Las cifras del Frente Fronteras

      
Desde 1999 hasta 2004 el Frente dirigido por Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’ gastó más de 35 mil millones de pesos. Su principales gastos fueron la “nómina” de sus hombres y los sobornos a funcionarios públicos.  

CIFRASEl mantenimiento del frente Frontera costó más de 35 mil millones de pesos. Foto: Semana. Desde su llegada a Norte de Santander en 1999, las Autodefensas Unidas de Colombia buscaron que sus actividades ilegales se articularan con todos los niveles de poder regional. Con este fin gastaron 35.397 millones de pesos, según lo ha documentado la Fiscalía.

Salvatore Mancuso llegó a la región del Catatumbo por órdenes de Carlos y Vicente Castaño, con el fin de quitarle el control de la región al Comando Central del ELN. El Frente Fronteras, el más grande de este bloque, fue comandado por Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’.

Las actividades ilegales del Frente Frontera como el hurto de ganado y el cobro de vacunas a empresarios de la región permitieron que esta organización criminal tuviera ingresos por más de 33 mil millones de pesos desde 1999 a 2004. El resto del dinero de sus gastos provino del Bloque Catatumbo, que se financiaba en un 80% del narcotráfico y que tenía el control directo de los laboratorios de droga en la zona.

El 57% de los gastos del frente correspondía al pago mensual que recibían los ‘paras’ por ‘nómina’. Según cálculos de la Fiscalía tener un combatiente significaba un gasto cercano a los 17 millones de pesos al mes, un comandante de escuadra 18 millones y un comandante de alto rango podía costar hasta 24 millones. Este valor incluye el precio de las armas que se les suministraba. En 1999 el Frente estaba conformado por 105 hombres, número que fue en aumento cada año.

La corrupción de funcionarios
Para infiltrarse en los poderes locales, Jorge Iván Laverde alias ‘el Iguano’, jefe del frente Fronteras, destinaba cerca de 80 millones de pesos mensuales para hacer pagos a los funcionarios púbicos de la Fiscalía y el CTI que tenían alianzas con el grupo paramilitar. Esta cifra correspondió al 15% de los gastos totales del Frente y era el segundo gasto más importante, seguido por la compra de armamento.  

Según la Fiscalía más que simples sobornos ocasionales, a estos funcionarios se les consignaba mensualmente una cifra entre uno y tres millones de pesos, o en algunos casos les regalaban camionetas. “Hacían parte directamente de la organización y mantenían una comunicación constante con el Frente Fronteras y les informaban sobre las diligencias”, dijo la Fiscalía.  (Ver: La Fiscalía contó cómo las Auc se tomaron Norte de Santander)

Entre los funcionarios señalados se encuentran las condenadas Ana María Flórez Silva, directora de Fiscalía para Norte de Santander y Arauca, Magali Yaneth Moreno Vera, asistente de la Fiscal.

El ex jefe paramilitar también a admitido que le pagaba tres millones de pesos mensuales al que en ese entonces fue el director del DAS en Cúcuta, Jorge Enrique Díaz, además de una camioneta por un valor de 80 millones de pesos. Según la Fiscalía, este funcionario le suministraba al Bloque Catatumbo información sobre varias víctimas como Carlos Salvador Bernal, defensor de derechos humanos asesinado en Cúcuta, el 1 de abril de 2004. A Viterbo Galvis Mogollón, subdirector seccional del DAS, le pagaban un millón de pesos mensuales.

Las elecciones de 2002
Parte del presupuesto del Frente Fronteras se utilizó para apoyar a candidatos locales y nacionales. Aunque como advirtió Jorge Iván Laverde no se utilizaron grandes sumas de dinero, la campaña en las veredas, el trasporte de los votantes y la influencia de las armas fueron determinantes en los resultados electorales de Norte de Santander.

El ex paramilitar mencionó en una audiencia del mes de agosto que en 2002 el Frente Fronteras había utilizado 180 millones de pesos de su caja menor para financiar la campaña del entonces candidato Álvaro Uribe Vélez (ver: Caja menor de los ‘paras’ financió campaña de Uribe: ‘El Iguano’). Este dinero se gastó en los viajes que realizaba  el ex concejal Elías Galvis Rodríguez, alias ‘Pacho’  seis meses antes de las elecciones a las veredas para explicar las propuestas del candidato que apoyaban las Autodefensas Unidas de Colombia, además de tres mil camisetas y pasacalles con la foto del candidato y la frase “Mano dura corazón grande”.  

Un día antes de las elecciones, los ‘paras’ enviaron una de las reses que  frente Fronteras robo a ganaderos de la región a cada una de las 35 veredas donde se hizo campaña. Contrataron también buses que transportaron alrededor de 900 campesinos a los puestos de votación.

Según ‘el Iguano’, en Cúcuta ylos otros 22 municipios donde el Bloque Catatumbo delinquía se gastaron cerca de 20 millones de pesos. En las áreas urbanas Elías Galvis hacía el contacto con los líderes de los barrios principales para que ellos difundieran cuál era el candidato de las autodefensas.

Además de estas elecciones, el ex ‘para’ señaló que financió en 2003 la campaña de Ricardo Elcure Chacón a la Gobernación. ‘El Iguano’ supuestamente le entregó 200 millones de pesos al político, a cambio de que los ‘paras’ ganaran cinco por ciento de toda la contratación departamental. En 2009 Elcure, del partido Colombia Democrática de Mario Uribe, fue condenado a seis años de cárcel por ‘parapolítica’.

Los Militares y el material de guerra
Pero los ‘paras’ del Frente Frontera no sólo se aliaron con políticos y funcionarios públicos. Los nexos que crearon con algunos miembros de la fuerza pública fueron definitivos para consolidar su poder criminal en esta región.

El coronel William Montezuma, en ese entonces mayor y director departamental de la Sijín, era según el testimonio de varios desmovilizados del frente, una ficha clave de las autodefensas. Al parecer el oficial les pasaba informaciones, les decía cómo iban las investigaciones judiciales contra ellos y les advertía sobre operativos policiales con antelación.

‘El Iguano’ también ha salpidaco al Coronel Víctor Hugo Matamoros. “En 1999 todas las acciones que hicimos fueron gracias a Matamoros, que coordinaba, pues donde íbamos nunca entraba la fuerza pública. Manteníamos una o dos horas en enfrentamientos y nadie hacía presencia”, dijo es desmovilizado.

Otro alto oficial que presuntamente ayudó los ‘paras’ a tomarse el departamento fue el mayor Mauricio Llorente, comandante del batallón de Contraguerrillas 46 Héroes de Saraguro, con sede en Tibú. Aunque según declaraciones de Laverde Zapata a los dos últimos no les entregaban sumas de dinero.

Pero la complicidad de algunos miembros de la fuerza pública también fue fundamental para armar a los miembros del Frente Fronteras. Como relató Laverde Zapata en audiencia de Justicia y Paz,  el material de intendencia se lo compraban miembros del Batallón Maza que hurtaban el material que pertenecía a las Fuerzas Militares.