Hernán Henao, antropólogo asesinado

      
Brillante antropólogo de Medellín investigaba sobre los desplazados en los barrios populares, cuando lo asesinaron en la universidad de Antioquia en 1999.


Hernán Henao, asesinado en su oficina de Medellín en 1999.

Hernán Henao nació en Manizales el 3 de noviembre de 1945. Después de obtener su bachillerato en el colegio San José de Medellín, se fue a Bogotá donde estudió antropología en la Universidad Nacional. Sus primeras investigaciones fueron sobre comunidades indígenas de Vaupés y de Nariño. En 1979  se especializó en la universidad de California en Berkley, Estados Unidos. Obtuvo además un diplomado en filología inglesa de la Universidad de Nueva York y otro en investigación en ciencias sociales de la Universidad de Antioquia.

Sus amigos lo recuerdan como un soñador, un visionario que creía en una sociedad más equitativa. Dejó una marca profunda en la Universidad de Antioquia donde fue profesor, decano de la facultad de Ciencias Sociales, director del departamento de Antropología y director del Instituto de Estudios Regionales (INER), un equipo multidisciplinario de investigadores sociales que impulsó desde su fundación. En la universidad también conoció a su esposa Dora Tamayo, profesora de literatura, con la que tuvo dos hijas.

Henao publicó más de 80 títulos, investigaciones sobre violencia, desplazados, derechos humanos y desarrollo urbano del país. Sus reflexiones eran consideradas de vanguardia y muy críticas con la realidad social y política de Colombia.

Frente a las amenazas de diversos grupos armados de la estaba siendo objeto la Universidad de Antioquia, promocionó el campus universitario como un territorio de paz.

El martes 4 de mayo de 1999 a las 4 de la tarde, dos hombres y una mujer irrumpieron a la sede del INER. “No se asusten, es una toma pacífica”, dijeron mientras se ponían pasamontañas. Sacaron a Henao de una reunión de trabajo y lo llevaron a un cubículo donde lo asesinaron con tres disparos de pistola.
 
“La mujer nos obligó a tirarnos en el piso, mientras que los dos hombres se llevaron al director hasta la sala de espera y le dispararon. Como si nada hubiera pasado las tres personas abandonaron el sitio”, recordó uno de los testigos del crimen.

Cuando lo mataron Henao dirigía una investigación sobre el plan de ordenamiento territorial de Urabá y era director general del proyecto de impacto ambiental de la línea eléctrica Sabanalarga-Fundación.

Después de su muerte el entonces rector de la universidad, Jaime Restrepo Cuartas, destacó que “el doctor Hernán Henao Delgado no era un defensor de los derechos humanos en el sentido político que se ha dado a esa connotación. Era un investigador de las regiones, un buscador de caminos sólidos para conducir el proceso de regionalización de la universidad”.

Alonso Salazar, alcalde de Medellín, recordó a Hernán Henaocomo un hombre con “capacidad de construir la esperanza, que siempre tuvo la convicción de que la violencia, cualquiera de ellas, era la negación de la política, de la cultura, la negación de la construcción de la sociedad, por eso proclamó el diálogo incansablemente”.

La verdad

En esa época, diversas voces de universitarias llamaron la atención sobre la forma similar cómo actuaron los victimarios en este asesinato y en el del abogado y defensor de derechos humanos, José María Valle Valle Jaramillo, ocurrido el 27 de febrero de 1998 en su oficina del centro de Medellín.

Poco después del asesinato en un comunicado las autodefensas negaron su responsabilidad en el asesinato del profesor pero en el libro Mi confesión, Carlos Castaño declaró que ordenó asesinar a Henao porque, según creyó, colaboraba con la guerrilla y por escribir un libro contra las autodefensas que fue difundido en Europa.

La justicia

En junio de 2006 Carlos Castaño fue acusado por la Fiscalía como autor intelectual del crimen de Hernán Henao. Entre los móviles que evocó la Fiscalía en la acusación están las investigaciones de Henao realizadas entre 1997 y 1998 sobre las familias desplazadas por la violencia en el Urabá antioqueño.

Carlos Castaño fue asesinado en 2004 por los paramilitares y hasta ahora la investigación no ha dado resultados.

La reparación

La familia no ha recibido ninguna indemnización hasta ahora.