Juez sentencia que ‘Macaco’ no creó ‘Águilas Negras’

      
La justicia en Norte de Santander determinó que Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, no tuvo relación alguna con esa banda criminal emergente. Su abogado dice que proceso en contra de su cliente fue “un montaje”.

Carlos Mario Jiménez Naranjo, excomandante del Bloque Central Bolívar, juzgado por narcotráfico en Estados Unidos.

Un juez de la Ciudad de Cúcuta absolvió del delito de concierto para delinquir a Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, excomandante del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), y lo libró de toda responsabilidad en la creación de las Águilas Negras, una banda criminal que comenzó a delinquir en Norte de Santander desde diciembre de 2004.

Según la absolución proferida el pasado 16 de junio por el Juzgado Primero Adjunto del Circuito Especializado de Cúcuta, “ni la prueba documental relativa a los informes de Policía Judicial, ni los testimonios de quienes los suscriben, como tampoco los testimonios arrimados al proceso, son idóneos o potencialmente capaces de derruir la presunción de inocencia del procesado”.

Alias ´Macaco’ fue el primer jefe paramilitar extraditado a Estados Unidos para que respondiera por cargos de narcotráfico. Su entrega a las autoridades de ese país se produjo el 7 de mayo de 2008, autorizada por el entonces Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, y avalada por un concepto favorable que dio la Corte Suprema de Justicia el 2 de abril de ese año.

La investigación contra Jiménez Naranjo comenzó el 7 de febrero de 2006, cuando se le ordenó a la Coordinación de Policía Judicial de Cúcuta que investigara si en el departamento de Norte de Santander, después de la desmovilización del Bloque Catatumbo de las Auc, “se asentó en esta región la banda emergente de delincuencia organizada autodenominada ‘Águilas Negras’, patrocinada por alias ‘Macaco’”.

Una vez iniciada la investigación, los funcionarios judiciales establecieron que luego de la dejación de armas del Bloque Catatumbo, ocurrida el 10 de diciembre de 2004, entró a operar en la zona abandonada por esta estructura paramilitar una organización que empezó a conocerse como Águilas Negras, conformada por excombatientes de los bloques Central Bolívar y Cataumbo, por exintegrantes de otras estructuras de las Auc, delincuentes comunes y nuevos miembros, quienes establecieron su centro de operaciones en el municipio de Puerto Santander.

Las autoridades calcularon que ese grupo tenía entre 150 y 300 hombres con operaciones en la zona fronteriza de Colombia y Venezuela, incluyendo los municipios de Cúcuta, Ocaña, Tibú y El Zulia, en este lado del país, y San Antonio Ureña y San Cristóbal al otro lado de la frontera.

“Las actividades de este grupo ilegal está destinada (sic) a proteger laboratorios de cocaína, la comercialización de alcaloides y actividades propias del narcotráfico, extorsión y boleteo, amenazas, desplazamiento  forzado de personas, homicidios selectivos, desapariciones forzadas, contrabando de combustibles, secuestros, entre otros”, decían los informes judiciales.

Asimismo, las pesquisas de los funcionarios judiciales determinaron que “desde la génesis de la investigación, se informa que dentro de los principales promotores, fomentadores y financiadoresde la agrupación ilegal o banda emergente  de delincuencia organizada, se encontraba alias ‘Macaco’”.

Los hallazgos de los investigadores llevaron a la Fiscalía 42 Especializada de Cúcuta a solicitar medida de aseguramiento el 3 de noviembre de 2006 y a presentar resolución de acusación el 12 de junio de 2007 por concierto para delinquir en la modalidad de conformación de grupos armados al margen de la ley y concierto para actividades del narcotráfico.

La acusación fue apoyada por la Procuraduría General de la Nación que conceptuó que “no queda duda alguna que efectivamente el aquí procesado era integrante de las Águilas Negras, y se puede inferir con mediana claridad que nos encontramos frente a un grupo de personas conocidas entre sí y que se concertaron para ejecutar esta clase de actos criminales”.

