Los crímenes del grupo de ‘Pablo Sevillano’

      
En Nariño, los paramilitares asesinaron a políticos, menores de edad, mujeres y personas con discapacidad acusándolas de colaborar con la guerrilla. Otras fueron ‘falsos positivos’.
  
El municipio de Barbacoas, Nariño, fue uno de los más golpeados por los paramilitares. Foto archivo Semana

Imputan cargos a 15 ‘paras’ por crímenes en Nariño
 

En el suroccidente de país los paramilitares buscaron a sus víctimas en las casas, en sus sitios de trabajo o estuvieron a la espera de ubicarlos mientras se movilizaban entre los pueblos. Lo hicieron contra políticos, jóvenes y mujeres que, en la mayoría de los casos, fueron amarrados, torturados y luego asesinados, para luego lanzarlos al mar o arrojarlos a una fosa.

Durante la más reciente audiencia de imputación de cargos contra Guillermo Pérez Alzate alias ‘Pablo Sevillano’, ex jefe paramilitar del Bloque Libertadores del Sur, y 14 de sus ex subalternos, la Fiscalía reconstruyó ante una magistrada de Justicia y Paz algunos de los crímenes que cometió este grupo entre 1997 y 2005 en Nariño.

Uno de ellos fueron los asesinatos contra un concejal y su cuñado ocurridos el 29 de enero de 2002 en Playa del Charco. En versión libre Juan Larrinson Castro alias ‘Matamba’ le confesó a la Fiscalía que por “una información que le llegó a Jhon Jairo Marín alias ‘J’ buscamos al concejal, lo amarramos y lo llevamos a la casa donde permanecían los paramilitares”, dijo.

Alias ‘Matamba’ contó que las dos personas fueron amarradas e interrogadas durante el día, señaladas de colaborar con la guerrilla, y luego sus cuerpos fueron llevados en una lancha. “Alias ‘Piojo’ y ‘Cucho’ les dispararon y los arrojaron al mar”, dijo el ex paramilitar. Los cuerpos fueron encontrados luego en el sector de Islotes entre los manglares.

Con el mismo pretexto de combatir a la guerrilla, los paramilitares a cargo de ‘Pablo Sevillano’ asesinaron a un joven de 17 años que retuvieron en Tumaco. “Él venía caminando y yo iba con alias ‘Piojo’en una motocicleta R-15. Lo requisamos y él no decía nada, no respondía. Le encontramos una carta alusiva  la guerrilla. Le reportamos el caso a alias ‘Jota’ y nos dio la orden de asesinarlo. El joven empezó a correr y le disparamos hasta que vimos que se cayó detrás de una casa”, dijo ‘Matamba’.

En las declaraciones que rindió la mamá de la víctima a la Fiscalía, explicó que su hijo tenía una discapacidad auditiva y del lenguaje. “Mi hijo era sordomudo. Él trabajaba como recolector de fruto de palma africana y había tenido un accidente de trabajo. Se había cortado la mano y estaba en el centro hospitalario. Al salir se encontró con hombres armados y cuando vio el arma salió corriendo”, dijo la mamá del joven asesinado. El crimen ocurrió el 17 de agosto de 2002.

En otro hecho similar, los paramilitares fueron hasta Bocas de Satinga y de allí secuestraron a un ayudante de barco, que era señalado de colaborar con la guerrilla. También fue por orden de alias ‘J’ y lo obligaron a cavar su propia fosa. Luego, los paramilitares le cortaron el abdomen para que la tierra no diera indicios de que allí había sido arrojado un cuerpo.

*La imputación de cargos es una fase del juicio. Consiste en que la Fiscalía presenta los delitos cometidos por el ex jefe paramilitar ante un magistrado de Justicia y Paz. Después, sigue la formulación y la legalización de cargos antes de que el Tribunal emita una condena contra del ex paramilitar y repare a las víctimas.