Traición y muerte en la parapolítica del Meta

      
Verdad Abierta reconstruye la sangrienta historia de los lazos entre paramilitares y políticos del Meta entre 2002 y 2007, que involucra a Miguel Arroyave, ‘Don Mario’ y a dos candidatos a la gobernación de ese departamento.

Por Equipo de Verdad Abierta


Euser Rondón hizo pactos con las Autodefensas de Miguel Arroyave y ‘Don Mario’ pero perdió las elecciones a la Gobernación. Poco tiempo después fue asesinado. Foto El Espectador.

Edilberto Castro fue uno de los políticos que terminó condenado por sus vínculos con los paramilitares en el Meta por cuenta del asesinato de Euser Rondón. Foto El Espectador.


Daniel Rendon Herrera ‘Don Mario’, segundo comandante del bloque Centauros. Foto Semana.


Esta es la historia criminal de ‘Don Mario’ (Semana, 15/04/09)
– Las guerras de ‘Don Mario’ (15/04/09)
– Condenas por homicidio de ex alcalde de Villavicencio (Fiscalía, 11/05/09)
– ‘Don Mario’ quiso adueñarse del poder político en el Meta (El Tiempo, 17/04/09)
– Con entidades del Estado de fachada se embolataron 50 mil millones de pesos en el Meta (El Tiempo, 25/06/08)
– Secretros que se llevó el testigo (El Espectador, 20/05/08)
El ‘narco’ y el gobernador (El Espectador, 04/04/08)
– La autoría intelectual de tres homicidios por parte del ex gobernador del Meta oculta un novelesco relato (Semana.com, 09/11/07)
“A Arroyave lo mató el narcotráfico”: ‘Andrés Camilo’ (Semana, 22/11/04)


– Sentencia Corte Suprema de Justicia contra Edilberto Castro (08/11/07)
– Decreto 2037 de 2009: Mininterior da cumplimento a sanción disciplinaria impuesta al Gobernador del departamento del Meta Edilberto Castro (04/06/09)


Miguel Arroyave ‘Arcangel’
Bloque Centauros

La noche anterior a las elecciones del 26 de octubre de 2003, fue una de las peores en la historia de Villavicencio. Si el candidato del Movimiento Equipo Colombia, Euser Rondón Vargas, no ganaba la Gobernación al día siguiente, los paramilitares podrían desatar una ofensiva sin precedentes en el departamento del Meta.

La zozobra que se respiraba en esta capital surgió de la convicción generalizada de que, como había denunciado el candidato por Cambio Radical, Edilberto Castro, sin que las autoridades hicieran algo al respecto, el candidato Rondón parecía tener el respaldo y la financiación de los paramilitares, y si no ganaba la retaliación sería sangrienta.

Resultaba extraño toda la parafernalia de seguridad y plata que rodeaba a Rondón, ex alcalde de El Dorado, Meta (1999-2001), y quien, paradójicamente, fue uno de los galardonados con el Premio Nacional de Paz en 2002, en su calidad de cofundador del Asociación de Municipios del Alto Ariari.

Personas que trabajaron en la campaña de Euser Rondón le dijeron a Verdad Abierta que desde el Alto Ariari, donde los paramilitares tenían sus bases y escuelas de sicarios, los jefes del Bloque Centauros, Miguel Arroyave y Daniel Rendón, alias ‘Don Mario’, enviaban vehículos con bultos de dinero para “persuadir” a los electores a que llevaran a Rendón a la Gobernación en el período 2004-2007.

‘Don Mario’ era el que más consentía con plata a Euser, cada rato le enviaba $200 millones, pero ‘Don Miguel’, en cambio, decía que él gastaba mucho dinero”, dijo un antiguo integrante del Bloque Centauros que hoy deambula, con otros de sus compinches, entre San Martín y Granada. El flujo de dinero que este hombre manejó entre enero y octubre de 2003, de acuerdo con algunas fuentes que conocieron de cerca la campaña, y detractores del candidato de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), pudo llegar hasta los 20 mil millones de pesos. Cifra de la que hasta el mismo Rondón, según dicen testigos, se jactaba en sus correrías o cuando se presentaba ante cualquier líder político que pretendía conquistar.

En los barrios marginales de La Reliquia, Porfía, La Nora, Morichal, Galán y la Comuna Ocho, entre otros, donde tradicionalmente se han definido las elecciones en Meta, se veía a la gente haciendo filas para que Euser, como le decían, les diera dinero con el fin de paliar sus necesidades o pagar los servicios públicos. En ese momento todo el mundo fue “euserianos”. Una práctica normal en Villavicencio, donde buena parte de los votantes practica el transfuguismo político como forma de vivir en épocas electorales.

