Los hermanos Castaño y el Bloque Calima

      
A mediados de 1999, los hermanos Castaño ‘exportaron’ 50 paramilitares de Urabá al Valle del Cauca. Ese pequeño grupo se transformó en un bloque compuesto por seis frentes que aterrorizó ese departamento.

  
En sus primeros años, los paramilitares en Valle del Cauca estuvieron bajo el mando de hombres que pertenecieron a la Fuerza Pública. Imagen: VerdadAbierta.com.

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Las autodefensas que antecedieron al Bloque Calima

Los hombres de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) llegaron a tierras vallecaucanas por petición de algunos miembros de su clase dirigente, bajo la excusa de que estaban bajo el azote de los grupos guerrilleros de la región.

Así lo contó la Fiscalía de Justicia y Paz de Cali durante la contextualización del Bloque Calima, en una audiencia de imputación de cargos a 88 desmovilizados de ese grupo paramilitar que se acogieron al proceso de justicia transicional.

Tras largas sesiones de versión libre con los exparamilitares que se acogieron al proceso de Justicia y Paz, investigaciones de la Policía Judicial y reseñas de documentos de la época, la Fiscalía relató ante un magistrado de control de garantías cómo nació el Bloque Calima y cómo fue su expansión desde las montañas del centro del departamento.

Los hermanos Carlos y Vicente Castaño enviaron sus tropas bajo el mando de Antonio Londoño Jaramillo, alias ‘Rafa Putumayo’, para que supuestamente combatieran al Sexto Frente de las Farc y al Frente Bateman Callón -una disidencia del M19-, que se encontraban en los municipios de Tuluá, Buga, Bugalagrande, Sevilla y Andalucía, en el centro del departamento.

El pequeño grupo de paramilitares llegó al municipio de Cartago, y de allí se trasladó por tierra a una finca en la vereda Pardo Alto, ubicada en Tuluá. Este sitio fue el primer fortín que tuvieron las Accu en el suroccidente colombiano.

Ese primer grupo de 50 paramilitares fue reforzado con otro de 40 integrantes, que también llegó procedente de Urabá, bajo el mando de Elkin Casarrubia Posada, alias ‘El Cura’, un ex guerrillero del Epl que se pasó a las filas de los Castaño y delinquió en diferentes departamentos del país.

Al poco tiempo de haber instalado las tropas paramilitares en el centro de Valle del Cauca, ‘Rafa Putumayo’ abandonó la región y se dirigió hacia el sur del país, en donde siguió con otros grupos de las Accu.

Por esa razón, dos oficiales retirados del Ejército asumieron el mando de la tropa paramilitar. La cabeza del grupo fue David Hernández Rojas, alias ‘José’ o ’39’, quien llegó a ser mayor, y su segundo fue Norberto Hernández Caballero, alias’ Román’, quien llegó al rango de sargento.

La Fiscalía contó que durante esos primeros meses, los paramilitares también se enfrentaron con la guerrilla que, al parecer, era patrocinada por el narcotraficante Wilber Alirio Varela, alias ‘Jabón’. Este narcotraficante, que fue asesinado el 30 de enero de 2008 en Venezuela, se disputó a sangre y fuego el control del Cañón de Las Garrapatas con Diego León Montoya, alias ‘Don Diego’, por ser una zona estratégica para la producción de drogas.

Así mismo, el ente investigador indicó que ‘Don Diego’ patrocinó inicialmente al grupo paramilitar, pero le exigió a ‘Román’ “que le custodiara los laboratorios donde procesaba los alcaloides, exigencia que al parecer fue aceptada en los inicios del Bloque Calima”.

Este hecho fue una de las causas para que posteriormente se dieran cambios en la jefatura del grupo, y para que Éver Veloza, alias ‘HH’, asumiera el control total del bloque.

Los primeros anuncios y los primeros crímenes

El 22 de julio de 1999 los hombres de las Auc se presentaron oficialmente cuando enviaron un anuncio a los medios de comunicación, en el que indicaron que habían llegado a Valle del Cauca para supuestamente combatir a la guerrilla y en el que aprovecharon para cuestionar los diálogos de paz que el Gobierno de Andrés Pastrana adelantaba en ese momento con las Farc en San Vicente del Caguán.

