La guerra en Villavo

      
‘Wilson’, el ex jefe del Bloque Centauros en Villavicencio, fue testigo y participó en varios asesinatos a plena luz del día, traiciones y seguimientos en la capital del Meta, provocados por la guerra entre Miguel Arroyave y ‘Martín Llanos’.
En breve: En su versión libre ante un fiscal de la Unidad de Justicia y Paz del 9 al 11 de octubre de 2009, Miguel Rivera Jaramillo, alias ‘Wilson’ o ‘W’ inició sus versiones libres enunciando 17 crímenes donde aceptó responsabilidad.

Paramilitares mencionados: Miguel Arroyave, Martín Llanos, ‘Harley’, ‘El Boyaco’, ‘El Industrial’.

Lugares mencionados: barrio El Porvenir, barrio La Ceiba, lavadero Los Tigres en Villavicencio.

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Villavicencio fue el escenario de fuertes enfrentamientos entre los ‘paras’ de Miguel Arroyave (derecha) y de ‘Martín Llanos’ (izquierda).
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Traición y muerte en la parapolítica del Meta
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La sombra de Martín Llanos (Semana)
‘Cuchillo’ ya tiene más de 1.100 paramilitares y ‘Martín Llanos’ reorganizó sus autodefensas (El Tiempo)

Entre 2003 y 2004 el Bloque Centauros de Miguel Arroyave, alias ‘Arcángel’ y las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC) de Héctor Germán Buitrago, alias ‘Martín Llanos’, los dos grupos paramilitares más poderosas del Llano, se transaron en una guerra que dejó más de mil muertos, entre civiles y ‘paras’. La violencia se tomó todos los rincones de la región y Villavicencio fue uno de los sitios que más padeció con los asesinatos.

Miguel Rivera Jaramillo, alias ‘Wilson’ o ‘W’, ex jefe de la Especial, un grupo urbano del Bloque Centauros en Villavicencio, fue uno de los ‘paras’ que cometieron decenas de homicidios, hirieron y mataron civiles inocentes por error, instigaron las traiciones y montaron operaciones de inteligencia para identificar sus víctimas.

Rivera Jaramillo aún lamenta que dos grupos “que caminaban en la misma dirección” terminaran enfrentados por un conflicto personal entre Arroyave y ‘Martín Llanos’. A pesar de que él y sus hombres no estaban de acuerdo con la guerra, obedecieron a sus jefes y combatieron sin respetar nada, ni amistad, ni familias, ni ideologías comunes, “ahí estaba toda la crueldad del conflicto”, recuerda.

La traición, las deserciones y las denuncias a sus propios compañeros y amigos se volvieron comunes en esta guerra.

‘Harley’ o ‘El Flaco’, jefe de las ACC, se entregó al Bloque Centauros con varios hombres, armas largas y camionetas. Después de traicionar a los Buitrago, grupo que conformó Martín Llanos, se volvió uno de los informantes del grupo de Arroyave. ‘Harley’ recorría las calles de Villavicencio en un taxi con vidrios polarizados, armado de una video cámara para identificar a todos sus ex compañeros en los barrios y bares que frecuentaban.

Las imágenes eran después analizadas por ‘Harley’ y sicarios del Bloque Centauros para fichar los miembros de las ACC en Villavicencio.

Gonzalo Gutiérrez Barrera, alias ‘El Boyaco’, presunto comandante de las urbanas de las <ahref=”editores/multimedias/estructuras/estructuras_intro.html” target=”_blank mce_href=editores/multimedias/estructuras/estructuras_intro.html”>ACC, fue una de las personas identificadas por la cámara de ‘Harley’. El 11 de octubre de 2003 ‘El Boyaco’ manejaba un Chevrolet Sprint verde en el barrio El Porvenir de Villavicencio cuando un grupo de ‘paras’ en una moto lo acribillaron.

Como en otras ocasiones varios peatones fueron víctimas de la guerra urbana. Las balas perdidas hirieron a un mecánico y a dos hermanas, una de ellas menor de edad,que estaban en un taxi en el lugar del atentado.

