¿Uribe llegó a la Presidencia con el apoyo de los ‘paras’?

      
En el debate que el senador Cepeda convocó para hablar del pasado del expresidente y senador y de sus presuntos nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo, expuso cinco puntos, los cuales, según él, son indicios del apoyo que recibió de esos grupos armados para llegar a la Casa de Nariño.

Desde que se desmovilizaron, varios paramilitares han señalado en diferentes instancias que sus grupos armados apoyaron la elección del expresidente Álvaro Uribe en 2002. Foto: archivo Semana.Para las elecciones presidenciales de 2002, el discurso de “mano dura” que entonó el hasta entonces poco conocido a nivel nacional, Álvaro Uribe Vélez, caló en la mayoría de los colombianos, quienes se encontraban atemorizados por los cruentos crímenes de la guerrilla de las Farc y estaban decepcionados por los largos e improductivos diálogos de paz de San Vicente del Caguán en Caquetá.

Uribe tuvo una meteórica candidatura presidencial. En las primeras encuestas sobre intención de voto, el político antioqueño no llegaba a dos dígitos, pero tras el fin de la zona de distensión, de 42 mil kilómetros cuadrados, que el gobierno de Andrés Pastrana creó en el suroriente del país para negociar con las Farc, y su promesa de campaña de combatir frontalmente a los grupos ilegales, despuntó en la carrera para ser el primer mandatario de los colombianos.

Su rápido ascenso culminó con un histórico récord: se convirtió en el primer candidato en ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta desde que se establecieron las nuevasreglas de juego con la Constitución Política de 1991. Uribe cautivó el voto de 5.862.655 colombianos, que equivalían al 53 por ciento de las personas que acudieron a las urnas a la jornada electoral de junio de 2002.

Durante su mandato, Uribe puso en marcha su Política de Seguridad Democrática con la que les propinó fuertes golpes a las guerrillas y también logró la desmovilización de la mayoría de los grupos paramilitares que estaban agrupados en las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).

En medio del proceso de desmovilización de las Auc bajo los acuerdos con el gobierno nacional, establecidos en Santa Fe de Ralito, Córdoba, en julio de 2003, empezaron a circular rumores sobre sus nexos con parte de la clase dirigente del país. Éstos se constataron cuando los jefes desmovilizados comenzaron a confesar sus crímenes en el proceso de justicia transicional contemplado por la Ley 975 de 2005, conocida como de Justicia y Paz, lo que permitió las primeras investigaciones académicas y judiciales que llevaron al destape de la llamada ‘parapolítica’.

En medio de esas versiones, se encuentra la del supuesto apoyo que los grupos paramilitares le dieron a la campaña presidencial de Álvaro Uribe en 2002. El hoy senador y expresidente de la República, siempre ha negado cualquier vinculación con grupos ilegales, y en su defensa argumentó que dichos señalamientos son parte de una “venganza criminal” de delincuentes que están dolidos con él porque los terminó extraditando a Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico en mayo de 2008.

Sin embargo, a lo largo de los años, paramilitares de diferentes regiones del país han salpicado al exmandatario. Algunos de esos señalamientos hicieron parte de los argumentos que Iván Cepeda, senador del Polo Democrático, utilizó en el debate sobre Uribe y sus supuestos nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo.

Los cinco indicios de Cepeda
A modo de conclusión, el senador Cepeda, cuyo padre fue asesinado por militares y paramilitares cuando era congresista por la Unión Patriótica, presentó testimonios y documentos sobre supuestas reuniones de jefes paramilitares para apoyar la candidatura de Álvaro Uribe, presuntos aportes económicos, movilizaciones proselitistas, coerción a otros candidatos y distribución de publicidad política y movilización de votantes.

Uno de los testimonios que más utilizó el senador del Polo fue el del extraditado jefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien en diferentes audiencias del proceso de Justicia y Paz, confesó que supuestamente, Pedro Juan Moreno, exsecretario de gobierno de Antioquia, se reunió con él para pedirle que dejaran de “realizar acciones de objetivo múltiple (masacres) porque eso perjudicaba la campaña de Uribe”.  El exjefe paramilitar aduce que el expresidente sabía de las reuniones de su exsecretario de gobierno con él y los hermanos Vicente y Carlos Castaño Gil.