En el texto también indicaron que “su presencia fue consecuencia del clamor de algunos habitantes de la región y que extenderían sus operaciones en todo el suroccidente”. Así mismo, enviaron panfletos en los que hicieron varias advertencias sobre su lucha antisubversiva.

En uno de ellos, firmado el 26 de julio de 1999, le dieron tres opciones a la guerrilla: “hacer la guerra a muerte entre combatientes, se uniforman o se mueren de civil, o abandonar definitivamente la región”. Y a la población civil le advirtieron: “los amigos de la guerrilla son nuestros enemigos, y nuestros enemigos son objetivo militar. Ha comenzado la guerra, por la recuperación del Valle hasta la muerte”.

Los paramilitares procedentes de Urabá se asentaron en veredas y fincas ubicadas en los municipios de Tuluá, San Pedro y Bugalagrande. Desde esos sitios salieron a hacer sus “incursiones militares”, y después de cometer asesinatos, volvían a resguardarse en esos sitios.

El primer crimen que cometieron en Valle de Cauca ocurrió el 31 julio de 1999 en la vereda La Moralia de Tuluá. En plena celebración de lasfiestas patronales de la Virgen del Carmen, los paramilitares llegaron en dos camionetas y reunieron a la población.

En esa ocasión, alias ‘El Flaco’, un supuesto miliciano que fue capturado por los paramilitares, señaló a Orlando Urrea y a su hija Sandra Patricia, quienes fueron asesinados y se convirtieron en las primeras víctimas de ese grupo armado ilegal.

Además, como carta de presentación, los hombres armados dejaron panfletos y grafitis alusivos a las Auc y su guerra antisubversiva.

En los dos meses siguientes la estela de sangre y muerte de los paramilitares siguió creciendo con varias masacres que cometieron en la zona rural de Tuluá, Bugalagrande, San Pedro y Sevilla. Como consecuencia de esas “incursiones”, 37 campesinos fueron asesinados bajo la excusa de ser supuestos milicianos o colaboradores de las guerrillas. Varias de las víctimas fueron torturadas y desmembradas.

Estos hechos sembraron el terror dentro de la comunidad y cientos de personas se desplazaron. Varias familias fueron atendidas en albergues de Tuluá.

La llegada de ‘HH’
El arribo de ‘HH’ a la región estuvo precedido de una purga en la comandancia del grupo paramilitar. Alias ’39’ ordenó el asesinato de alias ‘Román’ porque, según él, fingió un secuestro para sacarle dinero al grupo paramilitar. Pero la versión del hasta entonces segundo al mando fue muy diferente.

Temiendo por su suerte, ‘Román’ le envió una carta al Estado Mayor de las Accu, en la que explicó que él y su papá fueron secuestrados en abril de 2000 por el Eln, y que al no ser reconocido como paramilitar, fue liberado 27 días después para que consiguiera 250 millones para pagar el rescate de su padre.

A pesar de sus esfuerzos por revertir la orden, ‘Román’ fue asesinado por sus hombres en Tuluá, con lo que la línea de mando de los paramilitares en Valle de Cauca cambió nuevamente.

Alias ’39’ siguió siendo la cabeza del grupo, pero el segundo al mando pasó a ser Freddy Antonio Cadavid Acevedo, alias ‘Luis’, un teniente retirado del Ejército; seguido por alias ‘Daniel’ y alias ‘Óscar’, quienes también habían pertenecido a la Fuerza Pública.

Entre marzo y abril de ese año, los hermanos Castaño enviaron a Éver Veloza, alias ‘HH’ o ‘Carepollo’, al departamento con la misión de crear el Bloque Pacífico, un grupo paramilitar que sería independiente del Calima y que estaría encargado de Buenaventura y la costa sur del departamento de Chocó.

Sin embargo, debido a las quejas que los Castaño recibieron sobre ’39’ y ‘Román’, quienes fueron cuestionados por gente de la región porque supuestamente dedicaron su servicio a ‘Don Diego’, en julio de ese año alias ’39’ fue trasladado a Urabá y le concedieron el mando general a ‘HH’.

