Los menores reclutados por ‘El Alemán’

      
Una magistrada de Justicia y Paz aceptó la acusación a ‘El Alemán’ por el reclutamiento de 309 menores de edad para las filas de las Auc. Ninguna de las víctimas participó en el proceso.
 

‘El Alemán’ aceptó su responsabilidad por el reclutamiento forzado de 309 menores durante la lectura de cargos en su contra. Foto Julián Linero.


Las “técnicas” de reclutamiento de ‘el Alemán’

 

El Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá acusó formalmente a Fredy Rendón Herrera alias ‘El Alemán’, ex jefe del Bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia, por el reclutamiento de 309 menores de edad.

Durante la audiencia de la lectura de los cargos en contra de Rendón Herrera, el ex jefe paramilitar aceptó su responsabilidad en el reclutamiento de estos adolescentes, con lo que concluye una etapa del juicio en Justicia y Paz. El siguiente paso será la audiencia de reparación a las víctimas, muchos de ellos ausentes en la fase de investigación y juzgamiento.

Seis casos de menores reclutados quedaron por fuera del proceso debido a que ocurrieron después de la entrada en vigencia de la Ley de Justicia y Paz. ‘El Alemán’ tendrá que comparecer ante la justicia ordinaria por estos hechos.

Inicialmente la Fiscalía acusó a ‘El Aleman’ por el reclutamiento de 428 menores, pero a lo largo del juicio sólo le fue posible probar 309 casos, de los cuales a la fecha dos ya fallecieron.

Parte de la lista de los menores fue recogida con ayuda del mismo ex jefe paramilitar, quien aportó los nombres de 150 jóvenes que fueron devueltos a sus familias en septiembre de 2005, en una ceremonia realizada en un taller en Necoclí, Antioquia, al que se le dio el nombre de “Re-constructores Sociales Juveniles- Jóvenes gestores de paz”.

A pesar de que los defensores de las víctimas acusaron a Rendón Herrera de intentar ocultar la presencia de los menores por medio de esta entrega, la Fiscalía pudo constatar que la ceremonia fue conocida por la Alta Consejería para la Paz y que respondió a un llamado del gobierno para que se desvincularan del conflicto a los menores antes de la desmovilización.

Según el DIH, en el protocolo adicional uno de la Convención de Ginebra, “las partes en conflicto tomarán todas las medidas posibles para que los niños menores de 15 años no participen directamente en las hostilidades, especialmente absteniéndose en reclutarlos para sus fuerzas armadas.”. Así mismo en el Estatuto de Roma se considera como crimen de Guerra el reclutamiento de niños de 15 años.

En Colombia el reclutamiento de menores es considerado crimen de guerra y contra el Derecho Internacional Humanitario que se aplica a toda persona menor de 18 años involucrada directa o indirectamente en situaciones de conflicto armado.

Con base en estas normas, y teniendo en cuenta que el reclutamiento se entiende como la prohibición de la participación directa o indirecta (con esto se entiende la prohibición de cualquier caso de reclutamiento, admisión, inducción, alistamiento) de los menores en hostilidades o en acciones armadas, aun de manera voluntaria, la magistrada que conoció el caso aseguró durante la audiencia que: “hay evidencia suficiente para afirmar que Freddy Rendón Herrera reclutó a 309 menores en el grupo armado denominado Bloque Elmer Cárdenas”.

A pesar del alto número de víctimas, la Fiscalía no tuvo conocimiento de que alguna de ellas, o sus familiares, se hiciera presente a lo largo de la investigación o que colocaran algún tipo de denuncia en contra del ex jefe paramilitar por este crimen.

La mayoría de quienes fueron reclutados siendo menores aseguró haber entrado voluntariamente a las autodefensas, e incluso dijeron contar con el apoyo y aprobación de sus padres.

A pesar de esto, la magistrada de Justicia y Paz dictaminó, luego de ver la totalidad de las pruebas presentadas por la Fiscalía, que los menores habían ingresado al grupo engañados.

“Debe entenderse que las reales causas de su pertenencia se deben a la mala situación económica, la explotación infantil, la falta de oportunidades, la violencia intrafamiliar entre otras”, dijo la juez.

En la audiencia se conocieron varios testimonios que corroboraron que llegaron a los grupos paramilitares por engaño. Uno de los menores contó que “después de la entrada al grupo para algunos vino la desilusión.”.Dicen que fueron objetos de malos tratos como es el caso de Ángel Quejada Maturana que mencionó las agresiones cercanas a  la tortura que sufrieron él y su madre, luego de intentar abandonar la organización. En otro caso una menor contó las agresiones sexuales que sufrió por parte de varios integrantes del Bloque.

Luego de la admisión, los menores eran llevados a las escuelas de entrenamiento utilizadas por el bloque durante los 11 años de existencia que se conocieron con los nombres de : El Totumo, El Guayabito, El Roble, Nueva Luz, La Barracuda, El Parque, Escuela Gabriel Withe, Loma de Queso, Escuela de Mundo Medio, Escuela la 35, El Sábalo, La Palomera, El Mapalao, Samuel Hernández y Glavelino.

En estos centros los jóvenes estuvieron entre uno y tres meses, durante los cuales fueron preparados para participar en combates.

El entrenamiento que recibieron no se diferenció del que recibieron sus compañeros mayores de edad, como tampoco con las labores que tuvieron que ejercer dentro de las autodefensas.

Según las pruebas aportadas durante el proceso, los adolescentes trabajaron como patrulleros, escoltas, enfermeros de combate, encargados de seguridad, encargados de preparar alimentos, comandantes de escuadra, comandantes de compañía y rancheros. A cambio recibieron un “salario” que osciló entre los 270 mil y $400 mil pesos.

De los 309, 98 tenían 17 años, 84 eran de 16 años, 79 tenían 15 años, 26 tenían 14 años, 15 tenían 13 años, 2 tenían 12 años, 4 tenían 11 años y uno tenía 10 años.

Con esta evidencia la magistrada dijo que “para la sala es imposible que El Alemán no supiera la edad de los menores que estaba reclutando. Además así trate de justificar el desconocimiento de la edad real de quienes pretendían entrar a la organización los hechos demuestran lo contrario. Las reglas de la experiencia enseñan que la contextura física y la forma de actuar de un niño o niña de 12, 13 o 14 años no se puede confundir con la de los jóvenes de 18 años.”

“En su calidad de comandante siempre estuvo pendiente de cada uno de los frentes de su bloque. Sabía lo que sucedía en cada uno de ellos porque los visitaba, iba a las escuelas de formación e incluso compartía las fiestas decembrinas. Entonces no es creíble el desconocimiento de la edad de los integrantes de la organización que comandó por varios años.”.

Al finalizar la audiencia el abogado defensor de víctimas señaló que la falta de representación para los menores evitó que estuvieran presentes en el juicio. Durante el mismo,a pesar de los repetidos llamados de la Fiscalía para que los menores se presentaran y buscaran un abogado, estos no se comunicaron.

La audiencia cerró con la lectura del cargo en contra de Rendón Herrera, quien lo aceptó sin apelar la decisión, y el anuncio de la búsqueda de una fecha para iniciar el incidente de reparación a las víctimas.