El alumno de Yair Klein

      
En versión libre ante la Fiscalía, Gerardo Zuluaga, alias ‘Ponzoña’, segundo al mando de las autodefensas de Puerto Boyacá, confesó a un fiscal de la Unidad de Justicia y Paz la forma en la que el mercenario Israelí Yair Klein lo entrenó para la guerra.
En breve: En una versión libre ante el fiscal 28 de Justicia y Paz, Gerardo Zuluaga, alias ‘Ponzoña’, relató cómo fue entrenado por Yair Klein y confesó el reclutamiento de 45 menores de edad en Puerto Boyacá.

Nombres de paramilitares que menciona: Gonzalo y Henry de Jesús Pérez, ‘Ariel Otero’ y ‘César’.

Lugares que menciona: Municipio de Cimitarra, Santander; Municipio de Puerto Boyacá, Boyacá y La Sabana del Yarí, Caquetá.


El ex militar israelita Yair Klein es solicitado por la justicia colombiana por los delitos de concierto para delinquir y colaboración en la conformación de grupos de autodefensa. Foto: Archivo Semana.

‘El Escorpión’ entrenado para matar
– Captura de Yair Klein


Perfil de Gonzalo y Henry de Jesús Pérez
– Perfil de ‘Ernesto Báez’
– Perfil de ‘Botalón’


– Los decretos 2047 y 3030 de 1990 y 303 de 1991 con los que se desmovilizó alias ‘Ponzoña’.

Gerardo Zuluaga era un cafetero del departamento de Santander, allí curso año y medio de colegio antes de quedar huérfano a los 10 años. Miembro de una familia humilde decidió viajar a la vereda de San Fernando en el municipio de Cimitarra siguiendo la invitación de uno de sus hermanos que le prometió mejores posibilidades laborales.

En 1983 Zuluaga dejó el municipio de Cimitarra escapando del reclutamiento de la guerrilla que le dio un plazo de 15 días para ingresar a sus filas, desde entonces trabajó como administrador de un bar en Santa Rosa de Cabal en Risaralda acompañado de Álvaro Sepúlveda, alias ‘César’, con quien apenas un año después decidiría ingresar al grupo de paramilitares comandadopor la familia Pérez en Puerto Boyacá.

Alias ‘Ponzoña’, como fue conocido dentro de las filas de los paramilitares comandados por Gonzalo y Henry de Jesús Pérez, ingresó a las autodefensas en 1984, su trasegar al interior de los paramilitares no solo marcó su cuerpo con múltiples cicatrices producto de más de 20 años de guerra ; ‘Ponzoña’ fue uno de los primeros “pupilos” de Yair Klein, un alumno destacado que con el tiempo llegó a convertirse en el segundo al mando de uno de los grupos de autodefensa más sanguinarios del país.

Su primer encargo consistió en vigilar las fincas de algunos terratenientes hasta 1986 cuando fue enviado a la Sabana del Yarí, en el departamento de Caquetá, para combatir a la guerrilla con un grupo de 25 paramilitares comandados por Luis Eduardo Ramírez, alias ‘El Zarco’ y su segundo Ubaldo Patino, alias ‘Taladro’.

Después de casi un año de combate en Caquetá, ‘Ponzoña’ se trasladó a Puerto Boyacá en 1987. El grupo de paramilitares llegó a Villavicencio en avión de ahí fueron trasladados en bus. Apenas unos meses después ‘Ponzoña’ fue seleccionado por sus “habilidades” para el combate para tomar un curso de guerra en la “Base 50” , un campamento paramilitar ubicado en la finca La Granja en el poblado El Ariza, en el municipio de Cimitarra.

La instrucción comenzó en 1988 a cargo de tres mercenarios Israelitas, entre ellos figuraba el ex militar Yair Klein, quien actualmente es solicitado por la justicia colombiana por colaboración en la conformación de grupos de autodefensa. Detrás de su macabro paso por Colombia se encuentran las bandas de sicarios que luego crecieron hasta convertirse en una federación agrupada en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Entre el grupo de alumnos se encontraba Alonso de Jesús Vaquero, alias ‘El Negro Vladimir’, autor material del asesinato de cientos de miembros de la U.P; los alias ‘Chilingo’, ‘Pequeño’, ‘Cochice’, ‘Gerónimo’ y cinco ‘Pachunos’ pertenecientes a las autodefensas del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias ‘El Mexicano’.

Gerardo Zuluaga, alias ‘Ponzoña’, segundo al mando de las Autodefensas de Puerto Boyacá. Foto: Fiscalía.

El entrenamiento tuvo una duración de un mes, durante ese tiempo, los israelitas enseñaron a los paramilitares técnicas de guerra haciendo énfasis en su preparación física, entre ellas la desactivación de explosivos y curso de francotiradores: “hacíamos recorridos diarios de 8 kilómetros” aseguró ‘Ponzoña’.

“Nos dijeron que un guerrillero o un auxiliador de la guerrilla, ubicado en un sitio clave, nos podía hacer mucho daño. Entonces salimos a perseguir a los colaboradores y al brazo armado de las Farc. Y les dimos muy duro. Al que detectábamos, le dábamos. Fue apasionante ser alumno de Klein”, comentó ‘Vladimir’ en una entrevista con SEMANA.

