Gil aceptó que se reunió dos veces con ‘Ernesto Baéz’

      

El exsenador santandereano aceptó durante el inicio de su juicio por ‘parapolítica’ que se reunió dos veces con ‘Ernesto Báez’, uno de los jefes paramilitares del Bloque Central Bolívar. Pero negó que fuera para beneficiarse electoralmente.

El juicio contra Luis Alberto Gil Castillo, investigado por parapolítica, se cree terminará a mediados de 2011.  Foto VerdadAbierta.com

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Durante el primer día de juicio ante la Corte Suprema de Justicia, el exsenador Luis Alberto Gil Castillo aceptó que, a finales de diciembre de 2001 y en enero de 2002, se reunió con Iván Roberto Duque, alias ‘Ernesto Báez’, uno de los jefes paramilitares del Bloque Central Bolívar. Sin embargo, aclaró que el encuentro sólo obedeció para asegurarse de que no corría peligro, ya que él había sido militante del movimiento guerrillero M-19.

La declaración hace parte del juicio que se le adelanta por nexos con grupos paramilitares, después de que el 11 de octubre de 2007 la Corte lo llamó a indagatoria por sus presuntos vínculos con los paramilitares. Ese día, Gil renunció a su investidura como Senador del movimiento Convergencia Ciudadana, y desde el 24 de noviembre de 2008, se encuentra recluido en la cárcel La Picota.

La Sala de Casación Penal de la Corte y la Procuraduría le preguntaron sobre sus reuniones con los paramilitares y la posible relación con las votaciones que obtuvo Convergencia Ciudadana.

Las reuniones
Luis Alberto Gil reconoció que la primera reunión con ‘Báez’ fue en Medellín a mediados de diciembre de 2001. Según explicó, fue el diputado antioqueño Leonardo Zapata quien lo recogió en el aeropuerto y lo llevó hasta el sitio donde se reunieron con el jefe paramilitar, primero en un apartamento ubicado cerca del Centro Comercial El Tesoro y luego en un restaurante en la vía Las Palmas. “Yo conocí a Leonardo Zapata por medio del dirigente gremial Carlos Higuera”, dijo.

Higuera llegó al Senado para el período 2002-2006. Era el segundo renglón en la lista después de Carlos Clavijo, quien renunció a la curul luego de que la Justicia le abriera una investigación por sus presuntos vínculos con ‘Báez’. Luego, en septiembre de 2008, la Fiscalía también le dictó medida de aseguramiento por la misma razón, pero después, la justicia lo absolvió.

Gil dijo que conoció a Higuera en una reunión que hizo la Cámara de Comercio de Bucaramanga durante el primer semestre de 2001, cuando ganaderos y finqueros de Santander y del Magdalena Medio hicieron un llamado al gobierno nacional para que rechazara la propuesta del entonces presidente de la República, Andrés Pastrana, de instalar una zona de despeje en el sur de Bolívar para adelantar allí negociaciones de paz con la guerrilla del Eln.

Gil dijo que la segunda reunión con‘Ernesto Báez’ fue en enero de 2002 en Puerto Berrío, Antioquia: “Viajé con el diputado de Barranca Luis Francisco Guarín a esa reunión, que también fue programada por Leonardo Zapata. Eso fue al mediodía, como a 10 minutos del municipio, y  recuerdo que fue en una mansión. Los concejales de Barrancabermeja estaban reunidos desde por la mañana con ‘Ernesto Báez’”.

Según Gil, “las citas las definían ellos (paramilitares) y fui para saber si me podía lanzar porque era tachado de pertenecer a la izquierda. El encuentro fue para hablar de seguridad. Supe que Báez estaba hablando con los concejales de formar una lista (al Congreso) por el Movimiento Alternativo Regional (MAR), pero supe por los concejales que no aceptaron”, comentó.

El exsenador santandereano precisó que se reunió por lo menos cinco veces con los concejales de Barrancabermeja para llegar a un posible acuerdo entre Convergencia y el MAR en la apuesta por las elecciones. “Ellos querían encabezar la lista al Senado y no llegamos a un acuerdo porque para ese año había voto preferente. Fue cuando ellos postularon a Juan Martín Caicedo como cabeza de lista al Senado”, dijo Gil. Para ese período el MAR postuló a Rubén Darío Sánchez a la Cámara.

Las listas
Cuando un magistrado le preguntó a Gil si las reuniones con los paramilitares incidieron en la conformación para las listas al Congreso en 2002, el ex político negó que las autodefensas hubieran incidido en la conformación de las listas, argumentando que las fechas de las reuniones con ‘Baez’ no coinciden con las de la selección de los candidatos.

Luis Alberto Gil Castillo estuvo acompañado en la audiencia por su amigo, el ex congresista Alfonso Riaño, quien fue investigado por parapolítica. Foto VerdadAbierta.com

Según el relato de Gil, en julio de 2001, el movimiento planteó que él encabezaría la lista de Convergencia al Senado, y que a la Cámara lo harían los periodistas Juan Manuel González y José Manuel Herrera Cely. Sin embargo, para agosto de 2001 el movimiento acordó que Juan Manuel González sería el segundo renglón de Gil y que la lista de Cámara sería presidida por Herrera Cely.

Finalmente, Convergencia conformó dos listas a la Cámara: una, cuyo primer renglón fue Herrera Cely, seguido por los candidatos “Nelson Naranjo y Rafael Castillo, que fueron nombrados por el diputado de Barrancabermeja Luis Francisco Guarín, y Alexánder Ariza, que fue nombrado por el diputado Alfonso Riaño”. La otra lista estuvo liderada por Jaime Durán Barrera, que renunció a la Asamblea de Santander para aspirar a la Cámara. Según Gil, las listas a Cámara fueron respaldadas por los diputados Guarín, Riaño, Durán, así como por Hugo Heliodoro Aguilar y José Nelson Franco, y no por ‘Ernesto Báez’, como lo sostiene la Fiscalía. Por eso, la Corte citará a ‘Báez’ para que declare en el juicio al dirigente santandereano.