Posteriormente ’39’ se convertiría en la mano derecha de alias ‘Jorge 40’ en la Costa Caribe, región en donde murió a manos del Ejército.

Una vez en el poder, ‘HH’ buscó el aporte económico de industriales, ganaderos y comerciantes que por años fueron extorsionados por la guerrilla.

La Fiscalía contó que en una finca en Cartago del narcotraficante conocido como ‘El Mocho’ Arcángel, se realizó una reunión a la que asistieron los jefes paramilitares Vicente Castaño, Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’ y ‘Ernesto Báez’, miembros del Cartel del Norte del Valle y varios empresarios de la región.

Vicente Castaño y ‘Don Berna’ hablaron de la necesidad de apoyar al grupo paramilitar para que siguiera creciendo y combatiera a la guerrilla en otros territorios. Y les pidieron su colaboración porque ellos “manejaban el poder en Valle del Cuaca”. En ese encuentro ‘HH’ fue presentado como el nuevo comandante general del Bloque Calima.

Según contó la Fiscalía, los asistentes acordonaron con Castaño aportar 250 millones de pesos a través de alias ‘Pipe’, acuerdo que cumplieron hasta que desalojaron a la guerrilla de sus territorios, y algunos dejaron de financiarlos tiempo después.

Además, el ente investigador dijo que los narcotraficantes dejaron de aportar dineros al grupo paramilitar porque estaban buscando acercamientos con la justicia Estados Unidos y no les convenía que los relacionaran con una organización que estaba catalogada como terrorista.

La expansión y el nacimiento de los frentes

Cuando ‘HH’ asumió el control del Bloque Calima, este grupo sólo tenía tropas en el centro de Valle del Cauca, en el norte Cauca, algunos hombres en corregimientos de Palmira y Pradera, y unos cuantos hombres asignados a Buenaventura. Al final ‘HH’ no pudo montar el Bloque Pacífico.

Con el paso del tiempo, ‘HH’ recibió más hombres, reclutó en la región y envió a algunos de ellos a conquistar nuevos territorios. Para el momento de la desmovilización el Bloque Calima estuvo dividido en seis frentes: Central, Cacique Calarcá, La Buitrera, Pacífico, Yumbo y Farallones.

Para la desmovilización, en diciembre de 2004, los hombres de ‘HH’ tenían el control en 26 de los 42 municipios del departamento. Incursionaron en casi todas sus regiones, salvo los municipios del norte de Valle, en donde los narcotraficantes tenían sus santuarios custodiados por sus propios ejércitos privados.

Frente Central

Este grupo nació con la llegada de los paramilitares en junio de 1999. Ocuparon los municipios de Tuluá, Buga, Bugalagrande, San Pedro, Trujillo y Andalucía. En 2000 su jefe era alias ‘Julián’, quien fue reemplazado por Juan de Dios Úsuga, alias ‘Giovanny’, -quien después se convertiría en jefe de Los Urabeños y moriría en un operativo de la Policía en 2011- quien asumió la comandancia entre 2000 y 2002.

‘Julián’ retomó el mando del grupo hasta que fue asesinado en 2003, y alias ‘Camilo’ lo reemplazó hasta la desmovilización en diciembre de 2004.
 
La Fiscalía reseñó que este grupo se consolidó con su ingreso violento en la región, cometiendo varias masacres con actos de barbarie y tortura, que causaron la intimidación y desplazamiento de la población civil.

Este grupo estuvo en el inicio y en el final del Bloque Calima. Su misión fue combatir contra el Frente Bateman Callón, al Frente Sexto y Bloque Móvil Arturo Ruiz de las Farc, pero en esa guerra dejaron cientos de víctimas civiles.

Frente Cacique Calarcá
Este frente tuvo presencia en algunos municipios del norte de Valle del Cauca y sur de Quindío. Con la llegada de ‘HH’ se convirtió en un grupo autónomo que respondía a las órdenes del Bloque Calima.