La traición también le costó la vida a Nancy Zulay Acosta Gutiérrez, que según ‘Wilson’ era la persona que se ocupaba de los presos de las ACC con dinero, contactos y favores. La mujer fue delatada por ‘Alex’, subalterno de ‘Wilson’, que era su amigo desde antes de que estallara la guerra en el Llano.

Después de varios días de búsqueda en las calles de ‘Villavo’, los hombres de Arroyave la encontraron en el barrio La Ceiba, donde tenía una peluquería. La asesinaron el 28 de octubre de 2003 cuando estaba entrando a su casa delante de su hijo menor de edad.

La guerra entre ‘Buitragueños’ y ‘Urabeños’, como llamaban a los ‘paras’ del Bloque Centauros por haber sido enviados por los hermanos Castaño desde el Urabá, llegó incluso a la cárcel de Villavicencio. En el penal, los miembros de los dos grupos seguían siendo miembros activos que transmitían informaciones.

‘Un preso del Bloque Centauros delató a otro prisionero José Vicente Cortés Hoyos, diciéndole a ‘Wilson’ que era miembro de las ACC. El 5 de noviembre de 2003, pocos días después de que fuera liberado, Cortés fue asesinado por hombres de ‘Wilson’ frente al lavadero Los Tigres de Villavicencio.

En la acción un taxista que transitaba por el sector también fue asesinado.

La guerra contra los Buitrago instaló en el Bloque Centauros un clima de sospechas, engaños y desconfianza. Arroyave, según ‘Wilson’, vivía en un estado de paranoia constante, se ponía irascible lo que lo llevaba a tomar decisiones irracionales.

La suspicacia de Arroyave llegó al punto que, con contactos que tenía en la Dijin, ‘chuzó’ los teléfonos celulares de los jefes de sus frentes para saber qué decían de él, qué estaban planeando y si tenían intención de traicionarlo. Finalmente las sospechas de Arroyave se confirmaron, pues el ex jefe del frente Guaviare, Pedro Olivero Guerrero, alias ‘Cuchillo’, lo asesinó en noviembre del 2004 en Puerto Lleras, Meta.

Arroyave sospechaba incluso de sus hombres más cercanos. Según ‘Wilson’, un muchacho que le hacía las compras, las vueltas y los mandados a Miguel Arroyave era espiado por un ‘para’ que verificaba qué compraba, a quién y donde.

“Arroyave era terrible, de un carácter muy fuerte, todos le teníamos terror. Él se equivocó y mandó a matar a muchos de los nuestros” dijo Wilson.

El ex jefe de las urbanas en Villavicencio recordó que Arroyave le dio la orden de asesinar el 6 de junio del 2004 a Carlos Alberto Cuervo por estar transmitiendo información a las ACC. “Me dio pena decirles a los papás, a la mujer, a los hijos, me tocó delegar a otra persona para entregarles el cuerpo”, recordó ‘Wilson’.

Miguel Rivera Jaramillo, alias ‘Wilson’ o ‘W’, se volvió paramilitar en los Llanos a finales de los ochenta. En los noventa se retiró de las autodefensas para trabajar en Bogotá, pero en el 2002 se unió al Bloque Centauros, donde fue jefe de los comandos urbanos de Villavicencio. Las autoridades también dicen que dirigió una oficina de cobro en la ciudad.

‘Wilson’ no se desmovilizó y fue capturado en marzo de 2005. Lo acusan de ser el autor de los asesinatos de Omar López Robayo, ex alcalde de Villavicencio y de los dirigentes políticos Euser Rondón Vargas, ex candidato a la gobernación del Meta, Carlos Javier Sabogal Mojica, ex gobernador del Meta, y Nubia Sánchez Romero, diputada, cuyos cuerpos aparecieron el 13 de septiembre de 2004, baleados y dentro de un automotor en la vía Tocancipá – Zipaquirá.

Tags: Miguel Arroyave, Martín Llanos, Bloque Centauros, Autodefensas Campesinas de Casanare