“Los cuerpos son memoria de la violencia”

      

Así lo asegura Carlos Valdés, director de Medicina Legal, quien da detalles sobre cómo cumplen el mandato de la Mesa de Conversaciones para buscar a los desaparecidos.

medicina legal 1Carlos Valdés asumió la dirección de Medicina Legal en 2011. Foto: archivo Semana.No han pasado más de dos meses desde que el Gobierno y las Farc les pidieron al Instituto de Medicina Legal y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que empezaran un plan humanitario para identificar y entregar a personas desaparecidas, y ahora los primeros resultados están a punto de darse a conocer.

Se espera que a mediados de diciembre se entreguen de manera colectiva los restos de 32 personas y en los próximos meses -de manera individual y privada- los de otros 15 desaparecidos, según fuentes de la Fiscalía y de organizaciones civiles consultadas por VerdadAbierta.com.

El Instituto de Medicina Legal ha trabajado durante décadas en la identificación de desaparecidos con razón del conflicto, que casi siempre son exhumados por el CTI de la Fiscalía y la Dijin de la Policía. A su vez, estas dos últimas instituciones también tienen laboratorios para identificar restos óseos. Pero el Gobierno y las Farc eligieron al Instituto y al CICR para ejecutar las labores inmediatas.

En entrevista con VerdadAbierta.com, Valdés asegura que ellos tienen toda la experiencia y los métodos científicos de punta que se requieren y cuenta cómo están haciendo para cumplir con el compromiso que adquirieron ante la Mesa y el país.

VerdadAbierta.com: Usted fue a La Habana casi un mes después de que se conocieran los acuerdos de desaparecidos. ¿Le dieron algún mandato particular o hubo alguna propuesta adicional?

Carlos Valdés: El Instituto (de Medicina Legal) planteó unas estrategias que no son nuevas. La primera propuesta fue acopiar todos los cuerpos no identificados de todo el país para hacerle el estudio forense, que involucra medicina, osteopatología, odontología, antropología y radiología. Ese estudio se complementará con análisis genéticos que están fortalecidos a través de la información que existe en el Banco Nacional de Perfiles Genéticos.

VA: Pero eso no cumple con lo de “inmediato”, que pidió la Mesa.

CV: Fortaleceremos la estrategia que tenemos con la Fiscalía para buscar y analizar cuerpos no identificados que están en los cementerios. A la Mesa se le presentó un estudio de cuáles son lo cementerios en las zonas de mayor conflicto donde hay cuerpos a causa de la guerra y que además no están identificados. Fue así como se plantearon siete cementerios, de los cuales se aprobaron dos para iniciar.

VA: ¿Los resultados que van a presentar es sólo de esos dos cementerios?

CV: No. En la etapa inmediata habrá algunos de los 464 cuerpos que recuperó la Fiscalía en La Macarena, Meta; en Bocas de Satinga, Nariño, donde el total fue de 32 cuerpos, y de una intervención que está finalizando en Cimitarra, Santander, con 72 cuerpos.

VA: ¿Es decir que esto es como el piloto de desminado pero en desaparecidos?

CV: No porque no es un programa piloto. Este procedimiento ya está validado y estandarizado con normas de calidad internacional. Lo hemos hecho desde hace años. Sólo que tenemos un orden porque si queremos resultados para generar confianza, como dice el mandato de la Mesa, en un corto tiempo no se pueden empezar todos a la vez.

VA: En Justicia y Paz, la cantidad de desaparecidos superó las capacidades institucionales para investigar todos los casos. ¿Sí está preparado el banco y las instituciones para buscar y analizar toda la información de desaparecidos que se espera que llegue?

CV: La respuesta es contundente: sí. Hagamos un símil con un banco financiero. Tenemos las sucursales, que serían CTI de Fiscalía, Dijín de Policía y 4 de laboratorios de genética de Medicina Legal. Ellos tienen toda la capacidad de recibir la información y cotejarla dentro de su ámbito.

medicina legal 2Una de las más recientes exhumaciones en cementerios se realizó en Cimitarra, Santander. Foto: cortesía de la Fiscalía General de la Nación.VA: ¿Entonces qué falla?

