El Bloque Catatumbo llegó a este departamento cometiendo asesinatos selectivos, masacres y desapariciones, para intimidar a la población civil y así poder tener control del territorio.

El Bloque Catatumbo, al mando de Salvatore Mancuso, llegó a Norte de Santander a finales de 1990, por órdenes de los hermanos Castaño. Para tomar control del territorio, los paramilitares aterrorizaron a la población civil, por medio de incursiones violentas a los municipios, asesinando y desapareciendo personas.

La Fiscalía documentó 18 incursiones violentas que cometieron miembros del Frente Fronteras y el Frente Gabarra en Norte de Santander entre 1999 y 2001. En todos los casos un grupo de al diez paramilitares llegaba a la zona, cometía el asesinato o la desaparición, amenazaba a los pobladores o escribían grafitis donde anunciaban la llegada de las Auc a la región. Verdadabierta.com, con la información presentada por la Fiscalía, reconstruyó cómo ocurrieron tres de las incursiones que causaron más impacto en la región.

La llegada a Tibú
Para el Frente Fronteras, al mando de Jorge Iván Laverde Zapata alias ‘El Iguano’, dominar el municipio de Tibú era ganarle un espacio a las guerrillas del Epl (Ejército de Liberación Popular) y Eln (Ejército de Liberación Nacional) que desde hacía años delinquía en la zona, lo que significaba mayor control sobre las rutas de narcotráfico de la frontera.

Para ingresar a este municipio los paramilitares hicieron dos violentas incursiones. En el primer intento de 1999 no lograron ingresar a la zona pues se dio un combate con las guerrillas de la zona, por lo que pidieron ayuda a Armando Alberto Pérez alias ‘Camilo’, jefe militar del Bloque Catatumbo.

La segunda incursión fue el 30 de julio del 2000 en horas de la noche. Ese día un grupo de paramilitares llegó al Club El Barquito, un lugar de reuniones reconocido en la zona que solían frecuentar los empleados de Ecopetrol. Según la Fiscalía, los paras fueron transportados en una camioneta de Ecopetrol, que fue facilitada por un trabajador de la entidad que conocía a los jefes.

Esa noche había una fiesta en el Club. Los paramilitares rompieron los vidrios y entraron amenazando y agrediendo a las personas que allí se encontraban. Las mujeres fueron obligadas a ir a la cancha de microfútbol, mientras los hombres tuvieron que quitarse la camisa y meterse a la piscina, estando allí los amenazaron con sus armas durante media hora.

Antes de marcharse los ‘paras’ se llevaron a César Augusto Noriega, un vendedor de discos compactos que era conocido por todos en la región, señalándolo de ser un colaborador de la guerrilla. Según las investigaciones de la Fiscalía el hombre no tenía vínculo alguno con la subversión. Al amanecer, su cuerpo sin vida fue encontrado en el barrio Divino niño, cerca de la planta de tratamiento de agua potable.

La incursión a El Zulia
El 25 de julio de 2000 fue un día que los habitantes de la Vereda Campo Alicia, en el municipio del Zulia, no olvidan. En horas de la mañana un grupo de paramilitares, al mando de alias ‘El Iguano’ e Isaías Montes Hernández alias ‘Mauricio’, llegaron con fusiles, ametralladoras y granadas al Colegio Básico.

Allí, hicieron que los niños y los maestros que estaban en clase salieran de las aulas y los reunieron en una cancha. Los docentes fueron interrogados sobre el tipo de vinculación laboral y les dijeron que debían trabajar para las Autodefensas.

Los parmailitares también obligaron a ir a la cancha del colegio a toda la comunidad de Campo Alicía, y les explicaron qué eran las Autodefensas Campesinas de Colombia y cómo debían hacer lo que ellos querían. Carmen Belén Sandoval, promotora de salud del municipio, se mostró en desacuerdo con los paramilitares y fue apartada del grupo al igual que Teodoro y Germán Galvis. Los tres fueron obligados a subirse a una camioneta y fueron asesinados en un sitio a un kilómetro del colegio.

Luego de esto los paramilitares fueron a la sede de Telecom y con artefactos explosivos causaron daños a la edificación, allí robaron Un millón de pesos que había en dicho lugar.

La incursión a Las Mercedes
Por órdenes directas de Salvatore Mancuso, de Jorge Bernardo Lozada alias ‘Mauro’ y de alias ‘El Iguano’ un grupo de 230 paramilitares llegó el 23 de diciembre de 2001, víspera de la navidad, al corregimiento Las Mercedes, en el municipio de Sardinata, Norte de Santander.

Los paramilitares instalaron un retén ilegal en el punto conocido como El Placer, allí retuvieron a tres personas que se movilizaban en un automóvil, a quienes señalaron como colaboradores de la guerrilla, por unos supuestos panfletos que transportaban en el carro. En su investigación la Fiscalía no ha encontrado que la existencia de dichos panfletos sea cierta.

Luego de hora y media de agresiones y tortura estas personas fueron asesinadas en la carretera y los familiares de las víctimas fueron amenazados.

Cuando la magistratura le preguntó a Salvatore Mancuso por qué se trasladó esa cantidad de hombres a esa incursión, contestó que desde hacía más de 30 años la guerrilla tenía el poder de la zona y los podían atacar, sin embargo, no se registraron combates y las víctimas murieron en estado de indefensión.

En el mapa podrá encontrar información sobre las 18 incursiones que hicieron los paramilitares en Norte de Santander.


Ver Incursiones en Norte de Santander en un mapa ampliado