El precio que pagó la Anuc por querer la tierra que trabajaban

      
Los líderes de la Asociación de Usuarios Campesinos, sistemáticamente perseguidos por más de 30 años, fueron justos que pagaron por pecadores.


Los campesinos de la ANUC pagaron el precio más alto por reclamar las tierras donde trabajaban.

Especial multimedia sobre los Montes de María

“Creada por el Decreto 755 de 1967 del gobierno nacional y puesta a andar según la Resolución 61 del 7 de febrero de 1968 del Ministerio de Agricultura, la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) se vio sujeta a un rápido desarrollo que incluyó: la realización de un Primer Congreso de movilización ( Bogotá, junio 1970). la aprobación de una Plataforma Ideológica (Villa del Rosario, 5 de junio de 1971), la expedición de un Mandato Campesino (Fúquene. 22 de agosto de 197 I), el Segundo Congreso de reorientación y confrontación (Sincelejo, julio de 1972), el Tercer Congreso de escisión (Bogotá, agosto de 1974) y el Cuarto Congreso de politización y reflujo (Tómala, febrero de 1977). La ANUC llegó a encarnar el mayor movimiento de masas del presente siglo en el país.

En el caso de Sucre, donde la ANUC tuvo uno de sus principales motores, hubo un antecedente inmediato que ayuda a explicar el rápido surgir del movimiento en esta parte del país. Además del trabajo subterráneo y eficaz de los miembros del Partido Comunista Marxista-Leninista (PCML) en la región de sabanas, ya mencionado, se constituyó un Movimiento Popular de Unidad Liberal (MOPUL) (fundado por el dirigente de Colosó, doctor Apolinar Díaz Callejas, junto con Víctor Urdaneta V. y Benjamín Calle Carrascal) que fue como un puente hacia la ANUC al suavizar el innovador impacto de ésta, especialmente entre elementos del partido conservador como Francisco “Pacho” Barrios, dirigente campesino de Betulia en el corazón de las sabanas y el abogado Santiago Imbett Campos, de San Benito Abad.

Otros campesinos sucreños que se distinguieron en la etapa formativa con el MOPUL fueron Ramiro Jiménez (Ovejas) y Froilán Rivera (San Pedro). El hecho de que Díaz Callejas llegara a ser gobernador de Sucre (1968-1969) y que el presidente Carlos Lleras Restrepo dispusiera hacer de este departamento como una vitrina de la ANUC (con dramática presentación personal que hizo en el coliseo de Sincelejo, y al apoyar la destitución de alcaldes que “no le marcharan” al plan) puso elementos de poder en manos de las clases trabajadoras locales, por primera vez en mucho tiempo.

No es sorprendente, por lo mismo, que Sucre hubiera desempeñado un papel de vanguardia en el movimiento campesino colombiano contemporáneo, y que en los momentos de decisión sus masas hubieran corrido hacia la radicalización. No por nada se identificó el militante sector que allí se formalizó como “línea Sincelejo”, en contraste con la entreguista “línea Armenia”, oficial”. Tomado del libro “Historia doble de la Costa” de Orlando Fals Borda. Del capítulo 8. El Destello de la Anuc, Tomo IV, Retorno a la Tierra.

Hablan los líderes
Entrevista con Alejo Suárez, uno de los más antiguos dirigentes de la Asociación de Usuarios Campesinos:
Lleras creó el movimiento campesino, y este creció muy rápido. Era un movimiento solidario, la ética colectiva venia en la sangre. Eso produjo mucho miedo entre los terratenientes, fue tanto el miedo que abandonaron las fiestas de toros. Los campesinos  dejaron de recogerles votos en las veredas donde tenían sus feudos electorales, y dejaron de venderles las hijas.

No era un movimiento de izquierda, era campesino de resistencia comunitaria, de reacción y recuperación de tierras y la tierra para el que la trabaja. La izquierda colombiana  fue enemiga de la organización campesina. La veían como el colchón funcional a la burguesía. Donde la organización campesina fue fuerte, la guerrilla no pegó. De ahí luego la actitud criminal de la guerrilla contra el campesino.

Los campesinos recuperamos 122.400 hectáreas de tierra desde los 70 hasta mediados de los 80. Se construyeron 320 empresas asociativas comunitarias que obligo al gobierno a sacar el decreto 2073 de 1973.  El movimiento campesino se opuso a ese decreto porque los terrenos quedaban en prenda al Banco Ganadero y la Caja agraria, o sean no eran de las asociaciones sino de los bancos. Fuimos ineficaces en montar un modelo de desarrollo económico alternativo desde lo popular. El movimiento campesino perdió vigor e iniciativa. Se embarcaron en peleas políticas.

