Las ‘escuelas’ y las ‘finanzas’ del Bloque Calima

      
El grupo paramilitar que delinquió en el occidente del país nació con plata del narcotráfico y se mantuvo con extorsiones, secuestros, impuestos ilegales y robo de gasolina.

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Once exparamilitares fueron los encargados de entrenar y financiar al Bloque Calima que delinquió en el Valle del Cauca, Cauca, Huila y Antioquia entre 1999 y 2004.

Así lo expuso la Fiscalía durante una audiencia de legalización de cargos contra Hébert Veloza alias ‘H.H.’, exjefe paramilitar de los Bloque Bananero y Calima, que dejó 3.000 víctimas en el Urabá antioqueño y la costa pacífica.  La Fiscalía documentó dónde los paramilitares instalaron bases de entrenamiento, los vínculos que tuvieron con políticos y cómo financiaron una tropa que llegó a tener 1.000 paramilitares, según lo confesó el exjefe paramilitares.

Las escuelas
Para el entrenamiento, el Bloque Calima usó además de instructores militares un grupo de instructores políticos entre los que estuvieron Carlos Efrén Guevara alias ‘Fernando Político’, Armando Lugo alias ‘El Cabezón’, Ángel Fernando Peñata alias ‘Daniel’, Francisco José Morelo alias ‘Sarley’, Teodosio Pabón alias ‘El Profe’ y Miguel Enrique Mejía alias ‘Chiquito Político’.

Estos paramilitares eran conocidos como ‘los políticos’, los encargados de hacer contactos con la clase política de la región, emitir los comunicados y darle charlas al grupo paramilitar sobre los estatutos de las Auc. Estos paramilitares iban hasta las escuelas de entrenamiento, donde los paramilitares recibían clases sobre las ‘normas del grupo’, táctica militar y manejo de armas.

Según la Fiscalía, una de estas escuelas estuvo ubicada en San Miguel, una vereda del municipio Buenos Aires, Cauca, cerca de una escuela pública donde los niños de la vereda recibían clases. En época de vacaciones, los paramilitares se tomaban las instalaciones del colegio. La otra escuela estuvo ubicada en Calima el Darién, cerca a un predio de una empresa de cartones.

“La escuela ubicada cerca de la empresa de cartón entrenamos personas traídas de Buenaventura. Por ahí pasaron entre 500 y 600 paramilitares”, dijo en versión libre del 18 de febrero de 2011 Juan Mauricio Aristizábal alias ‘El Fino’, exjefe financiero del Bloque Calima.

Alias ‘El Fino’ dijo que hasta estas escuelas, incluso, fueron llevados estudiantes universitarios, como parte de la estrategia de reclutamiento del Bloque. “Fueron llevados por ‘Fernando Político’. Era un grupo como de 60 a 70 universitarios entre los 17 y 20 años. Llegaron a las nueve de la mañana y se estuvieron como hasta las cuatro de la tarde. Se les dio almuerzo, comida de res y marrano. La idea era que ellos vieran los entrenamientos de los paramilitares”, dijo alias ‘El Fino’.

El exparamilitar dijo que alias ‘Fernando Político’, que había sido exjefe financiero del Frente 30 de las Farc, quería implementar la misma estrategia de la guerrilla de reclutar jóvenes de las universidades. “Así como habían células de milicias en las universidades, ‘Fernando Político’ pensaba que era importante crear grupos que defendieran al paramilitarismo”, contó ‘El Fino’.

En una versión libre, Teodosio Pabón alias ‘El Profe’ contó sobre esa reunión. “Hice un trabajo de recoger a estudiantes en Bogotá y llevarlos conmigo a un campamento de las autodefensas… Entramos a las universidades pegando unos adhesivos con la dirección electrónica de la página web a través dellink ‘Contáctenos’. Se nos ocurrió una invitación al Lago Calima. El que estuvo al frente de eso fue ‘Fernando’, el político de alias ‘H.H.’”, dijo alias ‘El Profe’.

Los cobros
Según la Fiscalía, el Calima tuvo al menos cinco ‘financieros’, paramilitares encargados de pagar la nómina, comprar armas, realizar sobornos a funcionarios públicos y pagar los abogados de los paramilitares que fueran capturados. El principal de este grupo fue Juan Mauricio Aristizábal alias ‘El Fino’, seguido por Luis Horacio Martínez alias ‘Tocayo’, Javier Mondragón González alias ‘Erick’, Ubernis Alberto Areiza Fernández alias ‘Andrés’ y Omar de Jesús Ojeda alias ‘Fabián’.

Según las versiones de varios exparamilitares, antes de que alias ‘H.H.’ llegara como jefe del grupo paramilitar, el Bloque Calima recibía aportes de $50 millones de pesos al año por narcotraficante como acuerdo para producir y sacar la cocaína de las ‘cocinas’ de la región. Alias ‘Román’ llevaba esas cuentas en un listado que fue encontrado en su casa durante un allanamiento.

