Condenan a ‘Cadena’ por masacre de Macayepo

      
El Juzgado Único de Especializado de Cartagena condenó a 40 años de prisión a Rodrigo Mercado Pelufo, alias ‘Cadena’, tras encontrarlo responsable por la masacre del corregimiento de Macayepo en El Carmen de Bolívar.

Rodrigo Mercado Peluffo alias ‘Cadena’

Conversación teléfonica que implica a senador con la Masacre de Macayepo (Semana)
Las pruebas de la parapolítica en Sucre (Semana)
El poder del ‘Gordo’ Álvaro García
(Semana)

Un fiscal de Derechos Humanos y DIH demostró que el ex cabecilla del Bloque Héroes de los Montes de María de las Auc, en este caso es culpable del delito de homicidio múltiple agravado.

Esta masacre ocurrió el 14 de octubre del 2000, cuando un grupo de 80 paramilitares asesinó con piedras y garrotes a 15 habitantes de Macayepo.

En abril de este año, un fiscal pidió a un juez de Bogotá que condenara al ex senador Álvaro ‘El Gordo’ García por sus vínculos con grupos paramilitares en Sucre y como autor intelectual de la masacre de Macayepo, en el año 2000, y en el homicidio de una testigo electoral del municipio de San Onofre, en 1997.

Uno de los casos por los que pidió su condena fue como autor intelectual de la masacre de Macayepo, en el que el Fiscal aseguró que García fue cómplice y le colaboró al ganadero y paramilitar Joaquín García para que ejecutara la masacre con un grupo de paramilitares del frente Mojana de las Auc.

La fiscalía también pidió que se condenara a García Romero por el asesinato de Georgina Narvaez, maestra de San Onofre. El fiscal argumentó que el testimonio de alias ‘Pitirri’ prueba que García se alió con paramilitar Salomón Feris Chadid alias ’08’– para asesinar a Narvaez, ya que ella fue testigo de un fraude electoral que permitió a Erick Morris, candidato de García a la gobernación de Sucre en 1997, ser elegido.

La masacre
Macayepo no fue una masacre aislada. Por el contrario, hizo parte de una violenta cadena de matanzas emprendida por los paramilitares de la región en un intento por obtener el control de los Montes de María. Los corregimientos localizados en esa región, entre ellos Macayepo, están localizados en un corredor estratégico que da un fácil acceso desde el sur de Bolívar hacia todos los departamentos de la Costa Atlántica.

En la zona había presencia de cerca de 300 guerrilleros de los frentes 35 y 37 de las Farc bajo el mando de ‘Martín Caballero’, quienes desde 1998 libran una guerra territorial contra un grupo de 80 paramilitares del bloque norte de las AUC, al mando de Rodrigo Antonio Mercado Pelufo, alias ‘Cadena’ o ‘Pelufo’. Este grupo de paramilitares es señalado por las autoridades de ser el mismo que entre febrero de 2000 y enero de 2001 realizó cinco grandes masacres en la zona de Montes de María, las cuales dejaron un trágico saldo de más de 100 muertos y 4.000 desplazados. Entre ellas la de El Salado, que ocurrió el 18 de febrero de 2000, en donde fueron asesinadas 36 personas, y la de Chengue, en la que fueron masacradas 27 personas el 17 de enero de 2001

En octubre de 2000, un grupo de paramilitares al mando de alias ‘Cadena’ sitió la zona montañosa de Macayepo y asesinó a 12 campesinos. Gracias a unas grabaciones se pudo establecer que el ganadero y financiador de grupos paramilitares, Joaquín García, le pidió al entonces senador Álvaro García apoyo para poder recuperar sus animales y empezar una ‘limpieza social’ en la zona.

SEMANA divulgó la conversación en 2003 en la que se puede escuchar a García afirmar que “yo considero que esa decisión no es una decisión que no es fácil tomarla hoy pero es fácil tomarla en 10 días…” Justamente 10 días después de esta conversación paramilitares asesinaron 12 campesinos y desplazaron 200 familias.

En la conversación Joaquín García, quien de acuerdo con varias fuentes es un conocido hacendado con fincas en la zona de Tolú Viejo, Sucre, le pide apoyo a García Romero para conseguir que el entonces gobernador de Sucre (perteneciente al movimiento político de García) permitiera mover tropas para permitir el ingreso de un grupo paramilitar a las fincas alrededor de las zonas de El Aguacate y Pajonalito, localidades vecinas de Macayepo.

Sobre esta masacre, el fiscal aseguró en sus alegatos que “la motivación de la incursión paramilitar en el Corregimiento de Macayepo estaba definida desde mucho antes, pues en informe de inteligencia del 28 de septiembre de 2000, ya se advertía que las Auc preparaban acciones como respuesta y retaliación por el hurto constante de ganado por parte de la guerrilla.”

“No dejan duda alguna que comunicación entre Joaquín García y García Romero, estaba demarcada dentro de lo que sería días después la incursión paramilitar a Macayepo, que comenzó el siete de octubre y finalizo diez días después con la estela de muerte que dejaron a su paso. Resultando evidente frente al contexto de la comunicación, que las fuerzas paramilitares requerían de por lo menos la omisión de las autoridades militares para efectuar el desplazamiento hasta el corregimiento de Macayepo, situación de la que no era ajeno García Romero, pues allí en la misma conversación el senador se compromete a efectuar las gestiones necesarias con la Brigada y con el gobernador, dándole a su interlocutor la seguridad de que contara con que sus amigos no iban a encontrar obstáculos, como efectivamente no lo hicieron”, explica el fiscal en uno de los apartes de su intervención.

Además estima que el contenido de la conversación demuestra “la identidad y unidad de designio criminal que compartían Joaquín García y Álvaro García, pues mientras el primero detalla las necesidades que requiere la fuerza paramilitar para llevar a cabo la operación y la motivación que originaba la misma, el segundo conciente de su ejecución, se compromete a prestar su colaboración para su desarrollo, conociendo que dicha incursión, como todas las incursiones que le antecedieron, siempre se desarrollaba bajo los mismos parámetros: la eliminación física de quienes eran considerados los colaboradores y auxiliadores de la Guerrilla.”

Con información de Fiscalía.