No es la primera vez que Verdad Abierta documenta la versión libre de un paramilitar entrenado por Yair Klein, el mismo ‘Pozoña’ en versión libre admitió que el mercenario israelita extendió sus tentáculos a diferentes zonas del país. Uno de los casos emblemáticos es el de ‘El Escorpión’ un paramilitar responsable por la realización de varios asesinatos que fue entrenado por Klein para matar sin dejar rastro. (ver atículo completo)

Después del entrenamiento, ‘Ponzoña’ fue trasladado al Putumayo en el mes de marzo; allí fue seriamente herido en un combate con la guerrilla el 15 de julio de 1988 desde entonces jamás volvió a participar en la guerra como combatiente, pero no dejó de colaborar con las autodefensas haciéndose cargo de los heridos, incluso recibió sueldo durante el proceso de desmovilización del gobierno Gaviria.

En la administración de Cesar Gaviria (1990-1994), las autodefensas, que habían crecido de la mano del narcotráfico, se sometieron a la justicia y en varias regiones hicieron entrega de armas, acogiéndose a un proceso de desmovilización en 1991(ver los decretos 2047 y 3030 de 1990 y 303) , que contemplaban reducción de penas de la mano con una confesión voluntaria. En este momento, fueron tres los grupos que se sometieron a la justicia: un reducto compuesto por cerca de 200 hombres del grupo de Rodríguez Gacha en Pacho (Cundinamarca), el que actuó en Puerto Boyacá, al mando de ‘Ariel Otero’, con cerca de 400 integrantes y el de Fidel Castaño que entregó 600 fusiles, así como varias haciendas en su zona de influencia en Córdoba y Urabá

A pesar de intentar mantenerse alejado de la guerra durante algunos años, en 1995 ‘Ponzoña’ reinició su vida paramilitar aceptando la invitación que Arnubio Triana Mahecha, alias ‘Botalón’, le hizo para ingresar a su grupo de autodefensas como segundo al mando. Desde entonces se encargó de administrar las finanzas de los paramilitares y de remplazar a ‘Botalón’ cuando no estaba presente hasta el 2006, fecha en la que volvió a desmovilizarse, esta vez con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Este bloque paramilitar es la herencia directa de lo que en su momento fue conocido como el “Modelo Puerto Boyacá”, que en los años 80 sirvió de ejemplo para la expansión del paramilitarismo. Su origen es el año 1982 cuando el entonces alcalde militar del municipio Oscar Echandía, otras organizaciones locales y miembros del ejército (Batallón Bárbula No. 3 y la XIV Brigada), deciden organizarse para combatir a la guerrilla, y más adelante, con la financiación del narcotráfico a cualquier tipo de organización que pareciera estar aliada con ésta.

Su principal inspirador político fue Pablo Emilio Guarin y la Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio ACDEGAM de la cual hacían parte los principales comandantes militaresdel grupo, Gonzalo de Jesús Pérez y sus hijos Henry y Marcelo Pérez, junto a Nelson Lesmes, Carlos Lesmes, Luis Rubio e Iván Roberto Duque, quien más tarde se haría llamar ‘Ernesto Báez’. Tras la muerte de Henry Pérez asume el mando ‘Ariel Otero’, quien decide acogerse a un proceso de desmovilización concretado a instancias de negociaciones secretas con el gobierno. Luego de su muerte y tras sucesivos asesinatos, en 1997 el mando es asignado a un mando medio de la organización, Arnubio Triana Mahecha alias ‘Botalón’.

Los niños de ‘Botalón’

El pasado 12 y 13 de febrero ‘Ponzoña’ rindió versión libre ante el despacho 28 de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía allí comenzó a confesar algunos de los crímenes cometidos por los paramilitares durante las dos décadas en las que Puerto Boyacá consiguió hacerse con el título de “Capital Antisubversiva de Colombia”.

Durante los dos días de diligencia ante la Fiscal Doris Raquel Agudelo, el ex jefe paramilitar, que permanece libre (en su contra no existe ningún proceso legal vigente), confesó la forma cómo los paramilitares reclutaron a 82 menores de edad en Santander, Boyacá, Antioquia y Cundinamarca.

Verdad Abierta conoció el listado de menores que, después de haber sido reclutados por las autodefensas de Puerto Boyacá, se desmovilizaron ante el Comisionado para la Paz en enero de 2006, en la Vereda “El Marfil”, municipio de Puerto Boyacá (Boyacá), con 742 miembros y 316 armas.

Cuarenta y cinco casos de los 82 presentados por la defensa de ‘Ponzoña’ han sido confirmados por la Fiscalía que actualmente adelanta investigaciones por más de 105 jóvenes que ingresaron a las autodefensas siendo menores de edad. Entre los casos más alarmantes se encuentran el reclutamiento de cuatro menores nacidos en 1987.

“No teníamos motivos especiales para reclutar menores, algunos de ellos insistían en ingresar porque les daba nombre, también por el trabajo porque no había muchas posibilidades laborales. A algunos jóvenes les gustan las armas”, aseguró.

La próxima versión libre de alias ‘Ponzoña’ está programada para finales del mes de abril del 2009. Ahora le corresponderá a la Justicia determinar la veracidad de las confesiones de este paramilitar.

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