Con la llegada de alias ‘H.H.’ al Valle, el exjefe paramilitar ordenó realizar reuniones con comerciantes, ganaderos y empresarios de ingenios azucareros a los que les pidió cuotas mensuales a cambios de ‘seguridad’. “Por medio de un exjefe de seguridad de un ingeniero azucarero, una empresa hacía aportes mensuales de $20 millones de pesos para que los paramilitares los cuidaran de secuestros o extorsiones de la guerrilla”, dijo la Fiscalía.

Según alias ‘El Fino’, el centro de finanzas del Bloque Calima estuvo en Buenaventura, un puerto clave de la costa pacífica por donde salían los cargamentos de droga y donde los paramilitares realizaban cobros al gramaje, es decir, por kilo de cocaína producido.

Sin embargo, en Cauca los paramilitares tenían otro centro de cobros o impuestos ilegales en Santander de Quilichao. En versión libre, Armando Lugo alias ‘Cabezón’ contó que como él trabajaba para la Defensa Civil, conocía la zona y empezó a delinquir señalando a las posibles víctimas. “Yo comienzo a decirles quiénes son los ganaderos y el encargado de recoger esa plata era alias ‘Julián’, quien a su vez encargó a alias ‘Pata e’ palo’. En octubre de 2001 se hace una reunión a donde se lleva todo el comercio, incluyendo granjeros y dueños de droguerías. Alias ‘El Cura’ les fijó las fechas en que tenían que pagar las cuotas”, dijo alias ‘Cabezón’.

En una versión libre, alias ‘El Cura’ confesó que convocó esa reunión en Santander de Quilichao y que fue realizada en el corregimiento El Palmar. “Llegaron varias personas del comercio donde hablé con ellos y les dije que de ahora en adelante necesitaba una colaboración económica, que ellos podían decir con cuánto podían”, dijo el exjefe militar del Bloque Calima.

‘El chorro’, las reses y las extorsiones

Otra forma de financiación del bloque fue el robo de gasolina, principalmente de dos poliductos de Ecopetrol ubicados en la vía Cartago-Yumbo y Yumbo-Buenaventura. Según datos aportados a la Fiscalía por la petrolera nacional, entre enero y diciembre de 2002 los grupos armados ilegales que delinquían en esta zona extrajeron 7.270 barriles de crudo al día equivalentes a 106 millones de dólares. Entre 2002, 2003 y 2004, dijo la Fiscalía, los paramilitares del Bloque Calima hurtaron por lo menos 21 millones de dólares en gasolina robada.

En una versión libre, Robert Enrique Oviedo alias ‘El Chacal’ contó que el encargado de hacer estos hurtos en era Ricardo López Lora alias ‘La Marrana’.  “Según alias ‘El Chacal’, alias ‘La Marrana’ instalaba unas válvulas que extraían entre 7.000 y 8.000 galones de gasolina al día. Eso se coordinaba con integrantes policía y se vendía en gasolineras de amigos”, dijo la Fiscalía. Otro de los encargados de robar gasolina era José Barney Veloza alias ‘El Flaco’, hermano de alias ‘H.H.’.

Además de gasolina, los paramilitares robaron reses y electrodomésticos de las fincas de la región. Según contaron varios exparamilitares en versiones libres, el 5 de junio de 2004 hurtaron 223 reses de una finca en Sevilla, Valle del Cauca, señalando que ese ganado era de la guerrilla. La Fiscalía documentó que ese era el pretexto que usaban los paramilitares para cometer los robos.

Batallones, a su servicio
Para cometer los delitos, los paramilitares del Bloque Calima contaron con la complicidad de los militares. En versiones libres, Elkin Casarrubia alias ‘El Cura’, José de Jesús Pérez alias ‘Sancocho’, alias ‘El Cura’, alias ‘El Fino’ y ‘H.H.’ hablaron sobre sus nexos con los batallones de la región.

En una versión libre, un exparamilitar contó que fue informante del Batallón Palacé, con sede en Buga. “Entre los paramilitares y algunos paramilitares de ese Batallón nos comunicábamos con convenciones, a los lugares los nombrábamos por letras y la misión era hacerle inteligencia a la guerrilla. Desde el Batallón nos colaboraban con medicamentos y municiones”, dijo el paramilitar.

Juan Manuel Mestre Santamaría alias ‘Romario’ aseguró en versión libre del 23 de agosto de 2010 que el Bloque Calima también tuvo pactos con algunos miembros del Batallón Popayán, suministrándoles armas y municiones Entre las finanzas del grupo paramilitar, dijeron otros exparamilitares, estuvo pagarle mesadas de 500 mil pesos a los tenientes, de 300 mil pesos a los sargentos y de 200 mil a los agentes de más bajo rango.

Otros exparamilitares han dicho en Justicia y Paz que también contaron con la complicidad del Batallón Pichincha, con sede en Tambo, Cauca. Según dijeron, militares de ese batallón despejaron la zona para que los paramilitares cometieran la Masacre del Alto Naya, ocurrida en abril de 2001.

La audiencia de control de legalidad contra alias ‘H.H.’ continuará durante la segunda semana de julio de 2011 en los Tribunales de Cundinamarca.