¿La ley del silencio? (Semana)

      
El asesinato de paramilitares, las amenazas a sus familias y sus abogados, y la extradición de los jefes de las AUC ponen en duda que se pueda conocer toda la verdad.
‘Don Berna’ dice que no habla mientras no saque a todos sus familiares del país y Mancuso asegura que el cambio de prisión que sufrió ha dificultado el acceso de sus abogados.

Aunque el presidente Uribe y la Corte se reunieron la semana pasada para hablar sobre la terna para elegir Fiscal, un segundo punto se coló en la agenda. Uribe les manifestó a los magistrados su preocupación por una sentencia reciente en la que el alto tribunal dice que no dará su aval para extraditar a paramilitares y guerrilleros antes de que cuenten la verdad sobre sus crímenes en Colombia. Los magistrados no se amedrentaron y le dejaron claro que esa nueva doctrina de la Corte busca garantizar los derechos de las víctimas, pues la práctica ha demostrado que no está funcionando el acuerdo con Estados Unidos para que los paramilitares sigan declarando sobre los casos colombianos desde ese país.

Salvatore Mancuso y sus abogados alegan que el reciente cambio de prisión de varios de los ex hombres fuertes de las AUC se ha convertido en una talanquera para hablar ante la Corte y la Fiscalía. No dejan entrar a los abogados y tienen mayor restricción de visitas, así como de acceso a medios de comunicación. ‘Don Berna’, por su parte, ha planteado que sólo volverá a declarar ante la justicia colombiana cuando logre poner a salvo a todos sus familiares y allegados, amenazados de muerte. Y ‘Jorge 40’ hasta ahora ha enviado mensajes encontrados, por un lado, que no piensa continuar en Justicia y Paz, y por el otro, que en septiembre reanuda sus versiones. No obstante, todos ellos tuvieron tiempo suficiente en Colombia para hablar y sin embargo, algunos optaron por no hacerlo.

Pero la extradición no es la única talanquera. Los paramilitares que siguen en las cárceles de Colombia enfrentan problemas. Sus abogados y familiares están siendo amenazados. Hace dos semanas una jurista que defiende a importantes desmovilizados del Bloque Central Bolívar fue atacada a pocos metros de la cárcel de Itagüí, por un hombre que intentó dispararle, pero al que se le encasquilló el arma. Freddy Rendón, el ‘Alemán’, también denunció que sus abogados estaban siendo intimidados. En concreto han recibido amenazas de muerte para que obliguen a su cliente a no hablar más. Esto ocurre justo cuando el ex jefe paramilitar ha empezado a mencionar a políticos y militares de Urabá y Chocó en sus versiones libres.

En la cárcel hay temor también por varios casos de homicidio que se han presentado, aun en las prisiones de máxima seguridad. El asesinato de Diego José Martínez, más conocido como ‘Daniel Tolima’, disparó la paranoia. Primero se dijo que había sufrido un infarto, luego que había sido envenenado con cianuro y ahora las autoridades estudian si a la cárcel La Picota llevaron el veneno de una rana amazónica que en pequeñas dosis puede causar un paro cardíaco instantáneo. En la cárcel Modelo de Barranquilla han muerto dos paramilitares presos: uno estrangulado y el otro por envenenamiento. De igual manera está el caso de Francisco Villalba, el paramilitar que confesó la masacre de Ituango y que a pesar de su larga condena fue liberado por un juez y luego asesinado en una calle del Valle del Aburrá.

Estos crímenes no necesariamente están ligados a sus declaraciones. Es posible que provengan de luchas intestinas entre narcotraficantes, o de antiguos cómplices de los paramilitares que quieren evitar ser señalados. Porque a pesar de las dificultades, muchas realidades se han conocido gracias a sus versiones.

Pero el clima de intimidación y las dificultades para que muchos de ellos sigan declarando ante la justicia hacen temer que empiece un declive progresivo en las versiones libres hasta que finalmente el proceso se muera por sustracción de materia.

Publicado en Semana Fecha: 29/08/09