Lo que sevivió en esa campaña hace seis años en Meta había sido planeado desde tiempo atrás, cuando paramilitares y políticos sellaron un pacto para llevar al Congreso a una mayoría que defendiera los postulados e intereses de las Autodefensas Unidas de Colombia.

El oriente colombiano estaba incluido en este plan. A finales de 2002, Don Mario’ y su paisano de Amalfi (Antioquia), Miguel Arroyave, citaron a una cumbre para sentar la estrategia que permitiera al Bloque Centauros poner a los políticos que le fueran afines en las corporaciones públicas y en los cargos locales en los departamentos de Arauca, Casanare, Guaviare, Guanía, Meta, Vaupés, Vichada, Boyacá, Cundinamarca y en la sabana de Bogotá.

La cita fue en una finca conocida como ‘Noventa’, entre los municipios de El Dorado y San Martín, y a ella asistieron, además de los jefes paramilitares, los políticos Euser Rondón, Henry Beltrán (actual alcalde de Lejanías) y Teodosio Pabón, alias ‘El Profe’ o ‘Andrés Camilo’, quien fue capturado en 2004 y actualmente se encuentra preso en la Cárcel de Cómbita. A la reunión también asistieron otros políticos y mandos paramilitares de otras regiones del Llano.

Verdad Abierta.com intentó comunicarse con Henry Beltrán, alcalde de Lejanías, y además le envió un cuestionario para conocer su versión sobre esta reunión, sin embargo no quiso responder a los interrogantes.

‘Don Mario’ decidió que Euser tenía carisma y debía ser el candidato de las Auc a la Gobernación mientras que Teodosio iría a la Cámara de Representantes. “A Henry lo descartaron porque el ‘Comando Arcángel’ (Miguel Arroyave) decía que era elitista”, dijo uno de los asistentes a la cumbre entrevistado por Verdad Abierta.

Para concretar este proceso el ungido del Bloque Centauros llamó a sus filas a la ex directora de Reinserción del Ministerio del Interior y ex militante del M19, Gloria Quiceno, quien había sido presentada por Henry Beltrán. Euser, según sus ex trabajadores, la nombró gerente de campaña en marzo de 2003, y Quiceno, a su vez, llevó de Medellín al también ex integrante del Eme. Mario Agudelo, quien colaboró en la estrategia política y luego se retiró porque el candidato no le pagaba a tiempo. Agudelo murió tiempo después a causa de una enfermedad terminal.

La disputa en la plaza pública
Euser estaba disputando la Gobernación contra el candidato por Cambio Radical, Edilberto Castro, empresario y dueño de la firma Bioagrícola que pretendía reemplazar en el cargo al Luis Carlos Torres (2000- 2003) del mismo partido. Castro, un ingeniero con solvencia económica, al poco tiempo de saltar a la arena política se dio cuenta de que las cosas con Rondón no serían tan fáciles, sobre todo por el respaldo que tenía su contrincante. El municipio de El Dorado y su vecino San Martín, eran bastiones paramilitares desde finales de los 70 y mediados de los 80, épocas en las que Gonzalo Rodríguez Gacha, Víctor Carranza, el clan de José Galeano, Víctor Feliciano y Héctor Buitrago, comenzaron con sus ejércitos privados los primeros embriones de autodefensas.

Con todo y esto Castro se emocionó al ver que llenaba de público las plazas de algunos municipios del Meta, pero sabía que la plaza fuerte era Villavo, donde estaba la mitad del electorado del departamento, y allí, al igual que Rondón, puso su sede principal. Euser Rondón, candidato de Equipo Colombia, instaló oficinas de campaña en los hoteles del Llano y Gloria, hasta donde también llegaban a pedir cuentas sus financiadoresArcángel’ y ‘Don Mario’, según aseguró una persona que trabajó en el equipo de Rondón y que pidió el anonimato.

Ambos candidatos emprendieron una ofensiva electoral llena de agresiones personales y denuncias mutuas. Castro, abiertamente, le decía a la gente que Rondón era el candidato de las Auc, mientras que su contradictor, cuyo lema era “Cero corrupción”, exponía en la plaza pública al empresario como el representante de este fenómeno y de los contratistas.

“Euser Rondón es ‘para’, decía Edilberto Castro en sus discursos. A su turno, en una especie de contrapunteo, Rondón le respondía: “Sí, soy ‘para’… para acabar la corrupción, para ayudar a la gente”. La contienda tuvo efectos en las calles y las tiendas de barrio, donde la gente se alcanzó a agredir a puños.