Durante su intervención, Cepeda expuso cifras recopiladas por el Centro Nacional de Memoria Histórica, las cuales evidencian una reducción de masacres desde 2001, con las cuales trató de demostrar la supuesta relación entre los paramilitares y la campaña presidencial. Pero también es cierto que esos registros pueden ser producto de la preparación para la desmovilización de los grupos que finalmente negociaron un proceso de paz con Uribe en el poder.

Además, según lo citado por el Senador Cepeda, Moreno le dijo a Mancuso que Uribe tenía la intención de hacer un proceso de paz con todos los actores (grupos armados) si ganaba las elecciones. Por esa razón, según el exjefe de los bloques Córdoba, Norte y Catatumbo de las Auc, los paramilitares hicieron una conferencia nacional para “respaldar a un candidato que fuera afín con el movimiento paramilitar” y “se definió el apoyo a Uribe“.  (Ver: Las Auc apoyaron la campaña de Uribe en el 2002: Mancuso)

El senador Cepeda agregó que Mancuso envió respuesta positiva del apoyo a Uribe con Miguel Alfonso de la Espriella y Eleonora Pineda, quienes obtuvieron curules en el Congreso de la República gracias alas alianzas que hicieron con paramilitares de la Costa Caribe, por las cuales ya fueron condenados por concierto para delinquir.

Sobre actos proselitistas, Cepeda citó apartes de una versión libre de Mancuso rendida el 26 de septiembre de 2012, en la que confesó que “organizó una manifestación política a favor de Uribe, a través de Miguel De La Espriella y Eleonora Pineda, en Tierralta, y que en dicho evento se había convenido un encuentro entre él y Álvaro Uribe Vélez, pero no se dio porque el candidato dijo que ‘si se reunían no iba a ser presidente’”.

El Senador del Polo también se refirió al constreñimiento electoral que hicieron los paramilitares en la Costa Caribe en donde crearon distritos electorales para lograr que la mayor cantidad de sus aliados llegaran al Congreso en 2002.

Según Cepeda, “la semana siguiente a los actos en Tierralta estalló la polémica por la injerencia y las presiones paramilitares sobre las campañas electorales a la Presidencia y el Congreso de la República”. Y para demostrar ese control ilegal, citó a Juan Camilo Restrepo, entonces candidato del Partido Conservador, quien para la época declaró que: “En la gira que he realizado en los 20 departamentos que he visitado, he recibido información de que los grupos paramilitares están obstaculizando la acción política plural y sólo permiten proselitismo electoral a los aspirantes impuestos por esas organizaciones ilegales de extrema derecha”.

Sobre la supuesta financiación y ayuda logística de las Auc a la primera campaña presidencial de Uribe, Cepeda mencionó apartes de declaraciones de exjefes de diferentes bloques paramilitares como Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’; Freddy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’; Miguel Ángel Mejía Múnera, alias ‘El Mellizo’; Iván Roberto Duque, alias ‘Ernesto Báez’; Jorge Iván Laverde Zapata, alias ‘El Iguano’, e incluso de la polémica empresaria sucreña de chance Enilse López (‘La Gata’), a quien se le indilgan vínculos con paramilitares. Sobre ‘Ernesto Báez’, exjefe político del Bloque Central Bolívar, citó la siguiente frase: “De los grandes acontecimientos que hemos celebrado en el país es la elección del doctor Uribe Vélez, y todavía, la reelección”.

En reiteradas ocasiones y en diferentes escenarios, el expresidente y hoy senador del Centro Democrático, ha negado con vehemencia todos esos señalamientos y los alude a una “venganza criminal” de quienes sometió a la justicia.

Los ‘paras’ que han salpicado la campaña de Uribe
Una vez los paramilitares entregaron las armas, sus principales jefes fueron postulados al proceso de justicia transicional conocido como Justicia y Paz, en donde deben confesar todos sus delitos y delatar a las personas con las que tuvieron relaciones, para poder recibir una reducción en la pena por sus crímenes. En medio de esa etapa judicial, ante jueces y fiscales de Justicia y Paz, han surgido varios testimonios en contra del expresidente Uribe.

