Desmovilizados ratifican nexos de Rito Alejo con paramilitares

      

Pese a esa ratificación, alias ‘el Alemán’ y dos desmovilizados más del Bloque Élmer Cárdenas desmintieron la participación de tropas del Ejército en el asesinato del campesino Marino López Mena, caso por el cual es juzgado el exoficial.









El general (r) Rito Alejo del Río fue comandante entre 1995 y 1997 de la Brigada XVII del Ejército, con poder de mando en el Urabá. / FOTO SEMANA

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En el juicio que lleva el Juzgado Octavo Especializado de Bogotá contra el General Rito Alejo Del Río por su presunta responsabilidad en el homicidio del campesino Marino López Mena, los desmvilizados Freddy Rendón Herrera, alias ‘el Alemán,’ Carlos Arturo Furnieles y Luis Muentes Mendoza hicieron referencia al apoyo que la Brigada XVII del Ejérctio brindó a los grupos paramilitares en el Urabá.


En audiencia realizada el 11 y 12 de mayo, alias ‘el Alemán’, excomandante del Bloque Elmer Cárdenas, aseveró que entre 1995 y 1997 los paramilitares coordinaron con militares de la Brigada XVII, al mando en esa época del general Rito Alejo Del Río, acciones ofensivas contra la guerrilla en esa zona, entre ellas la denominada ‘Operación Génesis’, ejecutada en el departamento del Chocó por el Ejército en febrero de 1997 contra el Frente 57 de las Farc. 


Según ‘el Alemán’, “hubo una coincidencia entre las operaciones Génesis del Ejército y la operación Cacarica de los paramilitares, pues el Ejército estaba a cuatro días a pie de Bijao, estaba sobre el Río Salaqui frente a la cabecera de Riosucio”.


De acuerdo con la versión de el exjefe paramilitar, “en el marco de la operación Cacarica, cuando nuestras tropas desembocaron en el Río Salaqui se cruzaron con los militares y algunos desmovilizados manifiestan que se desarrolló una operación conjunta”, aclaró ‘el Alemán’.


Esta versión fue reafirmada por el testimonio del ex paramilitar Luis Muentes Mendoza, quien en la misma audiencia relató los pormenores de la operación Cacarica, hablando sobre el encuentro en terreno que tuvieron las tropas paramilitares con las fuerzas especiales del Ejército. “Fue un encuentro accidental, le dije al comandante ‘Pantera’ y nos desviamos, pero luego el habló con alguno del Ejército y seguimos nuestro recorrido”, señaló el desmovilizado. 


Aunque ‘el Alemán’ no fue tan explícito como en otras ocasiones sobre la presunta relación del General Del Río con los grupos paramilitares, sí se refirió a una reunión del oficial con el exjefe paramilitar del frente Arlex Hurtado de las AUC, Raúl Emilio Hasbún.


Según ‘el Alemán’, en la reunión Hasbún y el General Del Río “discutieron el desarrollo de operaciones en el área, pero no se habló concretamente de la operación  ‘Génesis’. Eso fue con Plazas”, señaló el exparamilitar, refiriéndose al Coronel Jorge Eliécer Plazas Acevedo, jefe de inteligencia de la Brigada para esa época. 


Rendón Herrera también mencionó que entre 1995 y 1996, Mauricio García Fernández, alias ‘Rodrigo Doblecero’, había coordinado una reunión con el general Del Río.


Respecto a la muerte del campesino Marino López Mena, ocurrida el 24 de febrero de 1997 en la vereda Bijao, durante la operación Cacarica, ‘el Alemán‘ dijo que  en el reporte recibido de alias ‘Pantera’, comandante de la misión, señalaba que alias ‘Manito’ había sido el autor material del crimen y que el Ejército no había participado ni directa ni indirectamente en la incursión al caserío de Bijao. 


Las operaciones conjuntas en Urabá  
Según lo relató ‘el Alemán’, cuando el Ejército hacía operaciones en Urabá los paramilitares aprovechaban para adelantar también sus operaciones. “Se coordinaba con el jefe de inteligencia de la brigada y utilizábamos la frecuencia de los radios de los oficiales del Ejército”, dijo el exjefe paramilitar.


De acuerdo con Rendón Herrera, la toma paramilitar a la población de Riosucio, en diciembre de 1996,  contó con el auspicio del Ejército.  “Se llevó a cabo una reunión con el coronel Plazas para coordinar la no intromisión de la Fuerza Pública en la cabecera de Riosucio. Yo personalmente acompañé a Carlos Ardila, antiguo jefe del Frente Chocó de las Autodefensas, a una reunión con el coronel Plazas, jefe de inteligencia”, señaló ‘el Alemán’.    


