El ‘Para-Estado’ del Urabá

      
Los paramilitares infiltraron la política del Urabá a todo nivel. Crearon una máquina desde las comunidades para elegir alcaldes, gobernadores y congresistas. La Fiscalía 17 de Justicia y Paz investigó cómo la Casa Castaño diseñó y ejecutó este plan.
Fredy Rendón Herrera alias ‘El Alemán’ ha contado en versiones libres cómo los paramilitares infiltraron el Estado en el Urabá. / Foto archivo Semana

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Cuando las autoridades allanaron la finca Andalucía, en Necoclí (Antioquia), se encontraron todo un ‘botín’ de información. Hallaron una compilación de 72 archivos, entre documentos, audios y videos, que ayudarían a esclarecer el escándalo de la parapolítica en el Urabá, una vasta y rica región que abarca varios municipios de Antioquia, Chocó y Córdoba.

Andalucía era la finca de Jorge Pinzón Arango, el hombre que, según la Fiscalía, fue el enlace clave entre los paramilitares y las comunidades del Urabá, y el coordinador general del proyecto político diseñado por la Casa Castaño para llevar a hombres de su confianza a diversos cargos de elección popular posibles, tanto a nivel local, como regional y nacional.

Fue con los archivos encontrados en esta finca y con las versiones rendidas por los exjefes paramilitares Ever Veloza alias ‘H.H.’, del Bloque Bananeros, y Fredy Rendón alias ‘El Alemán’, del Bloque Élmer Cárdenas, que la Fiscalía 17 de Justiciay Paz confirmó los pactos entre políticos y paramilitares. Sólo en el Urabá antioqueño determinó que 35 políticos tuvieron nexos con las Auc.

En una audiencia que busca legalizar varios delitos al extraditado alias ‘H.H.’, la Fiscalía le contó a un magistrado de Justicia y Paz cómo se tejió la parapolítica en esta zona.

Armas y ‘política’
En 1997 la Casa Castaño diseñó una estrategia para promover pactos con politicos comprometidos con su causa contrainsurgente y apoyarlos en las elecciones, todo ello paralelo al entrenamiento de comandos armados en varias fincas de Córdoba para ‘exportarlos’ a otros departamentos y a la reunificación de los distintos grupos paramilitares del país bajo la sigla Auc (Autodefensas Unidas de Colombia).

Según la Fiscalía, la orden de consolidar alianzas políticas y apoyarlas se la dio Vicente Castaño a alias ‘El Alemán’ durante una reunión realizada en la finca conocida como La 21, una de las bases en Córdoba de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu). Para empezar con un modelo que luego replicarían en la región, los Castaño decidieron primero ganarse a la comunidad y para ello impulsaron en 1998 el movimiento Clamor Campesino del Caribe (Ccc) así como la Asociación Comunitaria de Urabá y Córdoba (Asocomún).

Este proyecto social estuvo bajo la responsabilidad de un hombre inicialmente conocido como ‘Germán Monsalve’ o ‘Carrancho’, quien posteriormente fue identificado como Jairo Rendón Herrera, hermano de alias ‘El Alemán’. Fue el encargado de reclutar simpatizantes para Asocomún, así como para Familias Guardagolfos, un programa que implementaron en San Pedro de Urabá, municipio donde los Castaño también instalaron escuelas de instrucción militar, donde se enseñó a los combatientes a descuartizar y a desaparecer los cuerpos en fosas comunes. Según la Fiscalía, alias ‘Germán Monsalve’  se entregó a la justicia de Estados Unidos y hoy es investigado por una corte federal de ese país por delitos asociados al tráfico de estupefacientes.

Por una nueva orden de Vicente Castaño la Ccc pasó a llamarse Poder Popular Campesino (Ppc) y a partir de 2000 fue llamado Proyecto Político Regional del Urabá, cuando Castaño le ordenó a ‘El Alemán’ llevar el experimento a los municipios del Urabá en Córdoba, Chocó y Antioquia.

“Fue así como el Proyecto se subdividió en tres de acuerdo con las regiones: Proyecto Político Marizco Urabá Cordobés, Proyecto Político Regional Darién Chocoano y Proyecto Político Regional Grande, Unido y en Paz”, explicó un investigador de la Fiscalía. El último correspondió al pacto entre paramilitares y políticos del Urabá antioqueño.

El carrusel de los ‘cuatrillizos’
Para cumplir la orden de Castaño en el Urabá antioqueño, alias ‘El Alemán’ coordinó la idea con Ever Veloza alias ‘H.H.’ y Raúl Hasbún, alias ‘Pedro Bonito’, jefes de los Frentes Turbo y Árlex Hurtado del Bloque Bananero, que operaban en los municipios deTurbo, Apartadó, Carepa, Chigorodó y Mutatá. Al proyecto le sumaron las zonas dominadas por el Bloque Elmer Cárdenas, concentradas en el norte de Urabá, tanto de Antioquia como de Chocó y Córdoba.

En una versión libre del 16 de junio de 2009, alias ‘El Alemán’ contó que el proyecto fue planeado y pactado en Necoclí, en la finca Andalucía de Jorge Pinzón Arango. “El proyecto buscaba llevar representantes del Urabá a la Asamblea, la Cámara y el Senado. Se hicieron varias reuniones en Necoclí. Yo hice la primera en la que le presenté a la gente la propuesta y luego designé a Jorge Pinzón para que coordinara todo e hiciera reuniones individuales”.