Los efectos de tal decisión no se hicieron esperar. El 24 de agosto del 2007,  el Gobierno Nacional determinó excluir a alias ‘Macaco’ de los beneficios derivados de la aplicación de la Ley de Justicia y Paz, y ordenó trasladarlo de la cárcel de máxima y mediana seguridad de Itagüí a la de Cómbita, en Boyacá, paso previo a la extradición.

En esa ocasión, el presidente Álvaro Uribe Vélez afirmó que “con base en investigaciones realizadas por las agencias oficiales, llego a la conclusión de que Carlos Mario Jiménez, conocido como ‘Macaco’, ha continuado realizando actividades ilícitas con posterioridad a su desmovilización”. Su versión fue apoyada por el entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien dijo que en este caso se comprobó que seguía delinquiendo y con ello “se le quitan los beneficios, se pasa a la justicia ordinaria y si tiene solicitud de extradición, entonces va a ser extraditado”.

Ambos funcionarios sustentaron sus decisiones en la investigación adelantada por la Fiscalía 42 Especializada de Cúcuta, que presentó un conjuntode pruebas documentales que contenían informes elaborados por el DAS, la Brigada XXX del Ejército, el CTI de la Fiscalía y la Sijin de la Policía. Todos ellos coincidieron en advertir de la existencia de las llamadas Águilas Negras, así como en precisar su ubicación territorial, sus integrantes y sus actividades criminales, y determinar que su “promotor, fomentador y financiador” era Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’.

El ente acusador también incluyó varios testimonios, ente ellos los de Pedro Elías Blanco Sánchez, un guía del Ejército, quien colaboró en la ubicación de laboratorios de coca supuestamente pertenecientes a las Águilas Negras; Oscar Cadena, alias ‘Coyará’, quien dijo ser un exmiembro de las Águilas Negras y explicó cómo esta estructura se conformó con excombatientes del Bloque Central Bolívar; y de José Raúl Mira Vélez, un exparamilitar que fue el único que señaló a alias ‘Macaco’ como el “patrocinador” de las Águilas Negras.

El Juez Primero Adjunto del Circuito Especializado de Cúcuta descartó el testimonio de Mira Vélez por cuanto no cumplió con los requisitos y calificó sus aportes al proceso como “manifestaciones ligeras, cortas, escuetas, carentes de todo contenido circunstancial”.

Al resumir el proceso y previo a la determinación que tomó, el Juez precisó que la “presunción de inocencia no puede quebrantarse con manifestaciones endebles y escuetas, acerca de las cuales no se tiene fe cierta de cómo llegaron a conocimiento quien las expone; un debido proceso serio, contundente y veraz impone la obligación estatal de cumplir con la carga probatoria de una manera clara y transparente en la que la certeza de la autoría o participación no tenga mácula”.

Al valorar los aportes de la Fiscalía, el Juez conceptuó que “ni la prueba documental relativa a los informes de Policía Judicial, ni los testimonios de quienes los suscriben, como tampoco los testimonios arrimados al proceso, son idóneos o potencialmentecapaces de derruir la presunción de inocencia del procesado”, por lo que decidió absolver a alias ‘Macaco’ de los cargos imputados y de revocar la medida de aseguramiento que pesaba en su contra.

“Es un montaje”
Francisco Salazar Pérez, abogado de alias ‘Macaco’, declaró que el proceso contra su defendido fue un montaje y así quedó demostrado en el proceso que se le siguió en la ciudad de Cúcuta.

Según el jurista, la investigación penal “surgió a raíz de la necesidad de una orden de captura contra el señor Jiménez Naranjo”, por cuanto en el momento que atendió la orden de conducción dada por el presidente Uribe el 16 de agosto de 2006 a todos los jefes paramilitares para que se recluyeran en el Centro Especial de La Ceja, Antioquia, no tenía ningún proceso penal en su contra.

Su situación jurídica era una paradoja, pues fue un poderoso jefe paramilitar que comandó el Bloque Central Bolívar, una estructura armada ilegal que alcanzó a tener presencia en buena parte el país y en los procesos de desmovilización colectiva se presentaron cerca de 7.777 integrantes. Alias ‘Macaco’ se desmovilizó el 12 de diciembre de 2005, en la Vereda San Cristóbal, corregimiento de Santa Isabel, municipio de Remedios, Antioquia, con 1.922 miembros de su estructura.