Las élites de la Costa aprovecharon para eliminar a varios dirigentescampesinos.  Asesinaron a Jairo, líder campesino de Ovejas. Cuando el Estatuto de Seguridad (1978) hubo una lista hecha por el Ejército para detener a 75 líderes campesinos encabezados por mí, acusados de ser del M-19.  Se llevaron a 18 líderes y fueron torturados. A Iván Salgado, el más inteligente, lo torturaron tanto que lo dejaron aniquilado.  A Marley Vives, le pusieron choques eléctricos, a José Ángel Bohórquez (hoy líder de desplazados) lo torturaron también.

Hubo 500 campesinos detenidos. A Froilán Rivera y a Pepe (Miguel) Gamboa les montaron el secuestro y asesinato de Gloria Lara. No eran ellos, pues tenían una postura rabiosa en contra de las armas. Después el asesinato de Ovidio Asia, la desaparición de Honorio Cuello, y otras muertes.

En los 80 siguieron las muertes selectivas de los dirigentes campesinos.

Entrevista con Ramiro Chamorro, campesino y presidente de Anuc 86-91:
Vivo en Corozal, Sucre desde hace 30 años. Los campesinos se metieron en las tierras.  En 1971 hubo cien tomas, en el 72 mataron a Ansermo Mendoza, primer campesino asesinado y en el 74 a Segundo Salazar, dos muertos en toda la lucha.

En 1976, en el congreso campesino, unos se fueron hacia el gobierno y otros a la izquierda, se rompió la organización. Se crearon los sectores 21 de febrero, la ORP, los minoritarios, los independientes. En 88-89 los minoritarios se unieron en Anuc: unidad y reestructuración y línea Sincelejo. En 1987 nacieron las bandas de “pájaros” que empezaron a perseguir dirigentes campesinos.

Después del 93-94 entró las Farc muy agresiva. Me tocó decirles que iban a traer muchas muertes. No dejaron a los campesinos actuar, mataron activistas campesinos. Yo me enfrenté con la guerrilla. La guerrilla mató a tres campesinos en Naranjal, no dejaban votar. Los grandes terratenientes nos pedían a la Anuc que negociáramos tierras. Y hubo gente que les negoció.
 
Yo me afilié a la CRS después de que esta se desmovilizara y aspiré al concejo de Sincelejo por circunscripción especial. Después del 95, el ejército dijo que no permitirían reuniones de la Anuc, ni acciones comunitarias, que eran embriones de guerrillas. Yo soy muy frentero y les dije que no estaba de acuerdo.

Como en el 2000 vinieron personas de civil a decir que donde estaba yo. Me pusieron un sufragio. Mataron a los 24 de la Anuc que les habían llevado sufragios, nos venían como guerrilla. Años después, en 2006, el mismo 7 de agosto, me pusieron preso, acusado de ser guerrillero de las Farc. Yo le había hecho campaña por el Polo. No lo demostraron y salí libre. Fueron 4.000 los detenidos en los Montes de María, había un detenido en cada hogar.

Entrevista con Dagoberto Villadiego, actual líder de la Anuc:  
Esta organización nació de los campesinos, la mayoría analfabeta. Logró interpretarlos. Tocábamos la flauta y ellos salían. Habíamos ganado la batalla de recuperar 120 mil hectáreas por invasiones directas y el gobierno tuvo que comprarlas.  La clase terrateniente de Sucre y de Córdoba vieron a la organización como enemiga y nos achacaron ser guerrilleros y subversivos y trajeron a los ‘paras’. Las Farc sí tuvo incidencia en la organización, pero en las bases no en la dirigencia, y si venían los guerrilleros les daban yuca, pero la guerrilla no se los ganó porque sólo hizo trabajo militar. “Yo me enfrente a las Farc varias veces porque yo veía que no estaba bien utilizar al campesino en su lucha”.

Mataron a las cabezas de la Anuc. Yo tuve que esconderme, yo era de la UP. Cuando mataron a Guillermo Montero en 1997, hicimos una reunión a escondidas y sacamos de la región a la esposa de Guillermo, Nancy que era líder de mujeres campesinas. Diseñamos nuestra propia estrategia. No salir de noche, de día sólo donde había gente. Nos propusimos convencer a las autoridades de que nosotros no éramos guerrilleros, contodos alcaldes, gobernadores, desde 1995. Era un peligro hacer reuniones. La Ley nos detenía. Se veían dos o tres camiones diarios de gente detenida en Colosó, Ovejas, Sincelejo, la mayoría asociados nuestros.

Se sentía dentro de la gente ese desespero. No se oía nada, nadie decía nada.  Yo pensaba ¿me escondo? Pero seguí orientando a la gente por medio de otros. Tenía una parcela para sostenerme y a veces me quedaba allá,  a veces en Sincelejo. Una noche me fueron a buscar. Y eso que yo no fui de los más perseguidos. Teníamos como 10 mil afiliados en Sucre. En 99-2003, ya quedaban como unos 2 mil en núcleos. Nos pusieron una bomba en la oficina y nos destruyeron todo, no tenemos archivo.

