Imputan 198 crímenes a Ramón Isaza

      
Un fiscal de Justicia y Paz acusó al ex jefe paramilitar del Magdalena Medio de varios homicidios, secuestros, extorsiones, hurtos, tentativas de homicidios, actos sexuales violentos, entrenamiento ilegal para actividades ilícitas, destrucción y apropiación de bienes, concierto para delinquir, desapariciones forzadas y desplazamiento. El accionar de este ex jefe paramilitar dejó un total de 296 víctimas.
En breve: En continuación de imputación parcial de cargos de Justicia y Paz el 31 de marzo, 1 y 2 de abril del 2009, el ex jefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, Ramón María Isaza, alias ‘El Viejo’, recibió acusación por 198 crímenes, reclutamiento de menores y ocho masacres.

Lugares mencionados: Municipios del nororiente de Caldas y el norte del Tolima.


Ramón Isaza en audiencia de Imputación Parcial de Cargos. Foto: Fiscalía.

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– 12/11/2008 Las confesiones de Ramón Isaza
– 30 años de barbarie paramilitar


– Perfil de Ramón Isaza
– Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio

Luego de escucharlo en 21 versiones de confesión dentro del proceso de Justicia y Paz que les da a los ex paramilitares la posibilidad de acceder a penas alternativas si colaboran con la justicia, el pasado 31 de marzo la Fiscalía reinició imputaciones en contra de Ramón María Isaza Arango, alias “el viejo” o “el patrón”, hoy desmovilizado de las extintas Autodefensas del Magdalena Medio.

El despacho segundo de la Unidad de Justicia y Paz imputó al ex jefe de 198 nuevos crímenes, que en su gran mayoría, ocurrieron en los municipios de La Dorada, Caldas, y Fresno, Tolima.

Ramón María Isaza, alias ‘El Viejo’, aceptó los delitos por haber determinado los crímenes o tener la responsabilidad de ellos por ser el comandante, aunque dijo que muchos ‘paras’ bajo su mando excedieron sus órdenes y cometieron innumerables atropellos en contra de la población civil.

Entre los crímenes imputados a Isaza se encuentra el homicidio de 47 personas que según sus declaraciones en versión libre fueron asesinadas por ser sindicadas de colaborar con la guerrilla o que se declararon en contra de los abusos del grupo paramilitar.

Dentro de las víctimas que dejaron estos homicidios se encuentra el periodista Arquímedes Arias Henao, quien fue asesinado a balazos por un hombre de Isaza que disparó al comunicador en las instalaciones de la estación local de radio “Fresno FM”, de la cual era director y que días antes de su muerte había invitado a las autodefensas a recapacitar sobre el daño que causaban en el municipio.

En circunstancias similares fueron asesinadas decenas de personas que se negaron a pagar la vacuna que les exigían las autodefensas o a prestar sus propiedades y residencias para que las autodefensas perpetraran sus crímenes.

De esa forma murieron Elkin Mauricio Mora, un joven de 20 años que fue asesinado en el municipio de La Dorada, Caldas, por no vincularse al grupo de paramilitares en el 2004; y Mario López Galvis, cuyo cuerpo fue encontrado con un letrero que lo calificaba de “Sapo” por confesar a las autoridades que las autodefensas robaban gasolina con una válvula desde su finca en Fresno, Tolima.

Durante la audiencia de imputación, Isaza fue acusado de ordenar un total de 32 asesinatos y aceptó por línea de mando el homicidio de 34 víctimas que fueron agredidas por sus hombres delante de los ojos de las autoridades en lugares públicos, como billares, plazas, calles y conjuntos residenciales.

Es el caso de Raúl Andrés Jiménez Valencia quien fue agredido por un grupo de paramilitares en el barrio Las Ferias del municipio de La Dorada, Caldas, en enero de 2003, mientras jugaba un partido de billar con sus amigos. O la misma situación de Fany Toro Rincón, quien fue asesinada en junio del 2003 en el municipio de Fresno, Tolima, por dos paramilitares que la interceptaron, la apuñalaron en varias ocasiones y al ver que intentaba reponerse del ataque volvieron a ocasionarle varios cortes en el cuello con arma blanca.