CV: Necesitamos fortalecer las comunicaciones entre esas instituciones y también al cerebro que integra esas sucursales. También necesitamos un aumento de personal y de presupuesto porque el conocimiento, la experiencia, las técnicas y los laboratorios, están.

VA: ¿Y cuáles son las técnicas que existen en el país?

CV: Somos líderes en Iberoamérica en procedimientos de búsqueda. Además, la sensibilidad de los análisis de identificación ha aumentado de una manera exponencial. Prueba de ello son los resultados en el caso Palacio de Justicia. En el país se están aplicando las técnicas más modernas de extracción, procesamiento y obtención de marcadores de ADN. No sólo se trabaja el ADN nuclear sino también el mitocondrial y el ADN de cromosoma y con un aumento en marcadores. En este momento se estudian 28 marcadores, cuando hasta hace cinco años se trabajaban 15.

VA: Una de las críticas a Justicia y Paz es que exhumaron los cuerpos sin tener información de la persona, previa a la muerte. ¿Están repitiendo el error?

CV: No porque por ejemplo en el Plan Cementerios la primera etapa es documentación con el apoyo del Ministerio del Interior y de la Fiscalía. Medicina Legal recopila toda la documentación de cementerios; de procesos adelantados en su momento, ya sea por jueces de instrucción o por la Fiscalía, y toda la información forense que se obtuvo en su momento cuando el cuerpo fue analizado en cualquier parte de Colombia. Aprendimos que no vamos a exhumar nada que no esté documentado y que la documentación es la que nos dice si exhumar o no.

VA: En el acuerdo, el Gobierno y las Farc se comprometen a entregarle al CICR la información que tengan sobre desaparecidos. ¿Ahí cómo entran la Fiscalía y Medicina Legal?

CV: En efecto, ellos recopilan la información que provean los actores armados para ubicar los sitios donde existan enterramientos clandestinos, es decir fuera de cementerios. Estos pueden ser fosas comunes o tumbas individuales. Pero también son ellos quienes disponen, de acuerdo a sus protocolos, si nos dan o no información a nosotros, a la Fiscalía o la Policía, que también tienen laboratorios de identificación con CTI y Dijin, respectivamente.

VA: ¿La búsqueda en los cementerios va a la par de lo que haga el CICR?

CV: Sí. Es lo mismo que hemos hecho sólo que ahora le damos un impulso.

VA: ¿Qué es lo nuevo entonces?

CV: Estamos fortaleciendo el Sistema de Información de Registro de Cadáveres y Desaparecidos (Sirdec). Allí se guardará toda la información que obtengamos, pues el éxito se garantiza con el buen manejo de los datos.

VA: ¿Cómo funciona esa base de datos?

CV: Organiza toda la información del cadáver que estamos analizando: la necropsia, las huellas, el ADN, qué pertenencias traía, la información de los familiares sobre quién era el desaparecido, la ropa que vestía, la historia clínica y odontológica, etc. Indudablemente se requiere fortalecerla pero ya se cuenta con la estructura. Lo otro es que Medicina Legal se compromete a que aquellos cuerpos de cadáveres no identificados o los sí identificados que las familias no reclaman, jamás volverán a los cementerios para evitar una nueva desaparición.

VA: ¿Y dónde los van a preservar?

CV: Nuestro compromiso es mantener todos los cuerpos en repositorios, que están diseñados técnicamente para que el tejido óseo no se deteriore y en la medida que la ciencia forense avance, existan más posibilidades de identificarlos. Si no cuidamos los cuerpos, dentro de los próximos años las osamentas de hoy estarán destruidas y entonces se perderá la posibilidad de identificarlos y tener memoria de la violencia. No garantizamos que todos los cuerpos se identificarán pero sí que ningún cadáver volverá a la tierra ni a los cementerios.

VA: ¿Esos cuerpos qué tanto pueden aportar a lo que usted llama la memoria de la violencia?

CV: Mucho porque dicen parte de quién era la persona, de qué murió, cómo murió y a veces también dan elementos para señalar posibles responsabilidades. Esa información es la base para la verdad, la reparación y la no repetición.