El proceso de Jorge Noguera

      

En mayo de 2009, el entonces fiscal General, Mario Iguarán, lo acusó de tener nexos con paramilitares. En ese momento empezó a conocerse cómo fue la relación entre las Auc y el ex director del DAS.

Alfredo Correa De Andreis, investigador y académico asesinado por los paramilitares en complicidad con el DAS. 

El fiscal Mario Iguarán estableció en su providencia que Jorge Noguera puso al DAS al servicio de los paramilitares y que les suministró nombres de sindicalistas y profesores que luego fueron asesinados, entre ellos el de Alfredo Correa De Andreis.

Según la acusación, durante el tiempo en que el político samario estuvo al frente del organismo de inteligencia, Noguera pudo haber cometido varios delitos.

Uno de los asesinatos documentados es del sociólogo y profesor universitario Alfredo Correa De Andreis a quien el DAS le hizo un intenso trabajo de inteligencia como lo evidencian los múltiples registros que se hallaron sobre él en las bases de datos de la institución. (ver El agente del DAS y el caso de Correa de Andreis)

El escrito de acusación, de 166 páginas, que documenta otros casos similares al del profesor Correa De Andreis, señalaba la presunta responsabilidad de Noguera por los asesinatos en contra de Zully Esther Codina, Fernando Pisciotti y Adán Pacheco.

Pero además le imputaba concierto para delinquir agravado con relación a una posible amplia colección de órdenes e instrucciones impartidas por Noguera a sus principales subalternos con el propósito expreso de ayudar y proteger a jefes paramilitares como Hernán Giraldo y Rodrigo Tobar Pupo, alias ‘Jorge 40’, ambos hoy extraditados a Estados Unidos.

Destrucción de documentos, abuso de autoridad, concusión y cohecho fueron otros de los cargos que se le formularon en ese momento al ex director del DAS quien ocupó ese cargo desde agosto de 2002 hasta octubre de 2005.

En septiembre de 2009, en audiencia preliminar y a instancias de la Corte Suprema de Justicia, la Sala Penal de ese tribunal decidió que Noguera iría finalmente a juicio por los homicidios del sociólogo Alfredo Correa D’Andreis, Zully Esther Codina y Fernando Pisciotti.

En ese momento, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó cinco cargos contra el ex director del DAS, aunque mantuvo su decisión de declarar nulidad parcial  frente al cargo por el homicidio de Adán Pacheco y por los delitos de concusión y cohecho.

El Alto Tribunal desestimó las acusaciones que relacionaban a Noguera con el asesinato de Adán Alberto Pacheco Rodríguez en mayo de 2005, porque violó el derecho a la defensa de Noguera. Además anuló los delitos de concusión y cohecho considerando que eran materia de otra investigación.

El Alto Tribunal no aceptó la petición de la defensa de Noguera de anular el proceso argumentando que se incurrió en irregularidades al momento de su captura. En ese momento, los abogados del ex director del DAS citaron la decisión que tomó la misma Corte en julio de 2008 cuando anuló todo el proceso contra Noguera Cote y ordenó iniciarlo nuevamente desde la etapa de instrucción.

Durante la misma audiencia preliminar, la Corte Suprema aceptó la mayoría de las pruebas solicitadas por la Fiscalía, la Procuraduría, los representantes de las víctimas y la defensa de Noguera, en donde se destacaban el testimonio de los ex jefes paramilitares Salvatore Mancuso y ‘Jorge 40’, así como de otro director del DAS, Andrés Peñate.

Cargos finales

El primer cargo ratificado por el Alto Tribunal fue el de concierto para delinquir al acusar al ex director del DAS por sus presuntos vínculos con jefes y miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). De acuerdo con la acusación de la Fiscalía presentada en abril de 2009, existe una amplia colección de órdenes e instrucciones impartidas por Noguera a sus principales subalternos con el propósito expreso de ayudar y proteger a jefes paramilitares como Hernán Giraldo y Rodrigo Tobar Pupo, alias ‘Jorge 40’, ambos hoy extraditados a Estados Unidos.

Frente a este cargo, se incluyen también las declaraciones aportadas por el ex jefe de informática del DAS y testigo estrella de la parapolítica, Rafael García, quien le dijo a la Fiscalía que Noguera había puesto al DAS al servicio de ‘Jorge 40’ y Hernán Giraldo desde el inicio de su gestión en 2002. Describió varios encuentros clandestinos del director del DAS con esos jefes paramilitares -la Procuraduría confirmó por lo menos 10- y visitas de personas cercanas a las AUC a la sede principal en Paloquemao para obtener información confidencial. En la medida que la Fiscalía corroboraba los hechos relatados por García, la credibilidad del testigo fue en aumento.

El segundo cargo en contra de Jorge Noguera lo relacionaban con los homicidios del sociólogo Alfredo Correa D’Andreis, Zully Esther Codina y Fernando Pisciotti. Entre los señalamientos fuertes de la Fiscalía se encuentra el que relaciona a Noguera con hechos tan graves como el de haberle suministrado a los paramilitares los nombres de sindicalistas y profesores universitarios que luego fueron asesinados por los paramilitares de la Costa.

El tercer y cuarto cargo contra Noguera Cotes hacían referencia a los delitos de abuso de autoridad y mala utilización de asuntos de reserva,  en donde se acusó directamente a Noguera Cotes de haber utilizado su cargo como director del DAS para favorecer presuntamente sus propios intereses, y en este caso, intereses de terceros representados por grupos paramilitares y narcotraficantes.

Dentro de este caso se incluyen por ejemplo de Sigifredo Puentes, un curtido detective del DAS, quien le contó a la Fiscalía que Noguera había filtrado información a Hernán Giraldo, viejo jefe paramilitar en la Sierra Nevada, sobre una operación de la unidad de lavado de activos en su contra. El ex detective agregó que Noguera paró, recién posesionado, una investigación sobre narcotráfico que involucraba a familiares y amigos. Puentes fue relevado de su cargo y obligado a renunciar. No fue el único que perdió su puesto por denunciar las irregularidades en el DAS.

Finalmente, el último cargo contra Noguera hace referencia al delito de eliminación, alteración y supresión de documento público y relaciona al ex director del DAS, entre otras cosas, con hechos como el del mismo Rafael García, quien fue removido del cargo en enero de 2005 por borrar antecedentes de narcotraficantes y paramilitares. A pesar del escándalo, Noguera salió bien librado. García fue condenado por este hecho, pero dijo que obedecía órdenes de Noguera.