Según los datos de la Registraduría, Luis Alberto Gil resultó elegido en 2002 como senador con 82.053 votos siendo un novato en su aspiración al Congreso. Su anterior cargo fue como diputado de Santander, elegido en 1997, con 17.764 votos. Para el período 2002-2006, Convergencia logró elegir como representantes a sus dos cabezas de lista: Durán con 34.495 y Herrera Cely con 36.006 votos, quien renunció a su curul por investigaciones por parapolítica, abriéndole el espacio a sus siguientes renglones.

En 2006, Convergencia alcanzó más curules: Gil mantuvo la del Senado con 73.742 votos, acompañado por Óscar Josué Reyes Cárdenas, con 55.556 votos. En la Cámara por Santander lo hicieron Alfonso Riaño con 52.678 votos, José Manuel Herrera Cely con 25.369 y Édgar Gómez Román (ex presidente de la Cámara y militante del liberalismo) con 19.126 votos.

Cuando la Sala Penal de la Corte le preguntó si sostuvo una tercera reunión con los paramilitares, esta vez en el Hotel Chicamocha de Bucaramanga, en marzo de 2006, Gil lo negó. “Eso es falso. A mí se me despojó en enero de 2006 del derecho a hacer campaña en la región”, dijo.

Luego, un magistrado le preguntó sobre si recibió 1.000 millones de pesos por parte de Rodrigo Pérez Alzate alias ‘Julián Bolívar’, otro de los jefes paramilitares del Bloque Central Bolívar. “No hay lógica que en 2006 yo estuviera preguntando por un señor que no conocía y no dejó hacer campaña. ¿Por qué tenía que financiar mi campaña con recursos ilegales? Ojalá el testigo que dijo eso sea capaz de sostener semejante  infamia”, respondió el acusado.

Las ‘llaves’ del poder

En su narración, Luis Alberto Gil contó que la candidatura de Hugo Heliodoro Aguilar (investigado también por parapolítica), obedeció en 2003 a un resquebrajamiento del liberalismo tradicional en Santander. “Para 2002, Convergencia tenía una curul en el Senado y dos en Cámara y en vista de eso, Aguilar dijo que iría a la Gobernación. Para ese año, Juana Yolanda Bazán y Jorge Gómez Celis se separaron de Jorge Gómez Villamizar y se adhirieron a Hugo Aguilar.  La crisis liberal eliminó su propia candidatura y por eso Convergencia apoyó a Aguilar”, dijo.

Gil aseguró que eso también explica “los ataques” que luego recibieron de caciques liberales, como el ex senador Hugo Serrano. “Después de ser los mejores amigos de Hugo Serrano para las elecciones de 2002, nos convertimos en sus enemigos por ser competencia. Los caciques no soportaron que naciera un nuevo pensamiento”.

Aunque la Sala Penal aún no ha definido una nueva fecha para continuar con el juicio, la defensa de Gil consideró que el proceso se extenderá hasta mediados de 2011. “Yo era de la otra ‘orilla’. Yo no iba a arriesgar mi vida, pero yo no denuncié esas reuniones porque no había seguridad. El Estado estaba indexado en esa acción criminal”, con estas palabras Gil pretendió revertir el argumento de que hizo alianzas con ‘paras’, y en su lugar, intentó defenderse de estos y de su alianza con el Estado.

Gil Castillo y su esposa Doris Clemencia Vega, quien en las pasadas elecciones aspiró al Congreso por el PIN pero no alcanzó una curul. Foto VerdadAbierta.com

¿Quién es Luis Alberto Gil Castillo?
Nació en Cite, corregimiento de Barbosa (Santander), en una familia campesina. Creció en Piedecuesta, donde desde muy joven comenzó a ser reconocido como uno de los líderes del magisterio. Estudio química en la Universidad Industrial de Santander y fue integrante del M-19 como urbano de esa guerrilla para el nororiente colombiano. Recién graduado como profesional, el ‘Eme’ lo envió a la Libia de Omar Khadafi donde se entrenó durante seis meses en acción político-militar. A su regreso, siguió vinculado al magisterio de educadores del cual fue presidente y donde conoció a su esposa, Doris Clemencia Vega. Después de la desmovilización del ‘Eme’, Gil se lanzó a la política y fue elegido diputado de Santander en 1992 y 1997.

Según el acta de creación, el 25 de febrero de1997 en Bucaramanga, Gil Casillo y 26 personas más fundaron el movimiento Convergencia Ciudadana que, en las elecciones al Congreso de 2010 y como una estrategia a su mala imagen por tener varios integrantes investigados por parapolítca, pasó a llamarse Partido de Integración Nacional, PIN. Por este partido, su esposa intentó aspirar al Senado pero no alcanzó una curul. En cambio, sí lo hicieron Nerthink Mauricio Aguilar, al Senado, y Didier Tavera, a la Cámara, hijo y antiguo secretario de Gobierno, de forma respectiva, del ex gobernador Hugo Heliodoro Aguilar.

Desde el 24 de noviembre de 2008, Gil Castillo, conocido como el ‘Tuerto Gil’, se encuentra recluido en la cárcel La Picota, de Bogotá, después de que la Corte lo llamó a indagatoria en medio del escándalo de la parapolítica.