No sólo Salvatore Mancuso ha hablado sobre el supuesto patrocinio de las Auc a la campaña de presidencial de Álvaro Uribe. El 27 de octubre de 2009, desde Estados Unidos, país al que fue extraditado por narcotráfico, Miguel Ángel Mejía Múnera, alias ‘El Mellizo’, le dijo a una fiscal de Justicia y Paz que los hermanos Carlos y Vicente Castaño le ordenaron a todos los bloques y frentes de las Auc que apoyaran la candidatura de Uribe. Y en tono antichavista, agregó: “las Autodefensas pusimos a Uribe, sino tendríamos a un Chávez en Colombia”. (Lea: Yo acuso: ‘Mellizo’ Mejía)

En esa diligencia también dijo que la muerte de su hermano Víctor Manuel y la de Vicente Castaño, estaban relacionadas con los nexos que tenían con la institucionalidad. “(El asesinato de Vicente Castaño) fue prácticamente una orden de la Casa de Nariño porque Castaño sabía demasiadas cosas sobre las relaciones de los ‘paras’ y el gobierno y (la del hermano) porque le pagaba a la ley por todo lado”, confesó.

Otro jefe paramilitar de la Costa Caribe que declaró sobre el supuesto apoyo de las Auc a Uribe fue José Gelves Albarracín, alias ‘El Canoso’, ex jefe político del Frente Resistencia Tayrona. ‘El Canoso’, quien fue subalterno de Hernán Giraldo, confesó que su jefe le ordenó apoyar la campaña de Álvaro Uribe Vélez con 130 millones de pesos. (Lea: Lo que ha dicho ‘el Canoso’ sobre los hermanos Uribe). Además, ‘El Canoso’ también ha hablado de supuestas relaciones de los hijos del expresidente con gente vinculada al paramilitarismo. (Ver: “Antes nos servían whisky ahora nos llaman bandidos”: ‘El Canoso’)

No sólo ante la justicia colombiana han declarado algunos jefes paramilitares sobre el supuesto aopyo que le brindaron al expresidente Uribe para llegar al poder. El 22 de abril de 2009, durante la audiencia condenatoria de Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, en un juzgado de Nueva York, su abogada defensora leyó un comunicado del exjefe ‘para’ al respecto. En éste, leyó que ‘Don Berna’ había aportado mucho dinero a la elección del Presidente y había apoyado en el proceso electoral de las Auc, consideradas terroristas por el gobierno de Estados Unidos desde septiembre de 2001. (Ver: ‘Don Berna’ aseguró que financió campaña presidencial de Uribe en 2001)

También en entrevistas ante los medios de comunicación algunos desmovilizados de las Auc han hablado de su supuesto aporte a la campaña de Uribe en 2002. En abril de 2009, en Radio W, Freddy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, dijo que “el Bloque Elmer Cárdenas apoyó las campañas de los de los representantes y equipos que llevaron a Uribe a la Presidencia de la República. Tengo pruebas documentales”. Y en emisora La Fm dijo que colaboró indirectamente con “trabajo y apoyando a los cuadros de la campaña en las diferentes regiones del país”.

En entrevista con la revista Semana, ‘El Alemán’ dijo que después del fallido proceso de paz en el Caguán con las Farc, “Uribe salió con un discurso igual al de las autodefensas pero desde la institucionalidad. La sociedad colombiana se vuelca a Uribe, y Uribe recogía el pensamiento de las autodefensas. ¿Y quién en Colombia no era un miembro más de las autodefensas, encubierto o descubierto?”. Al ser cuestionado sobre si Carlos Castaño ordenó apoyar Uribe, respondió: “Digamos que sí. Porque Uribe le dijo a las autodefensas y a todos los grupos armados que estaban las puertas abiertas para entrar en un proceso de negociación”. (Ver: “Nos quieren extraditar cuando empezamos a hablar de políticos, militares y empresarios”)

JorgeIván Laverde Zapata, alias ‘El Iguano’, exjefe del Frente Fronteras del Bloque Catatumbo de las Auc, también le dijo a esa revista que los paramilitares de Norte de Santander hicieron un aporte millonario para la campaña y para la propaganda política del ex presidente Uribe en 2002. “Esos dineros salían de la caja menor. El Frente Fronteras contaba conuna caja menor de 100 millones de pesos que se invirtieron en los gastos de movilidad, refrigerios y camisetas”. Según él, ese apoyo se coordinó con miembros locales de la campaña de Álvaro Uribe, con el ex senador Ricardo Elcure y varios alcaldes y concejales de la región. (Ver: Caja menor de los ‘paras’ financió campaña de Uribe: ‘El Iguano’)

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