La región del Urabá comprende municipios de Antioquia, Córdoba y Chocó. Es considerada como una de las zonas con las tierras más fértiles del país.

Tanto alias ‘H.H.’ como ‘Pedro Bonito’ dispusieron de hombres de su confianza para acompañar a Pinzón Arango. Alias ‘H.H.’ designó a su financiero alias ‘Megateo’ y alias ‘Pedro Bonito’ nombró a su subcomandante alias ‘Cepillo’. Por su parte, ‘El Alemán’ dispuso, además, de su comisario político, alias ‘Negro Asprilla’.

El investigador judicial explicó que los subalternos de los jefes paramilitares se encargaron de hacer campaña en la zona de cada bloque y frente, mientras el coordinador general montó una veeduría, un comité financiero y creó una organización llamada Desarrollo para el Urabá Grande, que se convirtió en el músculo financiero de la campaña. Según la Fiscalía, utilizaron esta figura para evadir impuestos ya que según los libros contables hallados en la finca, las sumas de dinero que entraban al proyecto eran cuantiosas.

“El dinero de la campaña provenía de las múltiples subastas que realizaba ‘El Alemán’ en Virgen del Cobre, una finca en Necoclí que fue propiedad del narcotraficante José Antonio Ocampo alias ‘Pelusa’, y a la que acudían ganaderos de la región para regalar o comprar las mejores reses”, explicó la Fiscalía.

Con esta maquinaria y el terreno abonado con la comunidad, ‘El Alemán’ contó que pactaron el “carrusel de los cuatrillizos”, una estrategia para llevar a la Cámara de Representantes a cuatro representantes en un mismo período. El asunto consistió en rotarse la curul una vez por año, presentando la renuncia y dándole paso al siguiente renglón. Fue así como entre 2002 y 2006 Manuel Darío Ávila, Jesús Doval, Estanislao Ortiz y César Andrade pasaron por el Congreso.

Según ‘El Alemán’, los ‘cuatrillizos’ hicieron llave con el candidato al Senado Rubén Darío Quintero Villada, quien también resultó elegido y fue avalado por el partido Cambio Radical.

“De esta forma fue que los paramilitares promovieron los candidatos por los pueblos. Comenzaron por las juntas de acción comunal, pasaron por los concejos, las alcaldías  y la Asamblea hasta llegar al Congreso”, dijo el investigador de la Fiscalía. Durante la audiencia, fue reproducido uno de los videos hallados en la finca Andalucía que mostró cómo un alcalde de la región firmó un documento con membrete del Bloque Élmer Cárdenas aceptando una alianza con ellos.

A partir de los documentos encontrados y de las investigaciones, la Fiscalía concluyó que 10 políticos de algo rango, entre congresistas y gobernadores, han sido condenados o son investigados por nexos con los bloques Bananero y Élmer Cárdenas.

El ex senador Ramón Antonio Valencia fue condenado a 3 años y nueve meses de prisión; Rubén Darío Quintero Villada a siete años y seis meses de prisión; Humberto de Jesús Builes a 90 meses de prisión, y Juan Carlos Martínez Sinisterra afronta un juicio por ‘parapolítica’ ante la Corte Suprema de Justicia. Los ‘cuatrillizos’ fueron capturados en septiembre de 2010, mientras el exgobernador del Guaviare Óscar de Jesús Cadavid López fue condenado a 90 meses de prisión y el exgobernador y exembajador en República Dominicana, Juan José Cháux, fue llamado a juicio.

Según el informe presentando durante la audiencia, la Fiscalía capturó el 12 de marzo de 2010 a 25 funcionarios públicos del Urabá investigados por nexos con los paramilitares. El 5 de marzo de 2011 el organismo profirió resolución de acusación, es decir formuló cargos y acusó ante un juez competente, a otros 14 funcionarios públicos de la región. En total, en el Urabá antioqueño son investigados 35 funcionarios entre ex alcaldes, excandidatos a cargos de elección popular y hasta exjefes de prensa de los municipios de Arboletes, Apartadó y San Juan de Urabá.

La Fiscalía aclaró que el caso en el Urabá antioqueño es apenas la punta de lanza de una investigación que avanza sobre pactos similares en Córdoba y Chocó. “Señor magistrado sobre estos dos proyectos políticos no podemos dar muchos detalles porque están en etapa de reserva sumarial”, dijo el investigador.

Para el organismo investigador, el proyecto político paramilitar no sólo tuvo como trasfondo la cooptación del Estado para incidir en las decisiones de poder. Estuvo relacionada con el despojo masivo de cientos de hectáreas en el Urabá, donde Vicente Castaño proyectó quedarse con las tierras más ricas para explotarlas con negocios lucrativos como la palma y la ganadería extensiva. En el Urabá, como en otras zonas del país, los líderes campesinos que reclaman estas tierras han sido amenazados y algunos de ellos asesinados (Ver: Los reclamantes de tierras y la muerte en el Urabá).

“Tener un metro cuadrado en el Urabá es mejor que tener una mina, me dijo Vicente Castaño”, recordó alias ‘H.H.’.