Alerta sobre impunidad en crímenes a periodistas

      
La falta de justicia en los casos de periodistas asesinados y la dificultad para acceder a la información  siguen siendo las principales amenazas a la libertad de prensa en el país.

  
De los 139 casos de asesinatos de periodistas documentados desde 1977 hasta la actualidad, 66 procesos judiciales están estancados. Cincuenta y nueve de estos últimos ya prescribieron. Foto archivo Semana.  

El ejercicio del periodismo en Colombia sigue siendo crítico. Así lo advierten los resultados de Índice de Libertad de Expresión y Acceso a la Información, que después de analizar datos oficiales y extra oficiales sobre acceso a la información, agresiones directas, impunidad y ambiente para la libertad de expresión encontró que en una escala de 0 a 100, el país apenas llega a 50 puntos. Es decir, no existen garantías para el ejercicio libre del periodismo. (Ver informe completo)

Según el análisis, que estudió diferentes elementos del entorno periodístico, encontró que la impunidad y el acceso a la información son las condiciones que más preocupan a los periodistas. En relación con la impunidad, el estudio le siguió la pista a los procesos disciplinarios y penales en casos en que periodistas fueron agredidos o asesinados en el oficio.

De los 23 casos de agresiones cometidas por funcionarios públicos, policías o militares contra periodistas en 2011 y documentados por la Fundación para Libertad de Prensa -Flip-, la investigación encontró que sólo tres  tienen registro en la Procuraduría. Es decir, sólo 13%  de estas agresiones tuvo seguimiento.

En relación con los procesos penales, la situación es igual de crítica. De los 139 casos de asesinatos contra periodistas documentados por la Flip desde 1977 hasta la actualidad, el Índice para la Libertad de Expresión encontró que sólo 21 están activos y presentan avances; 52 procesos tienen un avance lento con más de cinco años de investigación y sus pruebas corren riesgo de perder vigencia, y 66 casos están en fase de respuesta grave porque ya han transcurrido muchos años y los procesos están estancados. Más de 50 de estos últimos ya prescribieron.

Entre los casos que prescribieron, recopilados en el informe de la Flip ¿La censura en las regiones llegó para quedarse? están los de los periodistas Miguel Burbano, Diana Turbay, Antonio María Ortiz, Julio Daniel Chaparro, Jorge Enrique Torres, Carlos Julio Rodríguez, José Libardo Méndez, Arsenio Hoyos, Rafal Antonio Solano y Néstor Henry Rojas, todos asesinados en 1991 por guerrilleros, narcotraficantes y actores indeterminados en Cauca, Cundinamarca, Norte de Santander, Antioquia, Caquetá, Meta, Magdalena y Arauca.

Sin acceso a la información
Respecto ala información pública que ofrecen las páginas web de las instituciones oficiales y la respuesta de estos mismos organismos a las solicitudes hechas por periodistas es poca. En la mayoría de las regiones del país, el acceso y la respuesta de los organismos públicos fue calificada entre 30 y 40 en la escala de 0 a 100.  

Las excepciones fueron Antioquia, donde el acceso público llegó a 66 y la zona Orinoquía-Amazonía donde la respuesta de las entidades fue calificada con 50.

El Índice de Libertad de Expresión coincidió con el último informe de la Flip que concluyó que aunque se redujeron los asesinatos contra periodistas, estos han optado por autocensurarse para evitar riesgos, sobre todo, en zonas de conflicto. La región más crítica sigue siendo Antioquia, donde en 2011 las bandas criminales asesinaron a un periodista en el Urabá y obligaron a que dos más abandonaran el país.

Lupa a la frontera
En el análisis del tema para la libertad de expresión y acceso a la información, la región más crítica fue la frontera colombo-venezolana que analizó la situación en Arauca y Norte de Santander. En ambos, el conflicto armado ha afectado el ejercicio del periodismo.

“Si bien no se ha registrado algún caso de victimización letal desde hace varios años. En los dos departamentos y en especial en Arauca, la victimización no letal ha aumentado exponencialmente en los últimos cinco años. Las amenazas están al orden del día por la presencia de grupos ilegales, al igual que por una muy precaria situación de seguridad en el departamento”, señala el Índice de Expresión de Libertad.

Según el estudio, estos departamentos fronterizos registran otros problemas como la estigmatización, obstrucción al trabajo periodístico y agresiones físicas o psicológicas, así como precarias garantías laborales para el ejercicio de la profesión.

La herramienta
El Índice de Libertad de Expresión fue realizado con datos oficiales y extra oficiales sobre acceso a la información, agresiones directas, impunidad y ambiente para la libertad de expresión. Incorporó una encuesta realizada con 603 periodistas, entrevistas a 15 expertos, reporteros y directivos de medios de comunicación nacional y regional, y la discusión sobre el ejercicio del periodismo en debates realizados en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Popayán.

El estudio, realizado por el Proyecto Antonio Nariño -PAN- en alianza con la Flip, organizaciones de periodistas y la cooperación internacional, se traducirá en un mapa interactivo con datos por ejes temáticos y las variables analizadas en cada una de las regiones: Antioquia, Caribe, Bogotá, Central, Oriental, Orinoquía-Amazonía, Pacífica y Valle. (Ver informe completo)

Aunque el informe del Índice de Libertad de Expresión se actualizará cada año, el monitoreo se realizará en tiempo real. El mapa multimedia puede ser consultado en www.pan.org.co y www.flip.org.co.