Su primer jefe fue alias ‘Juan’, quien ostentó el mando entre 2000 y 2001. Este fue remplazado por alias ‘Carlos’, un sargento retirado Ejército que tuvo el mando hasta abril de 2002. En esa fecha, y por pocos meses, asumió el mando alias ‘Sancocho’, el primer jefe de urbanos que los paramilitares tuvieron en Cauca. Finalmente alias ‘Pipe’ asumió el control de este grupo hasta 2004.
 
Según contó la Fiscalía, el objetivo del Frente Cacique Calarcá fue cerrarle el paso al Bloque Móvil Arturo Ruiz de las Farc, que tenía un corredor en la cordillera Central, entre los departamento de Valle del Cauca, Quindío y Tolima

Frente La Buitrera
A finales de 1999 los paramilitares tuvieron algunos hombres en los municipios de Palmira y Pradera, pero a partir del año 2000 se empezaron a expandir a los municipios de Florida y Candelaria.

Tras la llegada de ‘HH’ el grupo ocupó las poblaciones vecinas de Cerrito, Amaime, Ginebra y Guacarií, con lo que se dio origen al Frente La Buitrera del Bloque Calima. Además, este grupo incursionó en Miranda y Corinto, municipios ubicados en el norte de Cauca.

El centro de operaciones de este grupo fue instalado en el corregimiento de La Buitrera, de Palmira, de ahí su nombre. Entre los años 2000 y 2002, Fernando Oquendo Estrada, alias ‘Ramiro’, ostentó el mando del frente. Pero entre 2002 y 2004, el grupo estuvo bajo las órdenes de ‘Giovanny’, quien anteriormente había sido el jefe del Frente Central.

Esta agrupación llegó a tener 150 hombres en pie de guerra y su objetivo fue combatir al Sexto Frente de las Farc. En el corregimiento El Arenillo de Palmira, el Frente La Buitrera instaló una base que fue conocida como el Chalet de la Muerte, luego de haberse apropiado de la finca La Esmeralda.

Los paramilitares llevaron a este sitio a varias personas para desaparecerlas. Luego de asesinarlas, sus víctimas fueron enterradas en fosas comunes. Hasta la fecha, la Subunidad de Exhumaciones de Justicia y Paz ha encontrado los restos de 16 víctimas en ese sector.

Frente Pacífico
El origen de este grupo se remonta a los meses de marzo y abril de 2000, cuando ‘HH’ recibió la misión de crear un bloque paramilitar independiente al Calima para controlar las costa del sur de Chocó y la costa de Buenaventura en Valle del Cauca.

Según contó la Fiscalía, Carlos Castaño le dijo a ‘HH’ que se contactara con Danilo González, un coronel retirado de la Policía, para que lo enlazara con gente de la región. Este oficial lo contactó con alias ‘Julio’, quien finalmente le dio datos de miembros de la Fuerza Pública y jefes de bandas delincuenciales de Buenaventura.

‘HH’ le encomendó a Juan Mauricio Aristizábal, alias ‘El Fino’, que fuera al puerto a hacer inteligencia y obtuviera información sobre el Frente 30 de las Farc, con los miembros del CTI, la Marina y los delincuentes que ‘Julio’ le mencionó.

‘El Fino’, que con el paso del tiempo se convertiría en el financiero del Bloque Calima, obtuvo fotografías y datos sobre varios jefes de las Farc que delinquían en el casco urbano de Buenaventura y sus alrededores. Entre ellos estaban alias Ángel, financiero; alias ‘Colé’, jefe de un grupo en el kilómetro 23 en la Vía al Mar; Fernando Guevara, jefe político del Frente 30, entre otros.

Al terminar las laborares de inteligencia, el 11 de mayo de 2000, alias ’39’, quien todavía ostentaba el mando de las tropas paramilitares en Valle del Cauca, envió desde Tuluá dos camiones con hombres fuertemente armados hasta el corregimiento de Sabaletas, en Buenaventura.

Luego de masacrar a 11 personas en ese sitio, el grupo paramilitar se dividió y 54 de ellos marcharon hacia el sur para incursionar en el departamento de Cauca y el restoingresó al casco urbano de Buenaventura vestidos de civil.