Por su parte, el desmovilizado Muentes Mendoza también dejó entrever las relaciones entre los paramilitares y el Ejército en el Urabá chocoano.  “No recuerdo el nombre de las personas, pero nos tocó trabajar con el Batallón 35 y las FuerzasEspeciales en el municipio Riosucio”, confirmando lo dicho por ‘el Alemán’


Carlos Arturo Furnieles, otro de los desmovilizados del Bloque Élmer Cárdenas, quien también fue soldado del Batallón de Contraguerrillas 26 con incidencia en el Urabá entre 1994-1998, aseguró en audiencia que cuando el General Del Río estuvo al mando de la Brigada, había un grupo de operaciones especiales, denominado ‘Soldados Campesinos’ del cual hacían parte paramilitares, desmovilizados de las Farc, soldados profesionales y suboficiales de la brigada. Según el testimonio del desmovilizado, este grupo se encargaba de realizar operaciones contraguerrilla y de recopilar información de inteligencia. Furnieles agregó que el grupo estaba al mando de un sargento Jeréz; no obstante, no precisó si el general Del Río sabía de la existencia de ese grupo.


Durante la audiencia, Furnieles aseguró en repetidas ocasiones que tenía conocimiento de los nexos de los paramilitares con el Ejército; sin embargo, se negó a revelaros alegando el peligro que corre su vida y las insuficientes condiciones de seguridad de las que carece en el centro de reclusión donde permanece. “La fuerza que tuvieron las autodefensas no se hubiera alcanzado sin no hubieran estado apoyadas por militares”, puntualizó el desmovilizado.  


Aunque se esperaba que el ex jefe paramilitar de Bloque Bananero, Éver Veloza, alias ‘HH’, rindiera testimonio a través de una video conferencia desde un penal de Estados Unidos, a donde fue extraditado en mayo de 2008, la jueza encarga de ese despacho pidió el traslado de las declaraciones aportadas por ‘HH’ en otros procesos para no incidir en temas que corresponden a Justicia y Paz. 


La etapa de alegatos finales del caso se realizarán los días 5, 6 y 7 de julio.

El caso contra Rito Alejo Del Río
El ex general es enjuiciado por el Juzgado Octavo Especializado de Bogotá por el crimen de López Mena, perpetrado por combatientes de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en desarrollo de la Operación Cacarica, que consistía en tomarse el Atrato Medio, para lo cual se coordinaron presuntamente con el Ejército que, a su vez, ejecutaba la Operación Génesis.


Durante el primer día de audiencia, el ex militar aseguró en su defensa que nunca conoció sobre la presencia de grupos paramilitares en Urabá y manifestó que supo de esos grupos a nivel nacional, pero nunca información concreta sobre acciones de estas estructuras criminales en la zona de Urabá. “Para esa época sabíamos de las Autodefensas de Córdoba… algunos de estos grupos estaban bien encubiertos en las diferentes zonas del país”.  


Rito Alejo Del Río, quien ha sido llamado por diversos sectores sociales y políticos como “el Pacificador de Urabá”, se encuentra detenido desde el 5 de septiembre de 2008 y ha sido señalado de ser presuntamente uno de los apoyos más importantes del paramilitarismo en la región de Urabá desde la comandancia de la Brigada XVII del Ejército entre los años 1995 y 1997, acusación que el ex militar niega reiteradamente.


No obstante, en varias versiones libres rendidas ante fiscales de la Unidad Nacional de Justicia y Paz, el ex jefe paramilitar Rendón Herrera ha insistido en explicar que antes de iniciarse las operaciones Génesis y Cacarica, se reunió personalmente con él en la sede de la Brigada XVII, en Carepa, Antioquia, para coordinar las acciones.


“Rodrigo Doblecero, Elmer Cárdenas, Carlos Correa y yo nos reunimos con el general Rito Alejo Del Río para coordinar la operación Cacarica realizada en febrero de 1997”, ha dicho ‘el Alemán’ en repetidas ocasiones y también ha explicado que fue Mauricio García Fernández, alias ‘Rodrigo Doblecero’, el encargado de coordinar la reunión con el ex militar.


“Yo fui a la brigada desde Necoclí, acompañado de Rodrigo Doblecero. Allí conocí al general Rito Alejo por primera vez. A la brigada nos entró un señor que le decían ‘el flaco’. Después de ese empalme Julio César Arce Graciano, alias ‘Zetace’, fue encargado de las coordinaciones con el General y todos los coroneles”, aclaró Rendón Herrera.


Según Del Río, los testimonios de los paramilitares y otros testigos han sido “presionados” desde diversas organizaciones no gubernamentales que buscan salpicarlo a él y al Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, puesto que para la fecha de los hechos, Del Río se desempeñaba como comandante de la Brigada XVII y Uribe Vélez como Gobernador de Antioquia.


Para el exgeneral, las declaraciones de los paramilitares también son consecuencia de sus operaciones en el pasado contra el narcotráfico. “Durante mi carrera he combatido todas las expresiones violentas que se han manifestado, sean guerrilleros o paramilitares”, aclaró.


Del Río aseguró que nunca supo sobre la presencia del Bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Urabá. Para el exgenerall, ese bloque se conformó hacia diciembre de 1997, fecha en la que murió Elmer Cárdenas, y que coincidió con su salida de la zona. “Sobre ‘el Alemán’ vine a saber que existía muchos después”.