Pero los crímenes de las autodefensas en el Magdalena Medio, no sólo tienen que ver con aquellas víctimas que los paramilitares señalaban como presuntos colaboradores de la guerrilla. Durante la audiencia de imputación, Isaza también asumió responsabilidad por crímenes en los que paramilitares bajo sus ordenes se convirtieron en árbitros de disputas laborales y amorosas, incluso emplearon la violencia contra familiares para intimidar a los miembros de las autoridades que llevan procesos en su contra.

Fue así como en enero del 2003 dos paramilitares abordaron el taxi de Henry Fernando Bernal, hermano de un funcionario del DAS que investigaba de cerca al grupo de autodefensas, y prosiguieron a asesinarlo para intimidar al funcionario.

De igual forma las bandas urbanas de los hombres de Isaza se prestaron para asesinar a varios habitantes del municipio de La Dorada, Caldas, por dinero, extinguiendo la vida de personas como Carlos Rubiel Muñoz, quien fue asesinado con las manos amarradas en Fresno, Tolima después de haber discutido con el dueño de la finca donde trabajaba en el 2002.

El reclutamiento de menores

La Fiscalía realizó la imputación de más de más de 48 casos de reclutamiento ilícito cuya responsabilidad recae sobre Ramón Isaza como máximo cabecilla de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio.

La mayoría de estos casos se presentaron en los departamentos de Antioquia, Tolima, Caldas y Boyacá donde las autodefensas impusieron un régimen de vinculación de menores que consiguió alimentar la guerra de los paramilitares desde 1978.

Muchos de los jóvenes que ingresaron al grupo paramilitar comandado por Isaza, lo hicieron motivados por la escasa oferta laboral que padecen cientos de municipios y veredas del territorio nacional; la intimidación fue otra de las armas empleadas por los paramilitares que en múltiples ocasiones obligaron el ingreso de menores de edad presionándolos con el asesinato de sus padres, hermanos y amigos.

Las Masacres de Isaza

Durante los dos últimos días de diligencia que programó la Fiscalía, Ramón Isaza recibió imputación parcial por algunas de las masacres perpetradas por su grupo de autodefensa, que dejaron un centenar de víctimas en diferentes municipios y departamentos.

Ramón Isaza fue imputado por un total de 70 asesinatos repartidos en ocho masacres diferentes que responden al nombre de: Masacre de Cazadores (Tolima), Masacre de la Parroquia (Tolima), Masacre de Pescadores (Tolima), Masacre de las Mercedes (Antioquia), Masacre de las Frías (Tolima), Masacre de Bucamba y la Masacre de la Esperanza (Antioquia), y la Masacre de La Grajalia , en la vía que conduce a Manzanares (Caldas).

Las víctimas de estos delitos, 400 aproximadamente según la Fiscalía, podrán seguir la imputación a través de video conferencia trasmitida en las diferentes sedes de la Fiscalía.

A pesar de esto, la Defensoría Pública ha sido reiterativa al solicitar a la Fiscalía General de la Nación que facilite la información relacionada con las víctimas, toda vez que es este el organismo de control que tiene el primer contacto y hace el filtro correspondiente a quienes reclaman tal calidad.

En tal sentido, el Magistrado de control de garantías solicitó esta semana en la Audiencia, oficiar por escrito a la Unidad de Justicia Y Paz de la Fiscalía para que entregue la información requerida por los representantes de las víctimas a fin de no entorpecer su labor y brindar el derecho de representación a quienes lo solicitan.

Así mismo, el magistrado decretó el embargo y secuestro de siete bienes ubicados en los departamentos de Antioquia y Caldas, que pasarán a manos del Fondo Nacional de Reparación para las víctimas. La próxima diligencia judicial ante el fiscal 2º de Justicia y Paz se realizará el 27 de abril en el búnker de la Fiscalía General de la Nación.

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