Cuando ’39’ fue sacado de la región y ‘HH’ asumió el mando, se conformó el Bloque Calima. Tras esto, el grupo que iba a conformar un grupo paramilitar independiente, terminó adherido al Bloque Calima, y se transformó en el Frente Pacífico. Este grupo delinquió en Buenaventura y sus alrededores, pero no  ingresó a Chocó, porque fue instalado otro grupo bajo el mando de alias ‘Johan’, que delinquió desde el río San Juan hacia el norte del departamento.

En la ciudad-puerto los paramilitares asesinaron a varios miembros y jefes del Frente 30 de las Farc. El primer comandante del frente fue alias ‘Ramiro’, pero le cedió el mando a alias ‘El Mocho’, quien reclutó miembros de las bandas de Buenaventura.

Este frente contó con la particularidad de reclutar a varios hombres de las Farc, quienes accedieron a entregarse con su armamento. Entre ellos se cambiaron de bando jefes importantes como Carlos Angulo; Wilmer Valencia, alias Félix, jefe de urbanos del Frente 30 (se pasó al Frente Pacífico con 20 hombres),e incluso el jefe político, Fernando Guevara.

La Fiscalía reseñó que esto fue clave en la expansión y para asestarles golpes a los milicianos y delincuentes del puerto. Además, con el paso del tiempo, Guevara se convirtió en el jefe político general del Bloque Calima y tuvo contacto con altos funcionarios del Estado. Este exguerrillero fue conocido entre los paramilitares con el alias de ‘Ferando Político’ y fue asesinado antes de la desmovilización.

El Frente Pacífico también incursionó en el municipio de Calima-Darién, en donde ‘HH’ mantenía gran parte del tiempo cuando estaba en la región. Y temporalmente ingresó en los municipios costeros de Cauca, con 20 hombres bajo el mando de alias ‘El Cabo’.

En 2001 el grupo de ‘El Cabo’ ingresó a los municipios de Timbiquí y López de Micay. Pero se retiraron del sector porque recibieron un duro golpe del Ejército, que en una ocasión les decomisaron fusiles y les produjo varias bajas. También tuvieron problemas con hombres del Bloque Central Bolívar que tenían presencia en Nariño.

Finalmente, la Fiscalía destacó que este frente fue muy importante para la financiación del Bloque Calima, porque en su zona de injerencia se recolectaron los mayores ingresos económicos, producto del cobro de gramaje a los narcotraficantes que sacaban drogas por las costas del Pacífico.

Además, por esa vía también ingresaron armas provenientes de Centroamérica. En conclusión, Buenaventura “servía para el pago total de la nómina y los medios logísticos del bloque en otros departamentos”.

Frente Yumbo
Este grupo tuvo presencia en los municipios de Yumbo, Yotoco, Restrepo, La Cumbre, Viges, Dagua, Roso y Cali. La Fiscalía indicó que uno de los objetivos principales de este frente fue el hurto de combustibles del poliducto de Ecopetrol, que era comercializado en estaciones de gasolina de Cali y Yumbo, “obteniendo altos ingresos para el Bloque Calima”.

El jefe en esta zona fue Francisco José Morelo, alias ‘Zarley’, quien se desmovilizó y parece que está en las Bacrim de Urabá. El hurto de combustibles estuvo a cargo de Darly Perdomo Quintero, alias ‘Diego La Marrana’, exguerrillero Frente 30 de las Farc que se entregó a las Auc con ‘Fernando Político’.

Frente Farallones
Este grupo nació en mayo de 2000, cuando los 54 hombres que participaron en la masacre de Sabaletas se instalaron en los límites entre Valle del Cauca y Cauca. Con el paso del tiempo este grupo se fue extendiendo de norte a sur por Cauca y llegó a ser conocido como Frente Farallones, con relación a la cadena montañosa de la región.

Ese frente delinquió en 22 de los 42 municipios del departamento, y a finales de 2002, una facción de ese grupo incursionó temporalmente en el departamento de Huila por orden de Vicente Castaño.

Los hombres de este grupo también delinquieron en el municipio vallecaucano de Jamundí, que limita al sur con el departamento de Cauca.