Al mismo tiempo, en otro escenario político local igual de complejo al anterior, los aspirantes a la alcaldía de Villavicencio, Germán Chaparro Carrillo, de Colombia Democrática y Heber Balaguera, del Partido Liberal, se peleaban los votos codo a codo en las ocho comunas de la ciudad.

Chaparro, un conservador, camaleón político y ambicioso, era respaldado por el ex alcalde de Villavicencio, Omar López Robayo (2000-2003), quien, según reposa en una investigación de la Fiscalia, le financió la campaña y hasta le pagaba el arriendo y los servicios públicos. A escondidas de su benefactor, Chaparro buscó un pacto de no agresión con Rondón.

El tiempo de la campaña de 2003 se les acabó a los candidatos y llegó el día de las elecciones. En las votaciones para la Alcaldía, el candidato de Colombia Democrática, Chaparro Carrillo, ganó con 55.652 votos, seguido de Heber Balaguera con 33.473 y Raúl Franco 8.998.

En la agria disputa por la Gobernación, en medio de la repartición de mercados y dinero (daban 20 mil pesos por voto), las encuestas radiales y la misma Registraduría, al terminar la tarde, estaban dando el triunfo a Rondón. Pero en momentos en que estaban listos los últimos boletines oficiales, misteriosamente se fue la luz en toda la ciudad, con la sorpresa de que al llegar el fluido eléctrico, Castro apareció ganando con 87.368 votos, en tanto que Rondón registró un total de 84.660.

Los esuristas hicieron una asonada contra la Registraduría, alegando que les habían robado las elecciones. La protesta duró cerca de 20 días hasta que Rondón aceptó que no podía hacer nada, disolvió la protesta y demandó la elección de Castro ante el Consejo de Estado, alegando que el candidato de Cambio Radical estaba inhabilitado.

Así se fraguó el pacto
Meses después de las elecciones, a finales de 2003, se citó a una peculiar reunión en la finca ‘Los Mandarinos’, a dos minutos de El Dorado, principal escondite de Arroyave y ‘Don Mario’. Los visitantes fueron a caballo desde San Martín, donde comenzaba un recorrido que no era desconocido para algunos políticos del Meta, entre ellos el reciente electo alcalde de Villavicencio.

José Raúl Mira Vélez, escolta de los jefes paramilitares, contó a la Fiscalía de esta cumbre: “Eran políticos muy amigos de la organización y a quienes apadrinaban en las campañas…”, y luego mencionó a Euser Rondón y a su hermano Wilmar, a la diputada Nubia Sánchez y al alcalde Germán Chaparro, entre varios otros políticos que hasta ahora están siendo investigados.

Verdad Abierta habló con algunos políticos y asistentes a esta reunión quienes aseguraron que los primeros en llegar a la finca fueron los dos jefes del Bloque Centauros, Arroyave y ‘Don Mario’ y el empresario esmeraldero, Víctor Carranza. Para empezar, “Don Mario y Arroyave preguntaron que si no había arribado Miguel Ángel Rivera Jaramillo, alias ‘W’, jefe del grupo La Especial, un comando paramilitar encargado de ejecutar las órdenes de sus mandos en Villavicencio y Bogotá, donde también estaban al servicio del frente Capital, un apéndice del Bloque Centauros.

Alias ‘W’ se encargaba de dar el visto bueno a cualquier operativo militar que se hiciera en la capital del Meta. En esa misma reunión, según dijo el escolta testigo, se habló de hacer una acción en Villavicencio y a ‘W’ le pidieron ordenar a sus hombres hacer inteligencia para asesinar al que en ese momento era alcalde de la ciudad, Omar López Robayo, y se habló de pagarle 80 millones por el crimen, dinero que ofreció Germán Chaparro, quien paradójicamente había recibido el respaldo del alcalde López para su campaña a la Alcaldía.

“La reunión duró una hora larguita, y cuando se acabó, salí y me encontré con ‘W’ o ‘Wilson’. Él me dijo: marica espere que salió una vuelta buena para hacer en Villavicencio y después de que la hagamos, yo lo pido para acá o lo palanquiamos, no se preocupe que yo lo jalo para Bogotá”, narró el escolta Mira Vélez a la Fiscalía.

El testigo le preguntó que con cuál ‘duro’ era la vuelta, y ‘W’ le respondió: “Con un político que estaba guevoniando mucho”. Dos meses después, es decir, el 22 de febrero de 2004, un grupo desicarios irrumpió en la cancha de fútbol Semillanos, por la vía que de Villavicencio conduce a Puerto López, y asesinó a López Robayo, a dos vigilantes y un policía desarmado que acompañaba al dirigente político regional que estaba en calidad de espectador del partido entre la Alcaldía y “Amigos de Granada” (ver artículo).