Las masacres buscaban debilitarnos las bases. Después todo el mundo se fue. Eso quedo solo. La principal que nos afectó fue la Pichilín, en Colosó en diciembre de 1996. El 80 por ciento de la gente estaba en la Anuc. Fue la que más nos golpeó. Eran pequeños y medianos propietarios y eso se hizo para destruir a la organización.

Ahora voy con la Anuc por todos los municipios, hay mesas campesinas. Es lo que más verraquera me da que la gente ya está volviendo a organizarse y vamos pa’ lante.

Estos son algunos de los dirigentes de la Asociación de Usuarios Campesinos que fueron victimizados:

Matías Funes:  dirigente campesino que participó en las tomas de tierras de los setenta con la Anuc, fue atacado en su casa el 19 de mayo de 1992.

Moisés Narváez Gómez:  era tesorero de la Anuc en Sincelejo. Lo amenazaron de muerte y a los 20 días lo mataron. Así lo registró  El Tiempo del 7 de julio de 1992:  “La violencia en el norte del país no da tregua. Ayer fue acribillado en Sincelejo un funcionario de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC). La Policía dijo que el fiscal de la ANUC, Moisés Narváez Gómez, de 52 años, fue muerto por dos hombres al mediodía del domingo en la calle Nariño, centro de Sincelejo”. Averiguaciones que hicieron después apuntaron a que miembros de los organismos de seguridad pudieron estar involucrados.

Francisco “Pacho” Barrios: era originario de Betulia, y líder campesino de la línea más conservadora,  que llegó a ser fiscal nacional de la Anuc. Aunque la prensa no registró su muerte, sus compañeros aseguran que fue envenenado a comienzos de los años 90.  

Ramiro Jiménez: había sido líder de una de las pujas por tierras más larga y luchada, en de la enorme finca  ‘Mula’ en el municipio de Palmitos, que duró 17 años hasta que consiguieron que les titularan tierras. Tenía una parcela en Santa Rita, hacia tiempo que ya no era dirigente campesino, y le fueron a robar el ganado y él denunció a la Policía a los tipos que reconoció, algunos eran de la Armada y otros de los Meza. Un hacendado le mandó decir que mejor no prosiguiera con su denuncia, pero él no reparó en la advertencia. Meses después, el 27 de septiembre de 1993 mataron a Jiménez.
 
Rodrigo Montes:  cartagenero dirigente de la Anuc y concejal de Ovejas. El 21 de noviembre de 1994 lo asesinaron en un billar en Ovejas. Gente del pueblo linchó al asesino y le encontró entre los bolsillos teléfonos de personal de la Armada y de miembros de una banda, según un testigo que no pudo denunciarlo en su momento pues fue amenazado. Otro testigo dijo que enterraron al asesino, y a los pocos días vinieron siete vehículos de la Armada a llevárselo.

Cinco años después el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Sincelejo condenó a Orlando, Manuel Antonio, Adalberto, Ferney, Aroldo Segundo Meza de la Rosa y a Alejandro o Joaquín Meza Meza, integrantes de la llamada banda de Los Meza por este homicidio.  

Antonio Ferradanis:  fue presidente de la Anuc  y consejero del Centro Integral del Sector Agropecuario (CAISA) del SENA, en San Juan Nepomuceno. Después de haber recibido amenazas, lo mataron  en el barrio Guarumal de San Juan el 6 de mayo de 1996. La policía capturó al asesino, pero según la confesión realizada en 1997a la justicia  de Edwin Zambrano, integrante de los primeros paramilitares de esa región, la policía le cambió el arma para que cuando lo fueran a investigar no hubiera prueba.

Guillermo Montero: apreciado presidente de la Anuc de Sucre. Lo calumniaron y cayó preso en 1994. Un dirigente agrario cuenta que un tipo de apellido Romero intentó matar al Guillermo Montero. Los mismos campesinos, que lo agarraron, le encontraron un cheque de la banda ‘Los Macarenos’ de Betulia y se lo llevaron a la autoridad,  Pero ésta lo liberó a los pocos días. Dos o tres años después, el 10 de junio de 1997, el mismo Romero mató a Montero en pleno centro de Sincelejo y sus dos escoltas de apellidos Camargo y Muñoz fueron desaparecidos. Empezaron los asesinatos selectivos.

Francisco Chamorro:  dirigente de Anuc  y ex concejal en Ovejas y líder campesino departamental. Fue abaleado por paramilitares en una incursión que hicieron entre el 26 y 27 de febrero de 1997 en varios corregimientos de Ovejas, en la que mataron a otras seis  personas.

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