“Los perdonamos pero no dicen la verdad”: víctimas del Calima

      
Durante una versión libre colectiva de postulados del Bloque Calima, varios familiares que perdieron a sus seres queridos por la violencia de las Auc, decidieron perdonar a sus victimarios y les desearon que no fueran sufrir su desgracia.

Los paramilitares llegaron a Peuerto Tejada en diciembre de 2000 y pusieron en la mira a las bandas o pandillas de ese municipio. Imagen: VerdadAbierta.com.“Mi corazón estaba lleno de odio hacia ‘Francys’ porque me arrebató a mi hijo. Puede que se dé cuenta de eso másadelante. Lo perdono de todo corazón”.

Con esa frase, una madre de Puerto Tejada esperó a que el exparamilitar Francinel Ramírez Usurriaga, alias ‘Francys’, le confesara los motivos por los que asesinó a su hijo el 20 de febrero de 2003. (Lea: La llegada de los ‘paras’ a Puerto Tejada)

El ahora postulado al proceso de Justicia y Paz le respondió a la señora que su hijo fue asesinado porque “decían que estaba haciendo daño y andaba con los de El Escape (una pandilla de ese barrio)”. Carlos Alberto Vásquez, alias ‘Pechón’, agregó que el jefe paramilitar conocido con el alias de ‘Iván’ le dijo que “ese man está robando y hay que pistoliarlo”.

Luego de escuchar que su hijo fue asesinado con seis disparos cuando iba por una calle en bicicleta, la madre concluyó su intervención diciendo: “Si Dios los perdona, yo los perdono. Ya lo pasado, pasado”.

Varias situaciones como esa se presentaron entre los días 12 y 15 de este mes, cuando doce postulados del Bloque Calima respondieron las preguntas de los familiares de sus víctimas en ese municipio del norte de Cauca. Aunque la diligencia versión libre se desarrolló en Cali, las víctimas preguntaron desde Puerto Tejada por medio de una transmisión en vivo a través de circuito cerrado.

Durante esos cuatro días los exparamilitares confesaron 23 casos de homicidios en los que sus víctimas fueron señaladas como supuestos integrantes de pandillas, expendedores de droga, “sapos” o ladrones.

Esas versiones fueron rechazadas rotundamente por los padres de las víctimas, quienes recordaron a sus seres queridos como trabajadores y buenas personas.

“La respuesta del postulado no me convence. Yo lo perdono porque no soy nadie para juzgar, pero me muero diciendo que mi hijo no era delincuente”, señaló un padre, al escuchar la versión de los postulados ‘Nelly’, ‘Pechón’ y ‘Pescado’ sobre el asesinato de su hijo.

Según los exparamilitares, ese joven, que fue asesinado en la noche del 1 de julio de 2001, pertenecía a la banda de Los Bancos y “estaba haciendo mucho daño en el pueblo”.

Otro caso en el que un padre no aceptó la versión de sus victimarios pero los perdonó, fue el de un señor al que los paramilitares le asesinaron su hijo el 11 de febrero de 2003 en el barrio La Esperanza.

La versión de alias ‘Pescado’ es que su jefe, alias ‘Iván’, le ordenó matar a esa víctima porque “era un muchacho que delinquía en Puerto Tejada y se ocultaba en Cali cuando estaba caliente”. Una versión muy diferente es la del padre, quien señaló que el joven trabajaba en Cali y regresó a Puerto Tejada para estudiar Licenciatura en Matemáticas.

Sin embargo, desde Puerto Tejada el padre de la víctima le dijo a alias ‘Pescado’: “yo no soy nadie para juzgar, por eso lo perdono”.

Un par familiares también perdonaron a los exparamilitares pese a no aceptar sus versiones de los hechos, y les desearon que la violencia no fuera a afectar sus vidas.

“Alegar no soluciona nada. Lo único que deseo es que no lo vayan a matar, porque los que sufren las consecuencias son su familia”, fue la respuesta de un padre al entrarse cómo su hijo y tres hombres más fueron asesinados el 31 de marzo de 2002, por pertenecer supuestamente a una banda que robaba carros.

Otra madre también les respondió en ese sentido y les dijo: “si Jesús perdonó a todos, ¿yo por qué no voy a hacerlo? Ojalá no le hagan esto a un hijo suyo”.

Pese a que algunas personas decidieron perdonar, no todas lo hicieron. Varios asistentes a las versiones libres no dijeron nada cuando escucharon a los postulados pedir perdón y explicar que cumplieron órdenes dentro de una estructura con jerarquía paramilitar.

En cambio, otros les respondieron: “que le pidan perdón a Dios y a los demás”. Otra madre agradeció el acompañamiento de las autoridades durante este proceso y le dio las “gracias a la Fiscalía por permitirme aclarar los hechos, aunque no quedo conforme con lo dicho”.

Crímenes de ‘Agregados’, ‘Pistolocos’ o ‘Sayayines’
Desde que ingresaron a Puerto Tejada, los paramilitares fijaron como objetivo controlar el municipio y para ello se enfrentaron a las bandas o pandillas que delinquían previamente a su llegada.

Una de las estrategias que utilizaron para acabar con las personas que “hacían daño al pueblo” fue hacer que entregaran las armas y dejaran de delinquir. Según contaron varios postulados en el inicio de las versiones libres sobre Puerto Tejada, el exalcalde Luis Fernando Santa Muñoz y los exjefes paramilitares organizaron una jornada de entrega de armas al Bloque Calima en octubre de 2001. Para el momento de esa desmovilización Santa no era alcalde y fue elegido en los siguientes comicios.

Varios de los pandilleros que entregaron las armas pasaron a engrosar las filas del grupo de urbanos en Puerto Tejada y se convirtieron en pieza clave para la lucha contra las bandas en los barrios marginales y la invasión. Algunos de ellos entraron al grupo armado ilegal siendo menores de edad.

Esos jóvenes que se convirtieron en urbanos fueron conocidos como ‘Agregados’, ‘Pistolocos’ o ‘Sayayines’. El exjefe de urbanos en Cauca, José de Jesús Pérez Jiménez, alias ‘Sancocho’, explicó en mayo de este año que el Bloque Calima nunca tuvo grupos en Puerto Tejada con esos nombres, sino que la comunidad identificó a los expandilleros con esos apodos.

Los ‘Agregados’ fueron encomendados para asesinar o señalar a los supuestos integrantes de las bandas, expendedores de drogas y personas que “hacían daño al pueblo”.

Alias ‘Pechón’ explicó que tiempo después de estar ejecutando asesinatos, empezaron a movilizarse en bicicletas o a pie “porque los objetivos se perdían cuando escuchaba una moto”.

En esos días de versión libre, quedó evidenciado cómo los paramilitares se enfocaron a combatir a las personas “que le hacían daño al pueblo” o la denominada ‘limpieza social’ que implementaron, ya que de la totalidad de casos confesados, ninguno correspondió a supuestos guerrilleros o colaboradores de la subversión. Pese en que audiencias anteriores han hablado de casos de supuestos crímenes contra la subversión, el número no ha sido tan alto como en otras regiones.

Las autoridades deben verificar la veracidad de las declaraciones de los exparamilitares acogidos al proceso de justicia transicional.

Por otro lado, durante esa semana los postulados se quejaron sobre las condiciones del servicio de salud en la cárcel que se encuentran detenidos y pidieron que se mejore el acceso a ese derecho.