El crimen de López Robayo dio origen a un proceso penal en el que fueron vinculados el ex alcalde Germán Chaparro Carrillo y Wilmar Rondón, hermano del candidato perdedor a las elecciones de Gobernación de 2004 (ver artículo). En mayo del año pasado las autoridades confirmaron que el escolta Mira – quien había sido uno de los testigos de la Fiscalía- fue asesinado.

Mientras esta investigación penal avanzaba, se dieron las elecciones de octubre de 2004, que terminaron en la demanda ante el Consejo de Estado por presunto fraude en los comicios contra el gobernador electo Castro. El perdedor, Euser Rondón, y otros políticos como Nubia Sánchez y el ex gobernador Carlos Javier Sabogal, comenzaron a denunciar a Castro por presuntas irregularidades en la contratación de la Gobernación. La procuraduría le abrió un proceso disciplinario por el contrato de compra aparentemente irregular de unos kits escolares por valor de mil millones de pesos.

Según Mira Vélez, y personas cercanas a Rondón, el gobernador Castro intentó congraciarse con los paramilitares que habían apoyado a su contendor Rondón para que éste retirara su demanda y silenciara sus denuncias, ofreciéndoles a cambio, un porcentaje de la contratación oficial. Rondón se opuso, aunque, según los testigos, los mismos jefes de las Auc le ofrecieron 3.500 millones de pesos para que accediera.

Mientras Rondón continuaba acopiando documentos que sustentaran sus denuncias de corrupción contra Castro, en ‘Los Mandarinos’ ya empezaba a incomodar su actitud. Es así como desde esta finca le lanzaron un ultimátum para que desistiera de ellas, como le aseguró a Verdad Abierta una fuente que fue testigo de este episodio. Una petición que coincidió con un hecho que tal vez cambiaría la historia regional: la visita al Congreso de la República, el 28 de julio de 2004, de los negociadores de las Auc en Santa Fe de Ralito, Ramón Isaza, Salvatore Mancuso y alias Ernesto Báez.

Las Auc exigieran a sus políticos locales que llevaran manifestantes al capitolio para manifestar su respaldo a la intervención de los tres negociadores de las autodefensas. Rondón ofreció de a 10 mil pesos por persona a quienes asistieran a la Plaza de Bolívar a apoyar a las Auc, estos hechos fueron confirmados por varios líderes políticos de la región que participaron del mitin. Pero aprovechó la comitiva de 5 mil personas que viajaron desde Villavicencio a Bogotá en 20 buses, para llevarlos también a manifestarse en contra del Consejo de Estado por su demora en decidir el proceso contra el gobernador del Meta.

El cambio de planes que provocó la ira de Vicente Castaño, ‘Don Mario’ y Miguel Arroyave, que estaban siguiendo por televisión, desde un hotel del Centro Internacional de Bogotá, todo lo que sucedía en el Capitolio y la Plaza de Bolívar.

Los testigos consultados por Verdad Abierta, quienes participaron en la marcha y que pidieron omitir sus nombres, aseguran que los jefes paramilitares se reunieron luego en la finca de ‘Los Mandarinos’ para discutir sobre el atrevimiento de Rondón y decidir su muerte. Allí estuvo su hermano Wilmer, quién no se atrevió a decir a decir una sola palabra. Transcurrierondos meses después de la reunión, tiempo en el cual la Procuraduría General de la Nación suspendió del cargo a Edilberto Castro por irregularidades en un contrato del kit escolar.

La noche del 12 de septiembre de 2004, Arroyave citó a Rondón a una casa entre los municipios de Sopó y Briceño, en plena sabana de Bogotá. Encargaron a ‘Diana’, compañera de Teodosio Pabón, para que lo llamara. Rondón pidió a Nubia Sánchez y al ex gobernador Sabogal que lo acompañaran. Al día siguiente los tres fueron encontrados muertos en el baúl de un vehículo cerca al lugar de los hechos.

El crimen de los tres políticos desencadenó una tormenta no solo en los Llanos sino también en Santa Fe de Ralito, donde se encontraba Miguel Arroyave en calidad de miembro del estado mayor negociador de las Auc. El 19 de septiembre de 2004, Arroyave fue citado de urgencia a la inspección de Casibare, jurisdicción de San Martín, donde se estaba planeando la desmovilización de buena parte del bloque Centauros, una máquina de guerra que alcanzó a tener más de 4.000 hombres y que disparó el índice de homicidios en los municipios del Alto Ariari. Ahí mismo, uno de sus hombres lo emboscó y lo asesinó.

