisos se rompieron de parte y parte. Primero fue el golpe de las Farc en Buenos Aires, Cauca, que dejó 11 soldados muertos; luego, la arremetida de la Fuerza Aérea que mató a 26 guerrilleros. Entre ellos estaba Alberto Ramírez Rosas, conocido como ‘Aldemar Galán’, comandante del Frente 29. Las autoridades creyeron, en un primer momento, que ‘Javier’ también estaba en la lista.

Pero ni él ni ‘Ramiro Cortés’, quien hasta ese momento era el tercero del frente y encargado del orden público, cayeron en el bombardeo. Según la Fiscalía, ‘Javier’ era el segundo al mando de esa unidad insurgente, encargado de organización de masas, finanzas y minería ilegal en los 15 municipios de Nariño y dos de Cauca en los que hacían presencia. La inteligencia del Ejército lo sindica de haber participado en el secuestro de los 11 diputados de Valle del Cauca; en el ataque a la estación de Policía en la Isla Gorgona en 2014 y de ordenar la ejecución de 200 guerrilleros acusados de ser infiltrados.

Tras la muerte de ‘Aldemar Galán’, ‘Ramiro Cortés’ asumió la comandancia del Frente 29. Y hoy se encuentra junto a ‘Javier’ y más de 100 guerrilleros bajo su mando en la Zona Veredal Transitoria de Normalización de Policarpa, Nariño. Allí también están concentrados junto a los miembros del Frente 8, que operaba en cuatro municipios de Cauca.

Informes de la Fiscalía detallan que el Frente 29 era la “estructura articuladora” de las Farc en Nariño y Cauca pues aprovechaban desde la frontera con Ecuador hasta los puertos hacia el Pacífico en Cauca para transportar “material bélico y logístico, así como el mantenimiento de las líneas de comunicación y corredores de movilidad estratégicos para el Comando Conjunto de Occidente”. Por esta razón, VerdadAbierta.com les preguntó a ‘Ramiro Cortés’ y a ‘Javier’ por las finanzas de las Farc y, también, por la manera en la que piensan en participar en política.

VerdadAbierta.com (V.A.): El año pasado, ‘Timochenko’ derogó la Ley 002, pero esta no habla de “impuestos” a la coca y al oro, tan conocidos en Nariño. ¿Qué pasó con eso? ¿De qué se están financiando los frentes 29 y 8 actualmente?

‘Ramiro Cortés’ (R.C.): Estamos por cuenta de los recursos para la paz. Las Farc tienen control cuando está en la región, pero ahora nuestros guerrilleros están en la Zona Veredal y desde entonces empezó a caer nuestro control.

‘Javier’ (J.): Ahí es necesario aclarar que del gramaje a la coca, los impuestos al oro y la Ley 002 entraron una gran cantidad de recursos, pero fueron para la guerra, que es muy costosa. Ningún guerrillero de las Farc de base ni ningún mando tenemos sueldo. Vinimos dispuestos a darlo todo, la vida si era necesario, pero no somos asalariados de la revolución. Todos los recursos que captamos los invertimos en la guerra.

V.A.: ¿Todos los guerrilleros de los frentes 29 y 8 están en la Zona Veredal?

R.C.: Hay algunos que todavía no han arrimado, pero son muy pocos, sobre todo por condiciones de salud. Tenemos algunos pacientes con enfermedades terminales y lisiados de guerra, y no tenemos las condiciones para traerlos.

V.A.: En las modificaciones que tuvo el acuerdo de paz, ustedes se comprometieron a entregar una lista con los bienes con los que repararán a las víctimas. ¿En qué van esos listados?

R.C.: Hemos pasado lo que nos corresponde. De eso hay un encargado nacional, que es ‘Pastor Alape’. Él tendrá más información. Pero es que la economía de guerra no es sólo bienes. Hemos construido caminos para pasar nosotros y la comunidad, eso cuenta también.

V.A.: ¿Cómo repararán los frentes 8 y 29?

R.C.: En el acuerdo, las Farc nos comprometemos a la verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición. Tiene que haber un plan de reparación que surja, en parte, de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y con ese plan diremos qué hacer.

V.A.: En la Jurisdicción Especial de Paz también hay un capítulo para los financiadores. ¿Quiénes financiaron a los frentes 8 y 29?

R.C.: No tenemos financiadores. En las Farc hemos hecho la guerra con lo que produce nuestra actividad y con la Ley 002 que le cobró a quien tuvo para cobrarle. Pero ellos no son financiadores, sino que pagaron un impuesto.

entrevistas zvtn policarpa 2Actualmente, ‘Javier’ es el segundo al mando del Frente 29 de las Farc. Foto: María Clara Calle.V.A.: ¿Cómo ven que va la implementación del proceso de paz?

J.: De parte de las Farc estamos cumpliendo, pero sí vemos que el Estado está demasiado lento. Muchos inconvenientes de parte del gobierno. Nosotros somos una organización vertical: lo que nuestros superiores nos dicen, eso es lo que cumplimos.

V.A.: ¿Las estructuras sí han cumplido verticalmente?

J.: Toda la guerrillerada estamos conscientes de que este proceso hay que echarlo para adelante. Ha habido dificultades, lógicamente, pero no voces discordantes ni disidencias.