La ausencia de procesos judiciales en contra de alias ‘Macaco’ fue reconocida incluso por el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo. En declaraciones entregadas a la prensa el 17 de octubre de 2006, el funcionario reveló que contra el ex comandante del Bloque Central Bolívar, no había, en ese momento, órdenes de captura vigentes: “Si Carlos Mario Jiménez quiere irse del centro de reclusión de La Ceja, se puede ir, porque no hay orden judicial que se lo impida”.

Sin embargo, alias ‘Macaco’ no aceptó esa sugerencia y, según su abogado, decidió quedarse en reclusión “porque estaba convencido del proceso que había iniciado con el Gobierno nacional”. Pero, continúa el jurista, “había la imperiosa necesidad de conseguirle una orden de captura a Carlos Mario Jiménez Naranjo y es así como surge un fantasma, José Raúl Mira Vélez, informante de oficio y testigo de la Fiscalía, quien declaró en su contra”.

En una retractación enviada el 10 de octubre de 2007 al entonces Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón, con copia al Presidente de la República Álvaro Uribe Vélez, y al Fiscal General de la Nación Mario Iguarán Arana, Mira Vélez, el principal testigo del caso, expuso que altos funcionarios de la Fiscalía y el CTI de Cúcuta le prometieron integrarlo al Programa de Protección de Testigos y sacarlo del país si declaraba en contra de alias ‘Macaco’, en relación con las Águilas Negras.

“Eso fue como a mediados de julio de 2006. Me dicen que si les colaborara con un orden gráfico relacionado con las Águilas Negras del Norte de Santander. Yo le dije que lo único que yo sabía o conocía era que estaba Jorge, ‘el Gato’, que no conocía a más nadie, sin embargo me siguieron insistiendo que para ellos poder mandarme a Bogotá al Programa de Protección de Testigos yo le tenía que dar información buena. Ellos me dijeron que metiera en la declaración a ‘Macaco’”, dijo Mira Vélez en su carta al Jefe del Ministerio Público.

Este exparamilitar, que por diez años acompañó como escolta a Carlos Castaño y también trabajó con el paramilitar Miguel Arroyave, dijo en su retractación que, frente a las presiones de los fiscales, no le quedó más remedio que aceptar la propuesta, pero semanas después descubrió que esas promesas “eran falsas”. Su carta concluye diciendo que “estoy dispuesto a ampliar, ratificar o aclarar lo que usted o las demás autoridades estimen convenientes, ya que considero que existe un mal actuar por parte de todos los funcionarios de la Fiscalía”.

Frente a esas supuestas irregularidades, el abogado Salazar Pérez dijo que “no podemos decir que fue el Ejecutivo directamente el que quería que se le profiriera orden de captura, tampoco podemos decir que por orden del Fiscal General se quería lo mismo; fue un fiscal especializado destacado en Cúcuta quien inicia una investigación traída de los cabellos”.

Si bien el fallo absolutorio fue proferido el 16 de junio de 2011, solo quedó en firme el pasado 27 de julio y nadie apeló. Tanto la Fiscal Martha Inés Mora Flórez de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario y el Procurador León Darío Santaella Gutiérrez se notificaron de la decisión en su debido momento, pero no rebatieron la decisión, lo que automáticamente hace tránsito a cosa juzgada y ya no puede ser objeto de ningún recurso de apelación.

Frente a los señalamientos que le viene haciendo el expresidente Uribe Vélez a alias ‘Macaco’, el abogado del exparamilitar se mostró extrañado y le atribuyó el asunto a una “desinformación” del exmandatario y a un mal asesoramiento: “la posición de Carlos Mario Jiménez Naranjo es de absoluto respeto y admiración al expresidente Uribe Vélez”.

Finalmente, el jurista confirmó que el excomandante del Bloque Central Bolívar tiene interés de seguir en el proceso de Justicia y Paz, pese a las adversidades.