La muerte de Arroyave dividió a los paramilitares entre los que le fueron leales y los disidentes, entre ellos Pedro Oliverio Guerrero, alias ‘Cuchillo’, un hombre clave en la organización que se desmovilizó en 2006 con más de 1.200 hombres, pero no volvió a asomar sus narices en Ralito. Mientras el Bloque Centauros quedaba acéfalo, ‘Don Mario’, ocultando su condición de jefe en los Llanos se desmovilizó como uno más del Bloque Elmer Cárdenas de las Auc que comandaba en Urabá, su hermano, alias ‘El Alemán’, en abril de 2006.

En tanto que el paramilitarismo en el Meta se dividía entre paisas (leales) y llaneros (los disidentes hombres de ‘Cuchillo’), el Consejo de Estado despojó del cargo a Edilberto Castro y la Corte Suprema inició el proceso penal en el que finalmente terminó condenado a 40 años de prisión el 8 de noviembre de 2007, por el crimen de los tres políticos (descargar sentencia).

Por estos asesinatos, en 2007, el juzgado Primero Penal de Cundinamarca también condenó a seis paramilitares: Teodoro Pabón Contreras; Oscar Hernando Vanegas Alava; Eduardo Orlando Benavides Martínez; Fernando Augusto Urrego Castro y Jairo Alfonso Correa García.

La Fiscalía 22 de la Unidad de Derechos Humanos ordenó la captura de Germán Chaparro y a Wilmar Rondón por ser sospechosos del asesinato del alcalde Omar López Robayo. Los dos, que se encuentran prófugos de la justicia, fueron llamados a juicio en junio del año pasado por la Fiscalía, determinación que fue confirmada a comienzos de 2009, cuando la Fiscalía dijo que Chaparro no supo explicar cómo que desde su número celular se hicieron varias llamados a lo móviles de los sicarios que asesinaron a López Robayo.

Además, el prófugo Chaparro fue destituido e inhabilitado durante 10 años por la Procuraduría al encontrarlo responsable del contrato irregular por 13 mil millones de pesos firmado con la Administradora de Régimen Subsidiado Tayrona, de quien el propio Presidente de la República dijo que tenía nexos con los grupos paramilitares.

De la reunión de “Los Mandarinos” la justicia colombiana no ha iniciado ninguna investigación, no obstante que dos testigos de las mismas dieron detalles en las investigaciones por los asesinatos del ex alcalde de Villavicencio, Ómar López Roballo; del ex candidato a la gobernación, Euser Rondón; la ex diputada del Meta, Nubia Sánchez y del ex gobernador del Meta, Javier Sabogal.

Wilmar Rondón terminó acompañando en su aspiración electoral a Juan Manuel González del Partido de la U (ver artículo), en las elecciones atípicas en las que ganó la Gobernación 2006 por un período de un año, en unas elecciones atípicas para reemplazar a Castro. Comicios en los que también se insistió en las denuncias de financiación por parte de grupos delincuenciales. Sin embargo, González ha dicho en medios locales que cuando conoció a Wilmar Rondón, no tenía ningún proceso. Así mismo, Rondón ayudó a su cuñada Fabiola Olaya, la viuda de Euser, a llegar a la Cámara de Representantes. Ella tiene una indagación preliminar por para-política.

A fines de 2006, en un allanamiento de la Sijín en la finca Casa de Teja, en el municipio de Cubarral, se encontraron una libreta con nombres de personas que iban a ser asesinadas, armas, uniformes camuflados y droga. Los policías también hallaron allí un recibo de luz a nombre de Guillermo Rondón Vargas, alias ‘Lalo’, hermano de Wilmer y del asesinado Euser. Esto dio lugar a la apertura del proceso 164.666 de la Fiscalía 17 Delegada ante los jueces penales del circuito de Villavicencio, expediente en el que nuevamente aparecen los nombres de ‘Don Mario’ y Wilmar Rondón. Allí también hay indicios, según Mira Vélez, de que ‘Lalo’ le había vendido a los jefes de las Auc las fincas ‘Casa Roja’ y ‘Los Mandarinos’. Ésta última fue donde se planearon los múltiples asesinatos de los dirigentes del Meta.

Durante la campaña del actual gobernador Darío Vásquez circularon unas conversaciones entre este último y el extraditable Carlos Aguirre, donde quedó sobre el tapete una supuesta financiación de su campaña por parte de Aguirre (ver artículo). Con este nuevo episodio, pareciera que en el Llano los políticos no escarmientan.

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