V.A.: Pero en el último Pleno, algunos guerrilleros no estuvieron tan de acuerdo en materia política. ¿Qué pasó?

J.: No tuve oportunidad de estar allá. Lógicamente esas controversias surgen. Nuestra organización aplica un ejercicio dialéctico, el método marxista-leninista, la crítica y la autocrítica. No podemos estar de acuerdo 100 por ciento, pero hacemos consenso y las minorías se someten a las mayorías. Nunca hay unanimidad completa, pero las conclusiones que salgan de esos eventos nos implican a todos.

V.A.: ¿Qué tanta aceptación creen que tienen en las ciudades principales como para participar en política?

J.: Esa es la apuesta precisamente de estos acuerdos de paz, que tenemos que llegarles a las mayorías. En estos años, el aislamiento por parte de los medios de comunicación y del Estado nos apartaron de estos procesos.

V.A.: ¿Y cómo le piensan llegar a esas mayorías?

J.: Con la apertura que ya se viene dando. Las garantías para hacer política seguramente nos tienen que llevar a que muchos cuadros de las Farc hablemos directamente con los sindicatos, con gente de barrios, juventudes, mujeres, para exponerle nuestro carácter político. La apuesta de las Farc es que nuestra razón de ser, que era la toma del poder, continúa, ya no por medio de las armas sino por la participación política. Aspiramos a hacer los cambios profundos a través de garantías políticas.

V.A.: ¿Se ven en el Congreso de la República?

R.C.: Yo no, pero las Farc tiene quien lo haga. No se trata sólo de los dirigentes de las Farc porque la apertura política va más allá del puñado de guerrilleros en armas. Aparte de eso hay otras fuerzas. Vamos a llegar, sea con guerrilleros propios o con el resto de la conformación de este círculo político que tiene que crecer para llegar a los espacios de toma de decisiones, desde las juntas de Acción Comunal en adelante.

V.A.: Si desde ya están matando a líderes sociales, ¿qué pasará cuando se conozcan las organizaciones sociales que militan con la ideología de las Farc?

J.: Este proceso de paz no sólo es con las Farc. Las organizaciones tienen afinidad ideológica con nosotros también tienen que hacer parte de la apertura política para que podamos hacer política sin tener que matarnos, que tengamos que prescribir el uso de las armas para hacer política. Es nuestro compromiso y el del Estado. Debemos cambiar la política del enemigo interno y que nos veamos como colombianos que tenemos controversias pero que las podemos dirimir por medio de la política.

entrevistas zvtn policarpa 3En la zona veredal de Policarpa, Nariño, hay cerca de 200 guerrilleros de los frentes 29 y 8. Foto: María Clara Calle.V.A.: ¿Temen que les pase lo mismo que le pasó a la Unión Patriótica?

R.C.: No es el temor mío, sino de quienes conocen la historia del país. Eso ha pasado incluso en la época de la independencia, en la Guerra de Mil Días, con las guerrillas liberales de los cincuenta y sesenta como la de Guadalupe Salcedo, con el M-19 y con la UP. Será difícil borrarlo de la memoria. Pero la única manera de que eso quede atrás es que este proceso con las Farc y el que inicia con el Eln realmente hagan esa apertura política necesaria para que no luchemos las ideas en el campo de batalla sino en la arena política.

V.A.: ¿Confían en la apertura de esos espacios políticos?

R.C.: El Estado es lento, de mucho trámite, muy leguleyo. Todo nos hace pensar que no todo es deliberado. Uno lo asume como las condiciones que hay que cambiar. Por ahí hay que empezar la reforma estructural del Estado. Creo que la desconfianza es malsana, pero sí hay que ser precavido.

V.A.: Durante años, el brazo político de las Farc ha sido el Partido Clandestino Comunista de Colombia, también conocido como PC3. Cuando creen el movimiento político, ¿el PC3 continuará en la clandestinidad o se darán a conocer abiertamente?

R.C.: Nuestra lucha política abierta o clandestina se ha hecho en todas las regiones del país. No es que entre o no, sino que está en todas partes.

V.A.: ¿Y seguirá el PC3?

R.C.: Seguirá siendo parte de nuestra lucha.

V.A.: ¿Con la misma clandestinidad?

R.C.: No, porque ya vamos a luchar abiertamente. Nuestro compromiso es no utilizar las armas, nuestra única arma será la palabra y lo será de todos nuestros simpatizantes, independientemente de la figura en la que se encuentre.

V.A.: ¿Qué está pasando en los espacios que ustedes dejaron?

R.C.: De los 21 municipios donde estaban los frentes 8 y 29, la situación más crítica es en la zona pacífica de Nariño y Cauca: Barbacoas, Magüí Payán, Satinga, Salahonda, Mosquera, La Tola, Charcos, Iscuandé, Guapi y Timbiquí. El vacío que vamos dejando en materia de control, lo están tomando grupos como el Clan Pacífico y el Eln.

V.A.: ¿A dónde van a ir cuando se acaben las zonas veredales?

R.C.: Pues el punto del Acuerdo del fin de conflicto plantea que la reintegración nuestra a la vida civil se da en lo político, económico y social de acuerdo a nuestros intereses. Y de eso es que nos ocuparemos en la implementación de los acuerdos a partir del día D + 181.